Cinco tips para ordenar comida rápida sin que ello afecte demasiado la salud de tu familia

Texto: Carmen Murtagh

Ordenar comida rápida eventualmente, no causaría mayores riesgos para la salud. Pero si se vuelve costumbre, podríamos ir camino a una mala nutrición y otros problemas para nuestro organismo. En esta nota, te explicamos cómo minimizar sus potenciales perjuicios, si no tienes más alternativa que ordenar fast food.

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Aprende a comer fast food sin tanto riesgo para tu salud. - Foto: Photo Alto / Ale Ventura / Getty Images

Costo bajo en el mostrador, ¿costo alto en la salud?

El éxito de la industria de las cadenas de comida rápida, respondería a una alta demanda en su consumo. Pero el exceso de calorías y las deficiencias nutricionales que conlleva, tendrían un costo muy alto en la salud.

De 2011 a 2012, la prevalencia de la obesidad infantil en EEUU fue del 17% y en la última década habría afectado a 12,7 millones de niños y adolescentes de 2-19 años, según informa el sitio de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades de EEUU (CDC, por sus siglas en inglés). Por eso, quizás te convenga revisar algunos hábitos alimenticios, sobre todo, al elegir comida rápida.

Cómo comer fast food de forma menos perjudicial

Para que comer en los establecimientos de comida rápida no atente contra la salud de tus niños, toma nota de los consejos que dio la dietista registrada Elizabeth M. Ward en el sitio Eat Right, de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos:

1. Establece límites. Sé clara respecto de tus reglas antes de ordenar comida rápida. Haz que tú y tu familia elijan siempre entre las dos opciones más saludables, como rebanadas de manzana y una ensalada, y no entre una ensalada y patatas fritas, por ejemplo.

2. Infórmate. Muchos restaurantes de comida rápida ofrecerían una lista de contenido nutricional online, así que tómate unos minutos para estudiar las mejores opciones. Si no tienes tiempo de hacerlo, evita todo lo frito o cualquier alimento cubierto con queso u otras salsas, y ten en cuenta estas opciones más sanas:

· Ensalada con pollo grillado

· Wrap de pollo grillado o de pavo fresco

· Hamburguesa simple de tamaño chico

· Yogur bajo en grasas

· Rebanadas de manzana

· Burritos de frijoles o tacos

· Chili

· Tazas grandes de fruta

· Sándwich pequeño de carne asada

· Leche con bajo contenido de grasa o descremada.

3. Cuida las porciones. Ordena comidas del tamaño apropiado para los más pequeños y evita las porciones extra grandes para los niños mayores, a menos que las compartan entre dos o más comensales.

4. Re-piensa la bebida. Los niños más pequeños deben tomar leche o agua la mayor parte del tiempo. Los adolescentes, que pueden ser capaces de ingerir más calorías porque suelen ser más activos, muchas veces ordenan frappé, soda regular o bebidas azucaradas que, en algunos casos, tendrían más calorías que una comida entera. Por eso, oriéntalos a que elijan el tamaño más pequeño posible.

5. Planifica cómo evitar la comida rápida. Anticipa el hambre de un viaje, por ejemplo, llevando alimentos sanos contigo: frutos secos, puré de manzana y nueces. En viajes más largos, lleva una conservadora con fruta fresca, queso en hebras, yogur bajo en grasa, cajas de leche, galletas integrales, mantequilla de nueces o puré de garbanzos y verduras frescas.

Consulta con un médico ante cualquier duda.

¿Tienes algún otro consejo sobre cómo reducir los riesgos de la comida rápida en la salud de tu familia?

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