Coleen Rooney quiere hacer leña del árbol caído tras su victoria judicial contra Rebekah Vardy
La guerra judicial entre dos de las 'wags' más mediáticas del Reino Unido, Coleen Rooney y Rebekah Vardy, esposas de los futbolistas Wayne Rooney y Jamie Vardy, respectivamente, terminó oficialmente el pasado viernes cuando el Tribunal Superior de Justicia de Londres concedió la victoria a la primera corroborando sus acusaciones de que su antaño amiga había filtrado a la prensa informaciones perjudiciales y hasta difamatorias sobre su marido.
De esta manera, se puso fin a tres años de litigio marcado por un duro cruce de reproches entre ambas, de los que tomaron muy buena nota los tabloides británicos. Sin embargo, parece que Coleen no se conformará con los casi tres millones de libras que podría tener que pagar Rebekah por orden del juez, derivado de una sentencia que esta última tendría intención de recurrir.
Rebekah no quiere ser recordada por la opinión pública como la "villana" de la historia, según aseguran sus allegados, pero Coleen estaría decidida a subrayar tal condición con la presentación de otra demanda que ahondaría en los daños y perjuicios sufridos a raíz de ese uso ilícito de su información privada, que vulneró la legislación en materia de protección de datos personales.
"Fue una gran victoria para Coleen. Está encantada con la decisión del juez, que por otro lado no le sorprende. En los próximos días, va a reflexionar y a hablar con su equipo legal sobre los próximos pasos a seguir. Es posible que esto implique pedir su propia indemnización por daños y perjuicios. Es algo que definitivamente va a considerar, siempre bajo la guía de sus abogados", ha explicado una fuente de su entorno al diario The Sun.
Un hecho muy ilustrativo sobre el culebrón mediático en que se convirtió este caso, conocido como 'Wagatha Christie' en un ingenioso juego de palabras con el acrónimo 'Wag' -'Wife and Girlfriend'- y el nombre de la autora británica Agatha Christie, la reina del misterio y el suspense, reside en los planes que ya se estarían desarrollando para ficcionar esta polémica, que podría desembocar en una miniserie para la televisión británica e incluso en una película producida en Hollywood.