Yahoo Estilo Christopher Nolan no pensó que Oppenheimer sería su película más taquillera
Tras el magistral espectáculo cinematográfico de Christopher Nolan, Oppenheimer (95%), el público pudo experimentar una película que profundiza en las complejidades de la vida de J. Robert Oppenheimer y los dilemas morales que rodearon la creación de la bomba atómica. Gracias a su sociedad con Barbie (88%), se provocó la tormenta perfecta del Barberheimer en las redes sociales, y el director británico ha reflexionado sobre el impacto de la que fue catalogada como su obra maestra.
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Una película para la historia del cine
La película biográfica de tres horas basada en la biografía ganadora del Pulitzer de Kai Bird y Martin J. Sherwin, American Prometheus, rastrea los intrincados hilos de la vida de Oppenheimer: sus logros científicos, sus simpatías políticas y las consecuencias sociales durante la era McCarthy. El éxito mundial de la película, que recaudó más de US$ 951 millones en todo el mundo, ha reafirmado la posición de Christopher Nolan como un maestro cineasta con una capacidad incomparable para cautivar al público.
La estructura única de la película, que entrelaza el ascenso y caída de una de las figuras científicas más importantes de la historia, ha sido elogiada por la industria y criticada en menor medida por su retrato —o la ausencia de éste— de las víctimas de su invención. La decisión de Nolan de presentar un mosaico de la vida de Oppenheimer, hábilmente editado por Jennifer Lame, brindó una capa narrativa que priorizó en todo momento simplificar la narrativa para la audiencia.
El éxito improbable
Tanto su tratamiento de los efectos especiales de la cinta, así como su cronología fragmentada, fueron elementos ampliamente discutidos por la crítica y los espectadores. Y curiosamente, esta conversación encontró un aliado importante en la explosión de rosa bubblegum de la cinta de Greta Gerwig. Para los especialistas, esta unión pudo llegar a convertirse en la salvación del cine tal y como lo conocemos. Al respecto, el cineasta conversó con la revista Empire:
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Acabo de hacer una película de tres horas sobre Robert Oppenheimer, con clasificación R y la mitad en blanco y negro, y recaudé mil millones de dólares. Por supuesto, creo que a las películas les va muy bien ... Lo loco es que es literalmente la película más exitosa que he hecho. Llevo 20 años haciendo esto y en el Reino Unido es mi película más taquillera. Por eso me siento muy bien con el estado del negocio del cine, según mi propia experiencia. Pero también me baso en ver otras películas estallar y ver al público regresar [ a las salas de cine].
El futuro del cine es ahora
Si bien en el centro de Oppenheimer se encuentra la tensión entre el mundo abstracto de la física y las brutales realidades de la guerra, así como el conflicto ético y moral de la construcción de un arma de destrucción masiva, la película también realizó, tal vez inadvertidamente, un manifiesto sobre el estado del cine, y quizá más importante aún, sobre su futuro.
Todo aquello que los espectadores desean ver en pantalla, no parece limitarse a lo que los estudios consideran como “seguro para hacer negocio”. La improbabilidad de Oppenheimer para convertirse en un Blockbuster, aún con la firma de un director mediático como Nolan, era tangible para toda la industria. Muchos incluso vaticinaban su derrota por knockout frente a una cinta tan anticipada como Barbie.
Tal y como el mismo Nolan lo indica: "El deseo del público de sorprenderse, de ver algo nuevo, de ver algo que no sabían que querían, siempre ha sido la fuerza más poderosa del cine". Lo improbable de este tipo de escenarios dejan de nuevo la puerta abierta a la innovación y a la eclosión creativa, donde nuevos cineastas, así como una nueva generación de espectadores, no se conformarán con el flujo de la corriente dictados por los conglomerados y los ejecutivos con visión sesgada.
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