De Claudio Rico a Fátima Florez, todos los imitadores de Javier Milei: “Es un gran personaje para hacer, lo tiene todo”

De Claudio Rico a Fátima Florez, todos los imitadores de Javier Milei: “Es un gran personaje para hacer, lo tiene todo”
De Claudio Rico a Fátima Florez, todos los imitadores de Javier Milei: “Es un gran personaje para hacer, lo tiene todo” - Créditos: @Mauro V. Rizzi

Excesivo, histriónico, extravagante, provocador. La construcción que hizo y hace el presidente Javier Milei de sí mismo lo ha vuelto un personaje con el que buena parte del electorado conecta. No son solo sus modos, sus tonos, su vehemencia, también es su forma de mirar, de caminar, su estética, una conjunción de elementos fríamente calculados. Todas condiciones que redundan en un terreno fértil para la caracterización, cuando no la caricatura.

Desde su primera aparición en la vida pública y por mérito propio, Milei ha quedado en el ojo de diferentes artistas que lo estudian, analizan, investigan, buscando con más o menos fortuna subrayar cada uno de sus rasgos en pos de un sketch o situación humorística. Ya había pasado en los 90 con Carlos Saúl Menem, y hoy vuelve a suceder.

Con su llegada a la presidencia en diciembre de 2023, las imitaciones del primer mandatario se incrementaron, trascendiendo incluso las fronteras del país. Pero esta historia comenzó mucho antes, cuando todavía buscaba hacerse oír en paneles televisivos. Por entonces Milei ya era Milei, por lo que era una cuestión de tiempo que los especialistas en copiar modismos lo incorporaran a su repertorio y, de esa manera, multiplicaran su figura exponencialmente.

Javier Milei y Claudio Rico, codo a codo, en Intratables
Javier Milei y Claudio Rico, codo a codo, en Intratables

Claudio Rico, el pionero

La primera vez que Claudio Rico se puso “la peluca de Milei” fue en tiempos en que el líder de La Libertad Avanza buscaba ganarse su espacio en los medios, siendo el sillón de Rivadavia todavía un sueño inalcanzable. Desde Barcelona, y en diálogo con LA NACIÓN, el humorista recuerda sus primeras impresiones en torno al político: “La imitación no es solo ponerse la peluca y un traje. Cuando lo vi en la tele, enseguida dije ‘¡Qué lindo personaje para hacer!’. En ese momento me llamó mucho la atención sus altos y bajos en la voz, por momentos tranquilos y por momentos exultantes, a los gritos. Después el pelo, un rasgo característico. Luego las muletillas, las palabras que repetía: ‘Claro’, ‘Digamos’, ‘O sea’. El mismo traje, camisa celeste, la misma corbata. Siempre en la mano una agenda o cuaderno, y el estuche de los lentes. Mucha selfie y pulgares para arriba”.

Y una noche persona y personaje se vieron las caras por primera vez, en el piso de Intratables: “Elogió y valoró mi trabajo, me acuerdo que me dijo: ‘No solo me sacás la voz perfecta, sino que también pensás como yo. Genial’. Y me agradeció por imitarlo con respeto, sin ridiculizarlo”.

La buena recepción no solo permitió que Claudio incorporara a Milei a su repertorio en la radio y también en programas como Intratables o Polémica en el bar, sino que hasta lo llevó a compartir escenario con el político: “Nos juntamos, cruzamos teléfonos y le sugerí hacer teatro. Y así fue que lo que hacía en cable con Diego Sucalesca -hoy al frente de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional-, El consultorio de Milei, pasó a las tablas en 2018 con producción de Nito Artaza”.

Claudio Rico, Javier Milei, Diego Sucalesca y Karina Milei, en la obra El consultorio de Milei.
Claudio Rico, Javier Milei, Diego Sucalesca y Karina Milei, en la obra El consultorio de Milei. - Créditos: @Gentileza: Claudi

La aventura colocó al hoy presidente en otra órbita. Sin embargo, la experiencia no fue todo lo feliz que se podía esperar. Y productor y protagonista terminaron a las patadas.

Nito Artaza, el productor

Sin dudas uno de los grandes referentes de la profesión de imitador es Nito Artaza, protagonista de la última época de oro del género. Y aunque el primer contacto que tuvo con el político fue en el rol de productor del espectáculo El consultorio de Milei, aprovechó para aportarle muchas ideas sobre el concepto del show, camino que el economista había encarado más intuitivamente. Artaza recuerda para LA NACIÓN: “Me divertía arriba del escenario, como comediante tenía mucho ángel con el público. Con todo respeto, a mí me gusta más como actor que como presidente”.

El comentario no es casual, porque si bien en tiempos de montaje de la obra todo era alegría, con el tiempo la relación entre los dos hombres se fue complicando. Si bien las diferencias ideológicas estuvieron desde el primer momento, el teatro no pudo sortear las explosivas diferencias en las convicciones políticas de ambos. El malestar comenzó en privado, aunque luego se trasladó a la esfera pública: “Casi le sube la presión en América cuando discutimos en Intratables. Ahora digamos que bajó más el tono, pero él sabe que lo que más lo beneficia es el conflicto. Tiene cero resistencia a la discusión, me parece que eso lo tiene que corregir. Yo le recomendé: ‘Tenés que hacer terapia, Javier’. Tiene que corregir eso de no escuchar al que piensa distinto. Con él no se puede discutir de economía porque es ‘El que más sabe’. En su momento le dije ‘No podés ser tan soberbio, pero a él le gusta ser soberbio con lo que domina”.

Los caminos de Artaza y Milei se separaron pero hasta por ahí nomás. El actor incorporó su caracterización en Toy sin plata -la obra que comparte con Miguel Ángel Cherutti-, a partir de una vuelta de tuerca: “En realidad hacemos que clonamos a Menem y el proceso falla. Ponemos todos elementos de los 90 y sale Milei”.

Viendo los resultados, se puede inferir que tener un mano a mano con el personaje a hacer puede ser muy favorable para un profesional de la caracterización. Y en este caso, nadie tuvo una mejor oportunidad que quien fuera pareja de Javier Milei durante nueve meses. Además de ser una de las mejores artistas en su especialidad.

Fátima como Javier Milei en su obra Fátima 100%, en el teatro Roxy de Mar del Plata
Fátima como Javier Milei en su obra Fátima 100%, en el teatro Roxy de Mar del Plata - Créditos: @Mauro V. Rizzi

Fátima Flórez, la compañera de ruta

“Javier es muy histriónico, como otros personajes que también hago, que tienen todo más a flor de piel, la personalidad, los rasgos característicos. Eso lo hace una persona distinta, desde cómo mueve las manos, cómo se para ante el público, su estilo de oratoria. Aunque si bien son rasgos que te llevan a que sea más fácil la caracterización, a la hora de preparar el personaje, voy directo a su psicología, es decir, a entender su cabeza, cómo piensa, cómo siente, qué diría en tal o cual situación. Cuando estudio a mis personajes y veo entrevistas, juego a adelantarme a adivinar qué respondería, y por suerte me sale bastante bien”, le cuenta Fátima Flórez a LA NACIÓN. De todos aquellos que intentaron corporizar al presidente, Fátima fue quien generó un vínculo más estrecho, ya que fue su pareja entre julio de 2023 y abril de 2024.

En el transcurso de la relación, que tuvo amplia cobertura mediática, la estrella protagonizó en Mar del Plata el espectáculo Fátima 100%, en la que sumó una composición de su pareja que fue muy bien recibida por el público. ¿La cercanía le jugó a favor o en contra?: “Ser una persona cercana a quien vas a interpretar es obviamente positivo, porque acelera los tiempos del proceso de preparación del personaje. Lo que en estudio de videos te puede llevar cuatro meses, al estar en contacto con la persona lo hacés en un mes. En ese sentido es sumamente positivo. Aunque claro, una no tiene la suerte siempre de conocer a todas las personas que interpreta, en mi caso hasta he viajado para ver de cerca a quién estoy preparando. Pero bueno, eso pasa también por la obsesión de una de que todo sea perfecto, acá lo importante es llegar a conocer el alma y la psicología del personaje. Después viene por supuesto la voz, soy muy minuciosa y detallista con eso, pero la clave, el esqueleto y la columna vertebral es ir al cerebro, a la cabeza, al alma. Entonces ahí una puede decir que como actriz logró lo que buscaba, que la interpretación sea redondita”.

Iván Ramírez, la nueva generación

Mientras algunos dicen que la caracterización es un género en extinción, restringida a formatos radiales donde lo único importante es trabajar la voz, una nueva generación de profesionales resiste a fuerza de talento. De esta nueva camada, Iván Ramírez es uno de los más talentosos, y a los 25 años, ya puede enorgullecerse de ser un legítimo heredero de quienes hicieron grande la profesión. A él corresponden las notables composiciones que hizo de Beto Casella, Rodrigo Barassi o Ángel de Brito en Bienvenidos a bordo, o el Bailando, entre otros ciclos. Y también, por supuesto, Javier Milei, a quien presentó por primera vez en 2023 en el PPT de Jorge Lanata. “Antes no lo tenía en la cartera de personajes -comparte con LA NACIÓN-. Me acuerdo que en ese momento tuve apenas un mes para estudiarlo, porque cuando me lo pidieron el programa ya estaba por salir al aire. Fue muy poco tiempo, pero no me costó nada”.

La buena recepción que tuvo su composición hizo que este año pudiera repetirla junto con Marcelo Tinelli en el debut del conductor en el streaming, un excelente momento de humor en formato entrevista. El secreto de Iván para construirlo de manera tan precisa no deja de ser curioso: “Cuando empecé a estudiar al personaje, sentí que era como la María Elena Fuseneco de Casados con hijos, pero de la política. Me refiero a que tiene varios aspectos que los destacan: una personalidad muy fuerte, sus tonos; cuando habla tranquilo, de pronto se desespera y después se vuelve más efusivo. Tiene sus latiguillos también, como el ‘digamos’, o el ‘o sea’”.

El fenómeno crece y trasciende las fronteras argentinas, en los últimos meses se conocieron imágenes de Brasil, España e Israel, donde actores aportaron sus miradas -bastante menos inspiradas que las locales- del presidente argentino.

¿Por qué Javier Milei es tan imitado? Iván Ramírez tiene la respuesta: “Primero, porque es un personaje muy importante. Tengas la ideología que tengas, no podés negar su relevancia. Es como un influencer de la política, con todo su equipo de marketing, por cómo lleva las redes sociales, y demás. Además, para el ojo del imitador tiene todo: su pelo, sus patillas, cada frase que dice, los remates, el “¡Viva la libertad, carajo!´', sus gestos. En todos los eventos privados que hago, la gente lo pide muchísimo”. Un fenómeno que, por evidente, no resulta menos curioso. Ficción y realidad, amalgamados en un signo de los tiempos.