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París, 10 oct (EFE).- Las copiosas lluvias que ha dejado la borrasca Kirk a su paso por Francia, con frecuencia superior a la precipitación de un mes, entrañan un riesgo de crecidas en los próximos días, lo que incluye París y en particular en el valle de Grand Morin, a decenas de kilómetros al este de la ciudad. El servicio de vigilancia por crecidas Vigicrues ha decretado la alerta roja en el curso de ese río, que desemboca después en el Marne, que a su vez desemboca en el Sena, justo antes de París. En su sitio internet, Vigicrues explica este jueves que el pico de la crecida se va ir desplazando progresivamente desde esta mañana en la zona de Meilleray, luego por la tarde-noche en Pommeuse (donde ya se ha superado una altura de 3,5 metros), y que el nivel del agua podría superar los de las pasadas inundaciones allí de 2016. En el río Marne, en alerta naranja, la subida de las aguas se va a producir durante la jornada de hoy en la zona de Chateau Thierry y Condé, debería continuar en el sector de Gournay al menos hasta el viernes con la posibilidad de "desbordamientos importantes". En París, el Sena, que ya subió de nivel el miércoles, va a volver a hacerlo este jueves y todavía más el viernes, lo que va a dar lugar a una "crecida moderada pero inhabitual para la temporada". Jean-Marie Coulomb, uno de los responsables de la vigilancia y previsión de Vigicrues, señaló este jueves en declaraciones a la emisora France Info que con las aportaciones del Grand Morin, se van a vivir "desbordamientos" en el Sena "en los próximos días". En París, el miércoles cayeron 70 litros por metro cuadrado de lluvia y algunos más en diferentes puntos de la región. Las lluvias en la región de la Costa Azul alcanzaron el miércoles 137 litros en Peira-Cava, 120,5 en Moulinet o 100,7 en Tende. En las proximidades de los Pirineos, Kirk trajo también fuertes vientos, como los 120 kilómetros por hora registrados en Socoa, en el País Vasco, 110 en la ciudad de Pau o 100 en Oloron Saint Marie. En la fachada mediterránea, una persona murió en Sète y otra resultó herida muy grave por el hundimiento de barcos de recreo que se hicieron a la mar a pesar de las advertencias de las autoridades para evitar salidas con el mal tiempo. Este jueves se han anulado trenes en varias regiones de la fachada oeste y del centro de Francia por las consecuencias de la lluvia y, sobre todo del viento que ha tumbado árboles en las vías. También hay diversas incidencias en tramos de carreteras y autopistas inundadas, en particular en la región de París, donde a media mañana se acumulaban más de 400 kilómetros de retenciones, según el sitio oficial Sytadin. (c) Agencia EFE