El ritual diario que ayuda a reducir una cicatriz queloide para que sane más rápido

Después de un golpe, una herida o una incisión por cuestiones médicas llega la cicatriz. A veces, en el proceso de curación, nuestro sistema inmune se pasa de rosca y hace que esta crezca y mute en queloide. Así debes actuar, según los expertos, para que sane más rápido y con menor formación de tejido cicatricial

Un queloide se forma cuando la cicatriz se extiende por la piel y se vuelve más dura. (Foto: Getty)
Un queloide se forma cuando la cicatriz se extiende por la piel y se vuelve más dura. (Foto: Getty)

Cuando una herida está en proceso de curación, nuestro organismo se activa para reparar todos los tejidos, tanto internos como externos. Las cicatrices son la respuesta orgánica y efectiva para la curación, su aparición es necesaria. Pero si en el proceso, la herida segrega demasiados factores de crecimiento, provocará el crecimiento anormal de la cicatriz. Esto se conoce como ‘queloide’.

En concreto, las cicatrices queloides se forman por una producción excesiva de colágeno durante el proceso de cicatrización que provoca un abultamiento en la cicatriz y un color más rosado de lo normal.

La aparición de este tipo de cicatriz es difícil de prevenir ya que hay personas con cierta predisposición genética a los queloides, a menudo se transmiten de padres a hijos. Muchas personas ni siquiera caen en que debajo de esta cicatriz se ha formado un queloide y descuidan su tratamiento.

Sin embargo, los expertos aseguran que las marcas de las cicatrices pueden mejorar (mucho) si sabemos cómo tratarlas. Por ejemplo, con parches reductores y cremas cicatrizantes. Te contamos los pasos a seguir para que no vaya a más

Para evitar la formación de una cicatriz queloide durante el proceso de cicatrización, es importante tener algunos cuidados, como utilizar protector solar todos los días y usar cremas o pomadas recomendadas por el dermatólogo cuando la piel esté cicatrizando. (Foto: Getty)
Para evitar la formación de una cicatriz queloide durante el proceso de cicatrización, es importante tener algunos cuidados, como utilizar protector solar todos los días y usar cremas o pomadas recomendadas por el dermatólogo cuando la piel esté cicatrizando. (Foto: Getty)

Firmes, duras y elevadas

Un queloide es una cicatriz que se vuelve más grande y más ancha que la lesión original. Suelen formarse donde la piel ha sido dañada, como por un corte quirúrgico, una perforación corporal, una quemadura, varicela o acné.

Se forma tejido grueso que sobresale de la zona que está sanando y que hace que la cicatriz sea más grande que la herida inicial. Con el paso de los días adquiere relieve y la protuberancia puede ser más o menos dura. Para algunas personas, incluso un rasguño puede producir queloides.

La sutura de la propia herida puede ser la causa de la formación de una cicatriz queloide. El dermatólogo te indicará las pautas a seguir para su correcta curación y un cirujano plástico valorará si es conveniente o no su eliminación con láser u otros procedimientos. (Foto: Getty)
La sutura de la propia herida puede ser la causa de la formación de una cicatriz queloide. El dermatólogo te indicará las pautas a seguir para su correcta curación y un cirujano plástico valorará si es conveniente o no su eliminación con láser u otros procedimientos. (Foto: Getty)

Evitar las perforaciones corporales, los tatuajes o cualquier cirugía que no necesites es una manera de prevenir su formación, ya que los queloides pueden aparecer después de estos procedimientos .

Cómo sé si mi cicatriz es un queloide

Estos son algunos de los síntomas que pueden ayudarte a identificar una cicatriz queloide:

  • No salen de repente, sino que este tipo de cicatrices se van formando lentamente y se vuelven más grandes con el tiempo

  • Su color varía. Al principio son de color rosáceo o violeta, pero si no se trata a tiempo ese ligero tono rosado puede tornarse muy oscuro

  • Notarás una protuberancia que está más elevada que una cicatriz normal

  • Son diferentes a la piel que los rodea, pueden ser suaves o duras

  • Además de la sensación de dolor, las cicatrices queloides suelen provocar pinchazos, palpitaciones, picor y sensibilidad en la zona

Algunas áreas del cuerpo cicatrizan menos eficientemente que otras. Una herida situada en la espalda o el pecho presenta riesgo de separación de bordes con un mayor riesgo de cicatrices hipertróficas o queloides.(Foto: Getty)
Algunas áreas del cuerpo cicatrizan menos eficientemente que otras. Una herida situada en la espalda o el pecho presenta riesgo de separación de bordes con un mayor riesgo de cicatrices hipertróficas o queloides.(Foto: Getty)

Ritual diario

La cicatriz debe evolucionar de la forma más natural posible, pero algunos productos pueden ayudar con el picor o dolor que esta causa y mejorar tanto la calidad de la cicatrización como su aspecto final.

Si has sufrido una lesión cutánea de menor importancia, para prevenir la aparición de queloides, debes comenzar a tratar la cicatriz de inmediato, pero nunca antes de que la herida haya cerrado.

En un primer momento, lo más importante es mantener la zona limpia y bien hidratada. Si todo marcha bien y no hay infección, no hay de qué preocuparse.

Hidratar, masajear y protegerse del sol son los cuidados básicos que necesita una cicatriz queloide”, apunta el doctor Pablo Alegre Fernández, cirujano plástico en el Hospital Universitario HM Sanchinarro. Cada mañana al levantarte, y después de limpiar la cicatriz (con agua y jabón) y secar bien, conviene masajear la zona con cremas, sérum o aceite.

“Hay que dedicar diez minutos cada mañana a masajear la zona con una crema hidratante tipo Nivea o un aceite esencial”, añade. “No hay que tener miedo de malear o presionar la piel, lo que buscamos es ablandar las posibles durezas que se haya formado bajo la cicatriz”.

No obstante, dependiendo de la zona del cuerpo donde se encuentre la cicatriz, se debe actuar de un modo y otro. Por ejemplo, no conviene llevar cosas pesadas cuando la cicatriz se encuentra en la espalda (como mochilas o bolsos) ya que esto podría aplicar demasiada presión sobre la herida y aumentar el riesgo de separación de los bordes (conocido como la desunión de la sutura).

Por eso, hay que poner especial atención en la hidratación. Y para evitar se oscurezcan, la protección solar es imprescindible a la hora de cuidar los queloides. Intenta cubrir tu cicatriz cuando tomes el sol y aplica siempre protección solar alta, incluso cuando vas vestido, ya que el sol puede traspasar ciertos tejidos.

Un producto para cada cicatriz

En función del tipo de cicatriz y de dónde esté localizada será más aconsejable utilizar un producto u otro.

El especialista advierte que hay que tener más cuidado si la cicatriz está cerca de los ojos o en otras zonas con mucosas. si vas a salir de casa a hacer algún recado o vas a permanecer en el exterior varias horas debes cubrir la cicatriz con un protector solar elevado. “No hay que tener miedo a aplicar encima las cremas adecuadas, y si se quiere no hay problema en intentar disimular la cicatriz. Incluso si se trata de cicatrices faciales se pueden maquillar con tranquilidad utilizando los productos adecuados”, añade el Dr. Alegre.

La cicatriz queloídea es una lesión con aspecto tumoral, color rojo rosado o púrpura y a veces hiperpigmentada. Los contornos están bien demarcados, pero son irregulares, sobrepasando los márgenes iniciales de la herida. Puede presentar prurito y dolor. (Foto: Getty)
La cicatriz queloídea es una lesión con aspecto tumoral, color rojo rosado o púrpura y a veces hiperpigmentada. Los contornos están bien demarcados, pero son irregulares, sobrepasando los márgenes iniciales de la herida. Puede presentar prurito y dolor. (Foto: Getty)

En caso de que el queloide haya comenzado a formarse, el dermatólogo o el cirujano plástico (los dos profesionales capacitados para tratar estas cicatrices) puede recomendarse un producto con acción cicatrizante tipo parches o geles de silicona como Dermatix, indicado para la reducción de cicatrices inmaduras prominentes. Con el gel de silicona se logra aplanar y mejorar la elasticidad de la cicatriz en un 60 por ciento de los casos aproximadamente, pero hay que ser constante, usarlo durante el día y/o durante la noche y un mínimo de 2 meses.

Las pomadas son otra de las soluciones más recomendadas para disimular la cicatriz queloide. Algunos de sus componentes principales son las vitaminas A y E, la centella asiática, el cinc o la rosa de mosqueta. En algunos casos se utilizan cremas con cortisona, aunque no es un tratamiento usual en el tratamiento de queloides. Cicatricure gel, Bepanthol, Mederma, Kelocote o las tiras Trofolastin, por ejemplo. No debes decidirlo por tu cuenta, es importante el consejo y la valoración médica.

La constancia es la clave

Y sobre todo, tienes que darle tiempo y ser paciente. Una cosa es el proceso de cicatrización y otra el proceso de maduración de la cicatriz, que puede oscilar entre los 2 meses y los 2 años. Durante este tiempo, el colágeno y las fibras de elastina se densifican y aumentan para darle estructura a la piel. La red vascular también se encargará de volver a su estado "normal". Por lo tanto, la zona seguirá siendo frágil durante 2 años, hasta que la piel recupere su equilibrio.

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