Colate Vallejo-Nágera y Alejandra Conde: descubrimos a la pareja sorpresa del momento
Y de repente, el amor. Es el título de una película. También, de una canción de Roberto Carlos. Historias de amistades de juventud que, de repente, tras un reencuentro fortuito, o no (depende del efectismo del guion), se convierten en otra cosa. Llámese ilusión, pasión y, por supuesto, amor. Porque los flechazos están muy bien. Son una fantasía, vaya… Qué decir de subidón de bilirrubina cuando Cupido te ensarta el corazón con el de tu alma gemela… Pero los amores que se gestan a fuego lento, esos que empiezan con unas miradas por aquí y unos cafés por allá para un día descubrirte en los brazos del otro, esos, señores, molan. Y mucho.
Posiblemente, y echando la imaginación a volar, eso es lo que les ha podido pasar a Colate Vallejo-Nágera y a Alejandra Conde, la hija menor del exbanquero y empresario Mario Conde y la ya tristemente desaparecida Lourdes Arroyo, su primera mujer. Que se conocían desde hace décadas, pero se han vuelto a encontrar. Y de ese reencuentro, a finales del año pasado, de ese estar cómodos el uno con el otro y compartir conversaciones y confidencias, han pasado a otra cosa, que la camaradería de un día ha pasado a ser amor —y del bueno— al otro. Porque no hay nada que se lo impida o los separe, sino todo lo contrario. Por un lado, ya han pasado casi dos años desde que Alejandra, pusiera, en febrero de 2023, punto final a su relación de casi 20 años con Fernando Guasch Vega-Penichet. Y por otro, lo mismo para Colate: vuelve a estar soltero tras su noviazgo con la diseñadora colombiana María Clara Mejía y un verano en el que se le relacionó con la abogada Macarena Olona. Single, sí, pero hasta ahora.
Porque las instantáneas que tienen ante ustedes evidencian lo que de un tiempo a esta parte sonaba como un rumor. Porque se los comenzó a ver juntos. En Navidades, en Pedraza, la villa segoviana a la que la familia de Colate está muy unida desde que su hermana, Samantha, además, abrió un restaurante en la plaza mayor castellana. Pero estas imágenes son cosa seria. Sin necesidad de palabras, muestran cercanía, intimidad, manos entrelazadas... Y que hay beso, lo que confirma una relación madura cuando, además, tiene lugar a plena luz del día. Que el vicepresidente del Badajoz y también empresario del mezcal (Colate es copropietario de la marca Santo Gusano) y su chica no racanean con el cariño. Porque el amor no es algo con lo que escatimar, que si se acaba, ¿qué te queda? Quizás, con suerte, una buena amistad, como la que, dicen, une a Mario Conde y a su ya exnovia, la pintora sevillana Adriana Torres, quienes, tal y como también se ha podido saber estos días pasados, ya no están juntos.