El programa olvidado de Rocío Carrasco que aspiraba a ser como Buenafuente

Para el próximo curso televisivo, que arranca a inicios de septiembre, Telecinco volverá a confiar en Rocío Carrasco como una de sus bazas más potentes. La serie documental En el nombre de Rocío se podrá disfrutar en abierto, y en ella, la hija de Rocío Jurado saldará algunas cuentas pendientes que tiene con algunos miembros de su familia. De esta forma, Carrasco volverá a ser una estrella en la cadena que le abrió las puertas del mundo de la televisión, en un programa olvidado que aspiraba a ser algo como los late nights de Andreu Buenafuente, pero que terminó siendo algo muy diferente.

Hablamos de Cita con Apeles, el programa que presentaba el padre Apeles, y en el que Rocío tenía un rol a medio camino entre azafata y copresentadora. Un espacio que tuvo una escasa acogida, y cuyas emisiones duraron desde el 31 octubre hasta el 19 diciembre de 1997, es decir, hace 25 años.

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Para entender qué era Cita con Apeles hay que meterse en una máquina del tiempo televisiva. En aquellos locos años 90, la televisión encumbró a un personaje llamado José Apeles Santolaria de Puey y Cruells, un cura que tenía una lengua más afilada que una espada. Destacó como polemista en programas como Moros y cristianos, o el ya olvidado El Puente, un programa que se emitía a medianoche en el verano de 1997 en Telecinco, y que presentaba Tinet Rubira. Apeles, que entonces era más joven de lo que nos queríamos imaginar (asegura tener en la actualidad 56 años), consiguió que Telecinco le diese su propio programa, y él tenía claro que se iba a llamar Cita con Apeles.

Me gustaría que difundiese valores humanos, pero sin ser un tostón. Estaría basado en mi modo de ser, y sería familiar, con entrevistas, música, reportajes…”, explicó en una entrevista para La Vanguardia de marzo de ese 1997. Pero, del dicho al hecho, hay mucho trecho, como reza aquel viejo refrán.

Cuando se estrenó Cita con Apeles, resultó ser algo parecido a un talent show, donde eso de los valores humanos se quedó por el camino. El programa que vimos de original no tenía nada, pues era una adaptación de It’s your turn, de Endemol, y producido por Gestmusic, a quien debemos Operación Triunfo entre otros éxitos de nuestra televisión. A lo largo de la entrega, Apeles recibía a todo tipo de personajes, que contaban con un tiempo determinado para hablar de un tema, cantar o lo que le viniese en gana.

CHIPIONA, ESPAÑA - 02 DE JULIO: Rocío Carrasco saluda al público cuando llega a la inauguración del Museo Rocío Jurado el 02 de julio de 2022 en Chipiona, España. (Foto de Juan Carlos Toro/Getty Images)
CHIPIONA, ESPAÑA - 02 DE JULIO: Rocío Carrasco saluda al público cuando llega a la inauguración del Museo Rocío Jurado el 02 de julio de 2022 en Chipiona, España. (Foto de Juan Carlos Toro/Getty Images)

Como se suele decir, el público es soberano, y en este caso, más. Y aquellos hombres y mujeres que estaban en el patio de butacas podían decidir si querían seguir viendo a esa persona, y si se aburrían pulsaban un botón. Cuando más de la mitad de los presentes se había cansado de aquel que tenían delante, dos encapuchados varones musculados tiraban de una palanca y la silla del invitado se arrastraba hasta una puerta llena de humo y aspecto tenebroso. Mientras, un coro de tres muchachas cantaban una pegadiza tonada: “Lo intentó, lo intentó, pero ha aburrido al respetable. Lo intentó, lo intentó, pero la audiencia no tragó”. Aquel que consiguiese divertir al público, por contra, podía llevarse a casa hasta 200.000 de las antiguas pesetas.

Rocío Carrasco, por su parte, se dedicaba a hablar con Apeles, dar paso a los invitados y poco más. Su trabajo era un poco accesorio, pero supuso su debut en un programa, antes de ser una colaboradora habitual de María Teresa Campos en Día a día u otros espacios.

Huelga decir que el programa no recibió buenas críticas, y con toda la razón. Fue un espacio propio de su tiempo, pero no en el mejor de los sentidos. En su estreno tuvo un gran 26%, pero no conectó con la audiencia, y semana a semana cayó hasta la mitad de público; en aquel entonces, la media de Telecinco era de un 21-23%, y por esa razón de audiencias, fue cancelado.

Recientemente, el padre Apeles ha recordado aquella aventura televisiva en una entrevista para El País, explicó que le convencieron “para presentar mi propio programa: Cita con Apeles junto con Rocío Carrasco. Fue un error. Yo tenía que haber hecho un programa parecido a los de Buenafuente, pero acabamos haciendo El Semáforo donde venía gente a cantar o hacer cosas estrambóticas”. Y tan estrambóticas, pues lo mismo tenía que interactuar con un cantante pintoresco como Josmar Gerona que entrevistar a un hombre que pintaba cuadros con sus propias deposiciones.

De los dos protagonistas del programa, solo Rocío Carrasco consiguió mantener, con ciertos saltos en el tiempo, una carrera televisiva: Día a día, Hable con ellas, Cámbiame, Sálvame, sus series documentales, y algún talent show autonómico. Apeles, de vez en cuando, se ha dejado caer por la pequeña pantalla (hasta comentó La isla de las tentaciones), pero tal como aparece, se va. “La televisión me pide ahora lo que yo no puedo darle y yo pido a la televisión lo que no me va a dar”, aseguró recientemente en la mencionada entrevista a El País. Si él lo dice, verdad será.

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