El cineasta Rasoulof acudirá al Festival de Cannes tras huir de Irán, según su abogado

Teherán, 15 may (EFE).- El cineasta iraní Mohamad Rasoulof, quien huyó de su país tras ser condenado a ocho años de prisión, acudirá al Festival de Cannes para presentar su película ‘The seed of the sacred fig’, informó a EFE su abogado Babak Paknia.

“Él (Rasoulof) participará en Cannes”, dijo este miércoles Paknia.

Rasoulof presentará en el festival frances su película ‘The seed of the sacred fig’, que trata sobre un juez que lidia con las protestas desatadas por la muerte de la joven iraní Mahsa Amini en 2022 tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.

Algunos actores de la cinta, sin embargo, no podrán asistir ya que las autoridades iraníes no les permiten salir del país, de acuerdo con Paknia, quien afirmó además que han abierto un nuevo caso judicial contra el director por el filme.

“Han abierto un nuevo caso por esta nueva película”, indicó Paknia, quien no explicó los cargos.

Rasoulof anunció hace dos días que había huido de su país a Europa tras ser condenado a ocho años de cárcel, latigazos y la confiscación de propiedades por el delito de “colusión con la intención de cometer crímenes contra la seguridad del país”.

El cineasta, ganador del Oso de Oro de la Berlinale con ‘La vida de los demás’ en 2020, una cinta que trata sobre la pena de muerte en el país, ha tenido numerosos problemas con las autoridades del país y ha sido condenado a penas de prisión en tres ocasiones.

Fue detenido por última vez en julio de 2022 por criticar la represión de unas protestas desatadas por el derrumbe de un edificio que causó decenas de muertos hace dos años y ocho meses después fue puesto en libertad.

En las últimas semanas, los tribunales iraníes han multiplicado las condenas contra artistas y académicos críticos con la República Islámica.

En uno de los casos más sonados, un tribunal revolucionario condenó a la pena de muerte al rapero Tomaj Salehi por sedición, propaganda contra el sistema e incitación a los disturbios por apoyar las protestas desatadas por la muerte de Amini.

En esas protestas jóvenes y mujeres iraníes pidieron el fin de la República Islámica y solo desaparecieron tras una represión que causó 500 muertos y la detención de al menos 22.000 personas y en las que fueron ejecutados ocho manifestantes, uno de ellos en público.

(c) Agencia EFE