La clase de los años 2000: ¿quiénes más se sumaron al boom de la música latina?
Tras la conquista mundial de Gloria Estefan y Ricky Martin, Shakira, Marc Anthony, Enrique Iglesias y otros artistas latinos se unieron a la fiesta del crossover.
Cuando Ricky Martin incendió el escenario con su actuación en la gala de los premios GRAMMY, realizada en 1999 en el Shrine Auditorium de Los Ángeles, era difícil imaginar cuánto su actuación iba a cambiar la percepción de la música latina en todo el mundo. Lo que siguió a ese espectáculo no solo lo convirtió en una estrella a nivel mundial, también marcó el inicio del fenómeno conocido como la Explosión Latina en el mercado musical estadounidense, en la que una larga lista de artistas que cantaban en español lograron con enorme éxito hacer el crossover de un mercado latino a uno global cantando en inglés.
“El éxito de Ricky Martin [esa noche] en los GRAMMY no me sorprendió para nada porque su talento es impresionante y Emilio [Estefan] fue quien convenció a Mike Green, quien encabezaba la organización en ese momento, a que incluyera a Ricky en el show”, explica la cantante y compositora cubana Gloria Estefan. “Emilio había estado trabajando arduamente para crear unos GRAMMY que pudieran celebrar la música latina en la forma que se merecía y la reacción que tuvo [la presentación de] Ricky ayudó mucho a que el mundo anglo viera el poder de nuestra música y del incomparable Ricky Martin. Emilio y yo siempre hemos creído en lo que la música latina puede lograr, y hemos trabajado toda la vida para ayudar y promover otros artistas latinos”.
Poco después de su actuación estelar, Ricky Martin lanzó su primer álbum en inglés. Liderado por el exitoso sencillo "Livin' la vida loca", debutó en el número uno de la lista Billboard 200, batiendo récords de ventas, mientras el single dominó la lista Billboard Hot 100 durante cinco semanas consecutivas.
Los pasos de astro boricua en el camino al éxito fueran seguidos inmediatamente por otros artistas latinos, que también estaban listos para dar el gran salto. “En mi libro La Fórmula "Despacito" hago un análisis de cómo fue el build-up de lo que se conoce como Latin Explosion. Hubo todo un movimiento con artistas como Elvis Crespo, Son by Four... cantando en inglés y en español. Pero el gran detonante fue Ricky Martin cantando 'La copa de la vida' en los GRAMMY de 1999. Ese fue un parteaguas que definió el antes y el después”, explica Leila Cobo, directora de contenido latino para la revista Billboard y una de las autoridades en el tema de la música latina en el mercado global.
“Fue a partir de ahí que se definió el Latin Explosion como un movimiento de artistas latinos, muchos de ellos nacidos fuera de Estados Unidos, que adquirieron enorme popularidad en el mainstream norteamericano cantando en inglés. Estos artistas —Ricky, Shakira, Marc, Enrique Iglesias— ya eran grandes estrellas en los mercados de habla hispana. Pero se apostó a que podían tener ese mismo éxito en inglés y en otros idiomas. Realmente la llamada Latin Explosion desencadenó el movimiento global que vemos hoy en día”.
Este movimiento también abarcó a artistas como Marc Anthony, Jennifer López y, en cierto modo, Christina Aguilera, quienes nacieron en Estados Unidos. Muchas de estas figuras firmaron con Sony Music, empresa que a menudo se considera responsable de crear el fenómeno del crossover, un paso esencial en aquel entonces para lograr que los artistas latinos se posicionaran en las listas de éxitos con canciones en inglés.
“Me atrevería a decir que sin Sony, no hubiera pasado la Explosión Latina. Sony [y su entonces máximo responsable, Tommy [Mottola] apostaron a los artistas latinos con el mismo presupuesto que le pondrían a una estrella global que cantaba en inglés, y los expusieron de la mejor manera posible”, explica Cobo. “[Mottola] insistió en que se le diera lugar a Ricky [en los GRAMMY], a pesar de que los productores del show no querían a este cantante que ‘nadie conocía’. Y la historia ha probado lo contrario: el show de Ricky esa noche ha sido descrito por muchos como el performance que más cambió una carrera en la historia de los GRAMMY. En este caso, también fue la mecha que prendió un movimiento”.
Shakira fue uno de los artistas que siguió los pasos de Martin. El lanzamiento en 1995 de su disco Pies descalzos ya la había catapultado al estrellato en toda América Latina, seguido por su gran éxito ¿Dónde están los ladrones? en 1998. Pero no fue hasta el 2001 con Laundry Service —su primer álbum en inglés— que la artista barranquillera hizo el salto al mercado anglo. De ese álbum, su sencillo "Whenever, Wherever" alcanzó el puesto número 6 en el Top 10 de Billboard. Su posición en le mercado global se consolidó con su interpretación de su éxito "Hips Don't Lie", junto a Wyclef Jean, en la 49ª edición de los GRAMMY en 2007. Desde entonces la colombiana no se ha bajado de la cresta de la ola, incluso a pesar de los años en que redujo su perfil profesional tras trasladarse a Barcelona y tener sus dos hijos con su ex Gerard Piqué. Su ruptura con el exfutbolista —inmortalizada en su colaboración con el productor Bizarrap en el 2013— la volvió a catapultar al estrellato con otro mega hit.
Enrique Iglesias también había triunfado internacionalmente en castellano tras lanzarse como cantante a mediados de los años noventa. El español ponía a la venta su primer álbum en inglés en noviembre de 1999 y se unía a la avalancha latina en el mercado, particularmente con su tema "Bailamos", que lo puso en el mapa global. El actor Will Smith incluyó el tema en su película Wild Wild West e Iglesias acabó actuando en enero de 2000 en el show de medio tiempo del Super Bowl junto a artistas como Phil Collins o Toni Braxton. Crossovers como “Rhythm Divine”, “Not In Love”, “Heartbeat”, “Be With You”, “Could I Have This Kiss Forever?” o “Hero”, por solo mencionar algunos, siguieron cosechando éxitos.
Marc Anthony también contaba con una prolífica y exitosa carrera en la salsa cuando le alcanzó la explosión latina ese agitado 1999, en el que lanzó su primer álbum en inglés, del que se desprendieron singles como "I Need to Know" y "You Sang to Me". Aunque el artista nuyorican sacó unos años después disco en inglés, lo cierto es que la mayor parte de su posterior carrera al boom de esos años ha sido en español. De hecho, Marc siempre ha rechazado el concepto del crossover. "Se ha convertido en algo del status quo, 'Oh , eres un crossover'. ¿De dónde? Nací en la calle 102 de la Tercera avenida de Manhattan, en la ciudad de Nueva York", dijo en una entrevista con el Today Show (NBC) en 2015. En otra ocasión dijo: “No soy un cantante de salsa que quiere cantar en inglés, ni un americano que quiere cantar en español”.
En una entrevista con CNN, resaltó su amor profundo por la salsa. “Mi acercamiento a la salsa es humilde, y desafío a cualquiera a que demuestre que estoy fingiendo”, explicó. “Como me crié en Nueva York en los años setenta y ochenta, tengo muchas influencias musicales. Y en los últimos años he aprovechado las influencias latinas. Pero esas otras influencias siguen vivas en mí, y es algo que siempre he querido hacer. Siempre vuelvo a esos sonidos. Pero forman parte de mí de tal manera que no lo veo como algo que se remonta a algo, o que se acerca a algo, o que se aleja de algo... nada de eso. Todo nace en el mismo lugar, y yo soy ambas cosas”.
A diferencia del que sería luego su esposo y padre de sus hijos, Jennifer López no tuvo que hacer su crossover. Ya se la había descubierto cuando encarnó a la fallecida cantante de la música tejana Selena Quintanilla en la película Selena (1997), cuya interpretación le permitió identificarse profundamente con sus raíces latinas y la comunidad hispana, según ha dicho en múltiples entrevistas. Su álbum de debut, On the 6, también vio la luz en ese agitado 1999 e incluyó hits como "If You Had My Love" y "Waiting for Tonight". También incluía su primer sencillo en español, "No me ames", a dúo con Marc Anthony. El resto es historia.
“Aunque estos artistas cantaban en inglés en sus crossovers, su mercado natural, y su esencia era latina y en español", destaca Cobo. "Normalizaron la presencia latina en la música y cultura pop. Incluso hoy en día, todo el mundo todavía reconoce el nombre de Shakira, de Marc [Anthony], de Enrique [Iglesias y de tantos otros]. Hasta que no llegaron estos artistas, realmente éramos muy invisibles para el mainstream americano. No existíamos, porque la barrera de idioma era enorme”.
Esa explosión latina de 1999 no cayó del cielo. Eso lo saben muy bien Gloria y Emilio Estefan, quienes protagonizaron su propio crossover en los años ochenta y se toparon con barreras y obstáculos para lograr el éxito con su grupo Miami Sound Machine. “Cuando entré al grupo, Miami Latin Boys, ellos solo hacían música cubana clásica bailable con algunos boleros”, recuerda Gloria. “Con mi entrada al grupo, Emilio vio la posibilidad de hacer música popular en inglés que ya yo cantaba y [hacer música] disco, ese nuevo género que comenzaba. Yo ya conocía bien toda la música que ellos hacían porque le cantaba esos clásicos [cubanos] a mi abuelita. Nuestra idea siempre fue hacer música en ambos idiomas porque esa era nuestra realidad, nuestra experiencia. La idea era muy nueva en aquel momento, pero nos mantuvimos firmes. [De hecho], los primeros discos que grabamos tenían canciones en ambos idiomas. Nuestro primer éxito, 'Renacer’, fue en español y cuando nos firmó Discos CBS, pidieron que nos concentramos en hacer discos en español y accedimos solo si nos ponían en el contrato que algún día podíamos grabar en inglés".
Estefan, como otros artistas de la época, señala que "siempre hubo resistencia" a la idea de que una agrupación latina triunfara cantando en inglés. "Pero teníamos la prueba de que lo que queríamos hacer funcionaría por el éxito que estábamos disfrutando en nuestras presentaciones en vivo. Tuvimos que buscar la manera de convencer a los que estaban en el poder, en la compañía de discos, para que nos dejaran hacer lo que sabíamos que iba a funcionar”. Según la superestrella cubana, este obstáculo sigue vigente para cualquier artista que quiera hacer algo fuera de las normas de lo que está pasando en la música del momento. “Si uno no trae algo fresco y diferente y en vez, escucha las voces gritando ‘esto nunca funcionará’, caes en la trampa de repetir lo que han hecho otros. Lo que sí ha cambiado, a raíz de la tecnología digital, es la aceptación mundial de la música en otros idiomas. Como todo, el éxito mundial de artistas como Bad Bunny le ha probado a la industria de la música que no importa el idioma, el público está listo para cosas nuevas”.
¿Estaba Estados Unidos y el mundo preparados en aquel momento para aceptar que los artistas latinos dieran el gran salto? Gloria considera que sí. “El mundo siempre ha estado preparado para la música diversa porque lo vimos nosotros cuando ganamos el premio mayor con ‘Conga’ en el Festival de Tokio, en 1985. Donde quiera que íbamos en Europa o el Extremo Oriente había aceptación y amor por la música latina. Desgraciadamente, la parte del ‘negocio’ de la música ha puesto barreras donde no deben existir y apuestan por lo que está ‘comprobado’ o aceptado en lugar de algo fresco. Las estaciones de radio les hacían más caso a los que compraban los anuncios que a los artistas que trataban de imponer su propio estilo y hacer cosas innovadoras”.
Leila Cobo suscribe en buena parte las palabras de Estefan. “Creo que sí había demanda por parte de una creciente población hispana. Pero creo que al presentar la oferta, muchos descubrieron a estos artistas por primera vez. En realidad fue de parte y parte. Pero [claro que] yo no creo que existiera una demanda de mercado como la que hay ahora”.
Un legado indiscutible de esa ola latina de principios de siglo fue la creación de los premios Latin GRAMMY, que celebraron su primera ceremonia anual el 13 de septiembre del 2000 en el Staples Center de Los Ángeles. Transmitida por CBS, fue el primer programa en horario estelar, principalmente en español, emitido por una cadena de televisión estadounidense de habla inglesa. Desde 2005, la transmisión de los premios ha estado a cargo de Univision en los Estados Unidos.
“El futuro de la industria cambia por el momento. Hemos visto el enfoque cambiar de la radio al streaming, y con la entrada de la inteligencia artificial, se han creado un sinfín de posibilidades y complicaciones", reflexiona Estefan sobre la situación de la música latina, que como toda la industria ha sufrido una enorme transformación con la práctica desaparición de la venta de álbums y el predominio del streaming. "La música es más accesible ahora y uno puede escucharla de diferentes países a través del mundo por las redes de streaming. La música seguirá teniendo importancia en nuestras vidas pese a las dificultades que puedan atravesar los nuevos talentos. ¡Qué triste sería una vida sin música!”.
Para Cobo, aquella Explosión Latina de hace 25 años ha dado frutos positivos. “Hay personas que critican que [estos artistas] hayan cantado en inglés. Pero para mí eso nunca fue un problema", dice. "Los artistas quieren ser vistos y reconocidos y escuchados por el mayor número posible de personas, y esta explosión abrió las puertas de los latinos al mundo de forma definitiva”.