Colson Whitehead: "A EE.UU. le gusta el racismo y los policías"

Madrid, 7 mar (EFE).- El estadounidense dos veces ganador del premio Pulitzer Colson Whitehead ha hecho un "cambio excéntrico" en su literatura y se ha metido de lleno en una trama policíaca con "El ritmo de Harlem", la primera entrega de una trilogía donde se sumerge en el mundo criminal de este barrio neoyorquino en los años 60 del siglo pasado.

Con ocho novelas ya publicadas, Colson Whitehead (Nueva York, 1969) vuelve a dar un giro a su trayectoria y, tras ganar el Premio Pulitzer con dos obras "serias", como "El ferrocarril subterráneo" (2017) y "Los chicos de la Nickel" (2020), buscaba no hacer lo que se "esperaba" de él para "no perder la frescura", dijo este martes en Madrid.

Y lo hizo, porque "El ritmo de Harlem", que saldrá a la venta en España el próximo jueves, es una lectura ágil, no exenta de su habitual brillante mirada para devolver a la memoria la historia negra americana, la de sus antepasados, esos que siguen siendo víctimas de actos racistas en el Nueva York que habita.

"A EE.UU. le gusta el racismo y le gustan los policías, hay mucha brutalidad policial y cada vez que se intenta hacer algo contra la policía no dura mucho, lo he visto durante toda mi vida, (...) nunca ha habido un intento serio de poner en práctica ninguna reforma en la policía y no creo que lo vaya a haber", lamentó.

Pero Whitehead no pierde el foco y apunta de manera certera en esta trama, en la que el presente está mezclado con el pasado, porque al final la vida es cíclica.

"El ritmo de Harlem" cuenta la historia de Ray Carney, hijo de un miembro de la mafia afroamericana, que al crecer monta una tienda de muebles para alejarse de la delincuencia de su vida de niño. Pero pronto se dará cuenta de que ser honrado no da dinero y comenzará a vender objetos robados y emprender otros robos de mayor calado, como el del famoso hotel Theresa, el "Waldorf de Harlem".

"En principio iba a ser una única historia y se ha convertido en tres que ocurren en 1959, 1961 y 1964. Cuando haces dos tienes que acabar la trilogía y he ido siguiendo al personaje por la ciudad en cada década. Empieza con 30 años y acaba con 50 y tiene un destino que está circunscrito a la ciudad", explicó.

"Lo escribí en la pandemia, cuando no podíamos salir de casa, la ciudad estaba desierta, tengo fotos de Times Square vacía, y eso reflejaba un poco lo que estaba escribiendo, porque en los años sesenta Nueva York estaba en la ruina, había crímenes, surgió el Hip Hop, la música disco, y me daba la sensación de formar parte de esa regeneración de la ciudad", dijo.

Ese es el escenario en el que se mueve Ray Carney, quien "tiene una cara y luego tiene la espalda, que es más oscura"; "Yo creo que todos tenemos que ver con él, todos reprimimos nuestras tendencias antisociales para poder ser miembros de la sociedad y no parecer asesinos", añadió.

El también profesor en las universidades de Columbia y Princeton reconoció su apego a la ciudad donde nació y vive, pero, a la hora de ver paralelismos en la ciudad que describe en esta novela, afirmó que entonces él tenía seis años y no pudo ver en directo a algunos de los artistas cuyas melodías suenan en el libro, como Los Ramones o Blondie.

No conoció ese Nueva York, pero tampoco le preocupó, porque lo que intentó fue "recoger el dinamismo" de esta ciudad que ama.

A la espera de que la segunda entrega de la trama salga en julio en inglés, Whitehead adelantó que ya está finalizando la tercera entrega y que ha mantenido varias reuniones para llevarla al cine. Pilar Martín

(c) Agencia EFE