El compositor británico Sami Yusuf: el flamenco tiene un elemento de Oriente Medio
Fatima Zohra Bouaziz
Fez (Marruecos), 26 may (EFE).- El compositor británico Sami Yusuf, de origen azerbaiyano y considerado una de las figuras más aclamadas en música tradicional en la escena internacional, consideró en una entrevista con EFE que la música flamenco contiene "un profundo elemento" de la música tradicional árabe de Oriente Medio.
Yusuf dio este sábado un concierto acompañado por veinte músicos de varios países, y en el que estrenó nuevas canciones con letras de la poesía mística española en la segunda noche del Festival de Músicas Sacras de Fez, con España como país invitado de honor de esta 27 edición.
El músico británico afirma que tiene "un profundo amor por el flamenco", música que dijo descubrir desde su infancia en Londres.
"Sentí que dentro del sonido del flamenco hay un profundo elemento árabe de Medio Oriente, especialmente en el 'maqam Hijaz' (que forma parte del sistema de escalas musicales en las que se basa la música tradicional árabe", dice.
Los jóvenes tienen interés por la música tradicional
Yusuf empezó su carrera musical en 2003 con el disco religioso 'Al-Muallim', que fue entonces uno de los álbumes más escuchados en el mundo árabe e islámico y entre la comunidad musulmana en Occidente, y fue considerado entonces como el "rey del pop islámico".
Veinte años después, el artista dice que su música ha cambiado de manera radical hacia un estilo que abarca las tradicionales musicales místicas de todo el mundo, incluyendo varios géneros como el 'qawwali' (música religiosa tradicional sudasiática), la música clásica persa, la sufí de Oriente Medio y la música clásica occidental.
"He empezado mi carrera profesional con un álbum devocional y espiritual, pero eso fue hace veinte años, mucho ha cambiado (...). Mi música ahora es muy diferente de 2003, 2004 y 2005. Estoy más interesado en la música tradicional del mundo y me siendo más cómodo en este género", asevera.
Con la música tradicional, Yusuf intenta llegar a los jóvenes en un mundo donde predomina la música pop occidental que tiene, según él, "los mismos códigos y sonidos" y que no deja espacio para que los instrumentos y la música tradicional sean más visibles.
"Los jóvenes son absorbidos por el mundo de la música pop occidental pero si les damos la oportunidad de escuchar el laúd, el qanun (parecido a la cítara) o el ney (...) lo van a apreciar. Cuando escuchan algunos de mis discos conectan con mi música, es sorprendente, incluso para mí", apunta, al tiempo que añade que muchos jóvenes acuden a sus conciertos.
Yusuf bate récord en su concierto en Fez
El concierto de Yusuf fue uno de los platos fuertes del festival con entradas agotadas días antes y con una asistencia récord que llenó los 4.200 asientos del escenario montado frente a las puertas mereníes del palacio Bab al Makina. Decenas de personas se quedaron de pie en los pasillos.
Yusuf y su grupo ofrecieron un diálogo musical entre la guitarra flamenca, el cante, la música sufí marroquí y los 'mawwals' de Al-Ándalus, en una composición que forma parte de la iniciativa de conciertos 'When Paths meet' (cuando los caminos se encuentran) que el compositor lanzó en 2019 con el objetivo de unir varias tradiciones musicales del mundo.
Las letras de varias de las canciones interpretadas en el concierto retomaron las poesías místicas de San Juan de la Cruz (1542-1591), Teresa de Jesús (1515-1582), el filósofo Ibn Al-Arabi (1165-1240) y el místico andalusí Abu al-Hasan al-Shushtari (1212-1269).
"Ven, ven mi alma" fue una de las canciones con que se abrió el concierto, inspiradas en el místico murciano Ibn Al-Arabi e interpretadas por el cantaor flamenco español Israel Moro alternando melodías flamencas y ritmos de música sufí marroquí.
El público vibró también con temas clásicos como 'Madad', inspirada en poesía sufí, y 'Fiyyashiyya', una de las destacadas canciones tradicionales marroquíes.
Con más de 45 álbumes vendidos y más de mil millones de descargas de sus discos, Yusuf interpretó en varios escenarios como Wembley Arena en Londres, la Filarmónica de París, en el Real Concertgebouw en Ámsterdam, y llegó a congregar cerca de 250.000 personas en un concierto en pleno aire en Istanbul (Turquía).
(c) Agencia EFE