Cine argentino. Amancay: Cuando el amor y el duelo son distintos instantes de un mismo sentimiento

Una escena de Amancay, dirigida por Máximo Ciambella
Una escena de Amancay, dirigida por Máximo Ciambella - Créditos: @Surubí Cine

El miércoles 24 de agosto se estrena Amancay en el Centro Cultural Recoleta, primera película en solitario de Máximo Ciambella, uno de los co-directores de El árbol negro (2018), ganadora del premio mayor de la Competencia Argentina en el 23º BAFICI. Con una mirada amorosa, la película sigue las andanzas de Adriano y Lucía, dos treintañeros de la ciudad de Buenos Aires, que se juntan en lo que parece una gran noche a pasar el tiempo entre conversaciones de lo más hilarantes. Se trata de una obra íntima de heridas abiertas en proceso de cicatrización, donde lo casual y lo cotidiano se funden con lo trascendental de la vida, la amistad y los rituales, forjando recuerdos que vivirán para siempre.

El trabajo fue el resultado de la pulsión de crear, en base a prueba y error, y al trabajo en equipo. “Esta película, antes que nada, fue deseo de hacer cine. Por eso al principio, no había un título, ni un guión, sino tres amigos que se juntaban a pensar una película en sus ratos libres. Un día se nos ocurrió empezar a filmar esos encuentros; con un par de hilos anotados en un papel, bastante improvisación de los actores y algunas consignas lanzadas en el momento. Esto duró más o menos un año. Después dejamos de filmar. Nos sentamos a intentar ordenar el material que habíamos generado”, recuerda el joven director. “En esos días hubo mucha escritura, apareció una posible estructura. Papelitos en una pared, libretitas, archivos compartidos y muchas pruebas de montaje. Ahí apareció la idea del título. Cuando parecía que pisábamos sobre seguro, salimos a seguir filmando. Incluso a re filmar escenas con algunas variaciones en función de esta estructura que había aparecido y así sucesivamente. Los momentos de rodaje se fueron acortando y los momentos de escritura y montaje se fueron alargando, como los días después del invierno. Y un día ya no había necesidad de filmar más nada”.

Máximo Ciambella, director de Amancay
Máximo Ciambella, director de Amancay - Créditos: @Surubí Cine

La película también podrá verse a partir del jueves 25 todos los días, con funciones a las 22, en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635) . “Amancay es una flor amarilla con pintitas anaranjadas que crece en las cercanías de la cordillera de los Andes. Hay una antigua leyenda Vuriloche, un pueblo del sur del territorio que hoy se inscribe como argentino, que cuenta la historia de una joven que entrega su vida para salvar a su amado. Es por eso que hoy cuando alguien te regala una flor de amancay se dice que te está entregando su corazón. En ese mismo gesto se ofrece esta película.” , dice Máximo Ciambella sobre la película.

Como se dijo, la premiere oficial será este miércoles, a las 19, en el Centro Cultural Recoleta, Junín 1930 . La trama de Amancay gira en torno a un grupo de amigos, las ventanas de los edificios a la noche, el cementerio de la Chacarita, un viaje en auto y la copa de los árboles que se mezclan con las luces de una ciudad que reniega del sueño, que insiste en quedarse despierta, como los personajes de esta película.

–¿Amancay es una película sobre el amor o sobre el duelo?

–Durante los años que duró el rodaje, que fueron seis, me tocó acompañar a personas muy cercanas que perdieron a sus padres. Ahí pude entender algunas cosas que a priori parecen obvias pero que, a veces, son difíciles de ver. Todo está manchado de todo, y cada color hace eco en los otros colores. El amor y el duelo son como distintos momentos de un mismo sentimiento, que nuestra cabecita cronológica necesita separarlos para poder entenderlos, pero en la realidad muchas veces suceden en simultáneo, ¿es que acaso no sucede todo en simultáneo? “Para que cante la vida, toca su caja la muerte”, dice la vidala de Raúl Galán y el Chivo Valladares. En ese sentido Amancay intentó ser la película más honesta posible, para con nosotros pero también para con el mundo que nos rodea.

–¿Por qué elegiste el blanco y negro para contarla?

–El blanco y negro fue una decisión clave para poder distanciarnos del material, como en principio nuestra materia prima fueron nuestras propias experiencias personales, llegamos a un punto en que nos costaba separar la película de nuestras vidas, la persona del personaje, lo real de la ficción. Con el blanco y negro, pero también con el claroscuro, le dimos a situaciones muy cotidianas una dimensión escénica, construimos algún tipo de teatralidad alrededor de las escenas, y esa capa de artificio nos sirvió para poder terminar la película.

Amancay fue filmada completamente en blanco y negro
Amancay fue filmada completamente en blanco y negro - Créditos: @Surubí Cine

–¿Cómo fue el camino de tu película desde su estreno hasta ahora y qué planes siguen?

Amancay se estrenó en el 23er. Bafici y lo que pasó con los espectadores fue muy lindo. La gente la disfrutó mucho y se conmovió. Además, la película ganó el premio mayor de la competencia argentina. Desde ese momento nos pusimos manos a la obra para intentar estrenarla en salas y es lo que va a suceder la semana próxima en Buenos Aires, el miércoles 24 se presentará en el Centro Cultural Recoleta, a las 19; y a partir del 25 hasta el miércoles 31 va a estar en la cartelera del Gaumont todos los días a las 22 . La semana del 8 septiembre vamos a estrenar en el Cineclub Municipal Hugo del Carril en la ciudad de Córdoba y en el mismo mes vamos a tener funciones en Rosario y Chascomús.

La dirección y el guión de Amancay es de Máximo Ciambella, la fotografía e imagen de él mismo y Juan Renau, en la edición y montaje la responsabilidad es de Florencia Gómez García y Francisco Marise, y el film cuenta con las actuaciones de Lucía Aráoz de Cea, Adriano La Croce, Manuel Bersi, Rocío Barbenza, Tomás Raspall y Vera Dalla Pasqu.