De la comedia al drama: cinco películas para redescubrir el talento de Melissa McCarthy

Melissa McCarthy, nominada al Oscar como Mejor actriz
Melissa McCarthy, nominada al Oscar como Mejor actriz

Sookie St. James apareció como personaje televisivo en el 2000, en la serie de culto de Amy Sherman-Palladino Gilmore Girls. No era tarea fácil dejar una marca en una serie con una protagonista tan extraordinaria como Lauren Graham, pero al tratarse de Melissa McCarthy, una figura poco conocida para la industria en ese momento, no solo logró darle matices a su personaje en esta dramedy sino también demostrar que estaba lista para un protagónico.

El reconocimiento no tardó en llegar. McCarthy, al finalizar la serie, comenzó a trabajar en la sitcom Samantha Who?, y luego en 2010 en Mike & Molly, donde finalmente estaba en el centro de la escena. Su interpretación de Molly Flynn le valió ese famoso Emmy en el que todas sus colegas nominadas en la categoría de mejor actriz en comedia subieron al escenario, le colocaron una tiara y le dieron un ramo de flores. Esa noche también estaba atravesada por las muy buenas críticas que había recibido por su intervención en Damas en guerra, la película por la que al año siguiente la nominarían al Oscar.

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En esta nota hacemos un repaso de los mejores trabajos de la actriz en cine, a través de películas que se pueden disfrutar en diferentes plataformas de streaming, y en el marco del estreno de El estornino, el film de Theodore Melfi que McCarthy protagoniza y que llega este viernes a Netflix.

*DAMAS EN GUERRA

El gran elenco que reunió Paul Feig para Damas en guerra
El gran elenco que reunió Paul Feig para Damas en guerra


Melissa McCarthy junto al gran cast de Damas en guerra, película que le valió su primera nominación al Oscar

Damas en guerra cumple su décimo aniversario y sigue resistiendo múltiples revisiones. Paul Feig, quien colaboró con Melissa McCarthy en varias oportunidades, apostó por una historia protagonizada enteramente por mujeres -lo cual luego le trajo durísimas e inmerecidas críticas con el reboot de Cazafantasmas-, y con un excelente guion de Kristen Wiig y Annie Mumolo, quienes volvieron este año con otro trabajo escrito en conjunto: Barb y Star van a Vista Del Mar. Si bien el eje del film era la distancia que se empezaba a gestar entre dos mejores amigas, Annie (Wiig) y Lillian (Maya Rudolph), lo cierto es que McCarthy se robó toda la atención con su interpretación de Megan, la mujer que rompe con los prejuicios que tiene el mundo sobre ella y comanda una de las escenas más humanas del film: su charla con Annie, mediante la cual la empuja a salir de su zona de confort y retomar las riendas de su vida. Al mismo tiempo, McCarthy también brilla en lo que es uno de sus fuertes (el humor físico) en la famosa escena escatológica que Feig retrata con plena confianza en el talento de su ese gran cast que también derribó otro prejuicio: que esa clase de comedia era solo patrimonio de los hombres.

*SPY: UNA ESPÍA DESPISTADA

Spy
Spy


Melissa McCarthy y Jude Law en Spy: una espía despistada

Spy: Una espía despistada es, sencillamente, una película extraordinaria. Escrita y dirigida por Feig, la comedia parodia las películas de espías (más precisamente, la saga de James Bond) con una mujer como protagonista de un relato que riza el rizo con varios finales y múltiples giros narrativos. McCarthy interpreta a Susan Cooper, una empleada de la CIA que está enamorada platónicamente de uno de sus compañeros, el agente Bradley Fine (Jude Law). Cuando éste recibe un disparo durante una misión, Cooper, quien estuvo siempre acostumbrada a pasar sus días detrás de un escritorio, es enviada al campo de juego, donde demuestra todo el potencial que no había desplegado previamente por miedo a alterar su cotidianidad. Spy tiene muchísimas secuencias memorables, pero si nos concentramos en lo macro, hay que destacar el buen ojo de Feig para construir amistades entre mujeres que no abundan en el cine y que aquí, incluso entre Cooper y su antagonista Rayna (una hilarante Rose Byrne), son tan divertidas como conmovedoras. Dato: por su interpretación, McCarthy recibió una nominación al Globo de Oro como mejor actriz de comedia.

*CHICAS ARMADAS Y PELIGROSAS

Chicas armadas y peligrosas
Chicas armadas y peligrosas


McCarthy junto a Sandra Bullock en Chicas armadas y peligrosas

Si cabía alguna duda de que McCarthy se destaca siempre que Paul Feig está al mando, tenemos otra comedia como exponente de esto. Chicas armadas y peligrosas, el film dirigido por el cineasta con guion de Katie Dippold (quien luego escribiría Cazafantasmas) es otro aporte al hilo conductor de la obra del realizador: la solidaridad entre sus protagonistas femeninas, una vez superados los prejuicios iniciales. En este caso, McCarthy interpreta a Shannon Mullins, una agente de policía de Boston de armas tomar que se maneja por instinto y sin seguir las reglas impuestas, estrategia que le funciona para cerrar casos. Del otro lado se encuentra Sarah Ashburn, personificada por Sandra Bullock, una profesional estructurada que confía en la lealtad de las fuerzas para las que trabaja y quien teme exigir un ascenso que desde hace tiempo merece. Los pasos de comedia entre McCarthy y Bullock son maravillosos, lo cual explica que Feig haya decidido incluir en el corte final secuencias improvisadas que no propulsan la trama y que están por el puro placer de ver interactuar a dos grandes comediantes. Como en toda buddy-buddy movie, la dupla arranca a trabajar en conjunto con el pie izquierdo, hasta que se genera una amistad por la manera en la que se complementan mientras intentan, solas con su inteligencia, desmantelar una red de narcotráfico.

*¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA?

¿Podrás perdonarme?
¿Podrás perdonarme?


¿Podrás perdonarme algún día? demostró que la actriz es mucho más que una gran comediante; por su interpretación cosechó su segunda nominación al Oscar

Si bien St. Vincent y algunas secuencias de Ladrona de identidades permitían el lucimiento de McCarthy en escenas dramáticas, la película que terminó de ratificar su ductilidad fue ¿Podrás perdonarme algún día?, esa enorme biopic que captaba, entre otras cosas, una Nueva York melancólica de los 90 a través del gran trabajo de fotografía de Brandon Trost. La biopic de Marielle Heller focaliza en un momento en la vida de la escritora Lee Israel (McCarthy), quien, al sufrir un bloque narrativo, toma la decisión de falsificar cartas de figuras famosas para luego venderlas a coleccionistas. Basada en las memorias de la escritora -quien en el libro de 2008, Can You Ever Forgive Me?, relata con mucha ironía esa etapa oscura-, los guionistas Nicole Holofcener y Jeff Whitty aciertan al sumar al relato a Jack Hock, un personaje que no forma parte del libro, y que fue interpretado por Richard E. Grant, un gran partenaire para la protagonista. Nostálgica y con toques de humor negro, ¿Podrás perdonarme algún día? se corre de la clásica biopic para entregarnos un largometraje que remite al cine de Woody Allen y que le valió tanto a McCarthy como a Grant nominaciones al Oscar.

*ST. VINCENT

McCarthy junto a Jaeden Lieberher y Naomi Watts en St. Vincent
Archivo


McCarthy junto a Jaeden Lieberher y Naomi Watts en St. Vincent (Archivo/)

Siete años antes de El estornino, McCarthy también era dirigida por Theodore Melfi en esta perlita protagonizada por Billy Murray y Naomi Watts. En la segunda película del realizador nos encontramos con un Murray en estado de gracia en el rol de Vincent MackEnna, un veterano de Vietnam con pocas pulgas, un misántropo que apenas sale de su casa y se hunde en deudas y alcohol. El giro se produce cuando entra en su vida su vecina Maggie Bronstein (McCarthy), quien le pide ayuda a Vincent para cuidar de su hijo Oliver (Jaeden Lieberher), dado que ella tiene múltiples trabajos y no puede estar tan presente como le gustaría. Con el paso del tiempo, la vida del protagonista comienza a modificarse gracias a ese niño que logra traspasar su coraza y lo ayuda a romper la burbuja que él se construyó para sí mismo. Como en ¿Podrás perdonarme algún día?, McCarthy, nominada al Critics’ Choice por su actuación, está excelente en el dominio del drama -con algunos aportes cómicos inevitables-, y nos pone de cara a una realidad insoslayable: los trabajos que ha realizado bajo la dirección de su esposo Ben Falcone (de El alma de la fiesta a Fuerza trueno) no le hacen justicia a su enorme talento.