Comentario: El musical de Tina Turner cobra nueva resonancia tras la muerte de la poderosa intérprete

Corrección:
6:09 p.m. jun. 18, 2023: Tina Turner murió durante el primer año de la gira del programa, no cerca de su final como se dijo originalmente. La estrella Naomi Rodgers comparte el papel principal del musical con Zurin Villanueva.

La reverencia por Tina Turner eelectrificó el Hollywood Pantages Theatre durante la apertura del miércoles por la noche de "Tina: The Tina Turner Musical", que aterrizó en Los Ángeles un mes después de que la Reina del Rock ’n’ Roll muriera en su casa en Suiza a la edad de 83 años.

Una cosa es ver un musical bio-jukebox sobre una estrella que se fue hace mucho tiempo, pero otra muy distinta es sentarse entre la audiencia para ver un espectáculo sobre una leyenda que falleció durante el primer año de la gira inaugural de su espectáculo homónimo en América del Norte. El público llegó listo para una grata liberación del dolor que habían sentido desde la muerte de Turner. Los pañuelos estaban listos, los murmullos de elogios abundantes y los aplausos rugientes.

La portada del programa Playbill para el show se ha modificado para mostrar un retrato de Turner con sus fechas de nacimiento y muerte impresas a continuación; hay libros de visitas en el vestíbulo para que los fanáticos escriban tributos; y al final del espectáculo en la noche de apertura, el elenco se reunió en el escenario para rendir homenaje a su héroe.

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“Nos miramos unos a otros y a cada uno de ustedes para compartir el amor, el respeto y la amabilidad que ella compartió con nosotros”, dijo Roz White, quien interpreta a la madre de Tina, Zelma Bullock, en el musical. “Celebramos a esta notable mujer y artista. Tina estuvo profundamente involucrada en la elaboración de este musical. Y dedicamos nuestra presentación de la noche de apertura aquí en Los Ángeles y cada presentación a su memoria. Sin duda, estaría orgullosa de que estemos compartiendo cada onza de la alegría, el arte, la energía que compartió con nosotros”.

Turner fue una gigante de la musica estadounidense, con una voz que podía mover montañas y una carrera que abarcó décadas. Su historia de abandono y trauma infantil, que dio paso a la fama temprana como parte de Ike & Tina Turner Revue, luego condujo a un matrinonio abusivo y una caída precipitada del centro de atención, es tan dramáticamente apasionante como el segundo acto posterior de su vida.

Después de casi una década en relativa oscuridad, a los 44 años, Turner volvió rugiendo en sus propios términos, un regreso que consolidó su estatus como una de las estrellas de rock más grandes del mundo. También encontró el amor con un segundo esposo que la adoraba, el ejecutivo musical alemán Erwin Bach.

Turner y Bach figuran como productores ejecutivos del espectáculo, y una cita de Turner sobre su entusiasmo por la gira por América del Norte todavía aparece en el comunicado de prensa de lo que es la sexta producción del espectáculo en todo el mundo desde que se estrenó en West End Londres en 2018.

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En particular, es la primera producción en la que Turner ya no podrá sentarse entre la audiencia.

El espíritu de Turner está dentro de Naomi Rodgers, quien encarna a Turner con una reverencia tan abundante como sus dotes vocales y piernas que desafían con sus patadas la gravedad. (Rodgers actúa en la mitad de los espectáculos de la semana, compartiendo el papel con Zurin Villanueva). Rodgers es una sucesora adecuada de Adrienne Warren, quien en 2020 ganó un premio Tony por la interpretación de una actriz principal en un musical cuando el espectáculo, escrito por Katori Hall, Frank Ketelaar y Kees Prins, y dirigida por Phyllida Lloyd, aterrizó en Broadway.

“Canta como si le estuvieras cantando al dios que llevas dentro”, le dice Phil Spector (Geoffrey Kidwell) a Turner en el primer acto del espectáculo. Turner dice que sabe exactamente cómo hacerlo, y es fácil creer que es una especie de dios. Los dones de ciertos artistas son tan grandes que parecen tocados por lo divino. Los simples mortales solo pueden preguntarse cómo se sentiría expresar sus emociones con una voz como la de Turner.

De esta manera, el programa da la bienvenida a la reflexión sobre la naturaleza de la genio: cómo no siempre llega en un paquete limpio y rara vez tiene un final feliz. Muchos de los genios musicales del siglo XX están muriendo. Solo en la última década hemos perdido a Aretha Franklin, Tom Petty, Chuck Berry, Prince, David Bowie, B.B. King, Leonard Cohen y Burt Bacharach, por nombrar solo algunos.

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Estos músicos representan un momento en el tiempo para la música que nunca volverá a aparecer: una onda singular en el continuo espacio-tiempo de la historia. Al igual que con los miembros de la Gran Generación que lucharon en la Segunda Guerra Mundial y ya no están para contar sus historias, pronto llegaremos a una era en la que casi no queda nadie que pueda recordar cómo se sintió ver a Billie Holiday en un concierto o ver a Elvis. mover la pelvis por primera vez en la televisión nacional.

Por esta razón, el musical “Tina” resuena de manera diferente tras la muerte del ícono. Lo que una vez fue un espectáculo muy agradable, ligero en la narración pero lleno de emociones musicales, ahora es un símbolo de todo lo que estamos perdiendo a medida que el rock 'n' roll inevitablemente cambia de una forma innovadora de revolución a una complacencia formulada.

Turner representó muchas cosas para muchas personas, y el amor por ella, y el alma inefable de la músic

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.