'Cien años de soledad', el gran estreno de Netflix y las tres condiciones con las que se grabó
Cien años de soledades una las novelas más emblemáticas de la literatura universal. Quienes han disfrutado de las historias de la obra maestra de Gabriel García Márquez, tienen ahora la oportunidad de ver esas páginas convertidas en imágenes con la esperadísima adaptación de Netflix de la obra del premio Nobel. Una serie que captura la magia del libro y que, debido a su atrapante trama y a la magnitud del proyecto, enganchará sin duda a nuevos espectadores.
La ficción, dirigida por los cineastas colombianos Laura Mora y Alex García López, se ha dividido en dos partes, con ocho episodios cada una. Desde este 11 de diciembre podemos disfrutar de la primera tanda de esta en nuestras pantallas. Dado el complejo entramado de personajes y las enrevesadas historias que se desarrollan durante varias décadas, nadie se había atrevido a llevar la obra a la televisión hasta ahora. Este desafío, asumido por el gigante de streaming, supone un gran reto para la plataforma, que define este trabajo como "uno de los proyectos más ambiciosos de la historia de Latinoamérica".
El tráiler, presentado hace menos de una semana, generó una gran expectación. "Las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la Tierra", comenzaba explicando para después presentarnos el origen de la historia: la relación entre José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, dos primos que se casan en contra de la voluntad de sus padres. Con la esperanza de escapar de la desaprobación de su comunidad, ambos deciden emprender la búsqueda de un nuevo hogar: "Vamos a construir ese lugar soñado, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir. Y este lugar se va a llamar Macondo".
El vídeo muestra también algunos de los momentos más emblemáticos de la obra: desde la fundación de Macondo y la llegada de Melquiades, hasta las tensiones de la vida familiar, las pasiones de los habitantes, los conflictos políticos que sacuden al pueblo y, por supuesto, el célebre castaño donde José Arcadio Buendía cumple la profecía de su soledad, desatando una lluvia de flores amarillas.
Cien años de soledad fue publicada en 1967 y ha vendido más de 50 millones de ejemplares, traducidos a más de 40 idiomas. En cuanto a la adaptación de la obra, el director Alex García López ha revelado que los hijos de García Márquez, quienes gestionan su patrimonio, estuvieron de acuerdo con la idea, pero pusieron tres condiciones. La primera: que el rodaje se realizara en Colombia.
Y así ha sido. La serie se ha filmado en varias regiones del país, como La Guajira, Magdalena, Cesar, Cundinamarca y Tolima, sumergiendo a los espectadores en los paisajes que inspiraron la obra. Las locaciones del rodaje fueron elegidas meticulosamente por el equipo para reflejar el realismo mágico de la novela.
La segunda, que se hablara en español. Los herederos del autor no querían correr el riesgo de que alguna palabra de la obra original fuera mal interpretada o tuviera un significado diferente al original al traducirla. Y, por último, exigieron que estuviera protagonizada por un elenco de actores colombianos. Entre los elegidos se encuentran Marco Antonio González y Diego Vásquez, en el papel de José Arcadio Buendía de joven y adulto, respectivamente, Susana Morales y Marleyda Soto, dando vida a Úrsula Iguarán en su juventud y en la versión adulta, Moreno Borja (Melquíades) y Claudio Cataño (Aureliano Buendía), entre otros.
¿Cómo es la historia de de Cien años de soledad que veremos en televisión?
Casados contra la voluntad de sus padres, los primos José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán abandonan su pueblo y emprenden un largo viaje en busca de un nuevo hogar. Acompañados de amigos y aventureros, su periplo culmina con la fundación de un utópico pueblo a orillas de un río de piedras prehistóricas al que bautizan Macondo. Varias generaciones del linaje de los Buendía marcarán el devenir de este mítico pueblo, atormentado por la locura, los amores imposibles, una guerra cruenta y absurda, y el temor a una terrible maldición que los condena, sin esperanza, a cien años de soledad.