Confabulario. Islas, monumentos de la naturaleza

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 29 (EL UNIVERSAL).- En su versión impresa, Confabulario presenta un especial dedicado a las islas de México. Abordamos la importancia de su conservación para mitigar el cambio climático; un reportaje sobre un proyecto científico binacional para el rescate de los albatros patas negras, una especie en peligro de extinción y un reportaje sobre las Islas Marías.

En la Isla Guadalupe, científicos y biólogos se han coordinado con instancias gubernamentales mexicanas y asociaciones estadounidenses para preservar al albatros de Lydsen, también así llamado. Un centro interdisciplinario en esta isla ha reinstalado a un hábitat nuevo a esta ave endémica de Hawái afectada por el cambio climático; vemos cómo la translocación es un método que requiere de precisión y rigor científico para mover a las crías y huevos de albatros a la Isla Guadalupe.

La isla también es un territorio literario, desde la Grecia clásica, en autores como Homero, quien transmitió la epopeya más gloriosa de la antigüedad: la batalla por Troya y el retorno de Ulises, en un periplo donde la isla es un ambiente central para sortear los desafíos: la Odisea.

Tomás Moro sueña con la isla Utopía, donde la gente vive bien sin el modelo capitalista, más ligado al espíritu protestante de su época. Así como estos ejemplos, rastreamos otros donde las islas sirven de metáfora del destino provisional donde la fantasía, las trampas y el destierro se conjugan.

Además, recorrimos el proyecto turístico que ha impulsado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Un complejo que está en control de la Marina, pero que su administración es poco transparente, improvisada y distanciada de las instituciones culturales para el resguardo del patrimonio histórico.

Documentamos cómo en los productos y servicios que comercializa la Marina dentro de Islas Marías no entregan recibos ni facturas. Son miles de pesos que entran cada fin de semana y que no han sido contabilizados.

Desde 2019 Islas Marías dejó de ser una prisión para convertirse en un complejo ecoturístico.

Después de constatar que la dependencia a cargo de este recinto no contabiliza las ventas y servicios que comercializa dentro de la isla, como venta de bebidas, alimentos, renta de bicicletas, souvenirs, abordamos cómo sin los recibos, no hay un registro preciso de estas transacciones y su destino. Además, de que una instancia del propio Estado incurre en la evasión fiscal.

A través de respuestas de Transparencia, la Marina registra que, desde la inauguración del complejo, han tenido ganancias por 26 millones de pesos por la venta de "paquetes turísticos" (entradas y hospedaje), pero no reportan las ventas que cada fin de semana realizan dentro de la Isla.