Consejos de una 'wedding planner' para organizar unas bodas de oro perfectas

Decoración bodas de oro Vintage Bodas
(Cristina Canibaño)

No todo el mundo sabe que cada aniversario de boda tiene un nombre. El primer año de casados se conoce como bodas de papel; a los cinco se celebran las bodas de madera y a los diez las de aluminio. Las de plata, a los 25 y las bodas de oro, a los 50, son las más conocidas. Estas últimas las alcanzan pocas parejas (se calcula que solo un 5%), por eso no sorprende que se comparen con el oro, un metal precioso conocido por su durabilidad, belleza y valor; un bonito símil para un matrimonio que ha perdurado durante medio siglo. Una cifra que merece la pena celebrar por todo lo alto.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)

50 años casados, un buen motivo para celebrar

Hay parejas que reúnen a todos sus familiares y amigos para una comida informal, otras simplemente prefieren hacer una renovación de votos, y también hay quienes optan por organizar una fiesta con la que rememorar el día de su boda. Ese fue el caso de María Dolores y Guillermo, aunque siendo padres de una wedding & designer planner, en realidad todo fue una sorpresa.

"Mis padres se casaron el 26 de octubre de 1974, y lo hicieron en un desaparecido local que era propiedad de mi familia. Fue la primera boda que se hacía en ese espacio de cena y con un montón de velas. Basándome en esa premisa, fue todo sorpresa para ellos, querían que los acompañasen la familia cercana y todos esos amigos que a lo largo de los 50 años habían estado a su lado en las distintas etapas de su vida", nos explica Marta Quintero, de Vintage Bodas.

Bodas de oro
María Dolores, con vestido de Coosy, y Guillermo el día de la celebración (Cristina Cañibano)

La experta en organización de bodas nos explica que en este caso no hubo ni misa ni renovación de votos (aunque suele ser algo bastante habitual en este tipo de celebraciones). Convocaron a los invitados directamente a una cena en el Palacio Conde Toreno, en Asturias, un espacio único, rodeado de bosques, con capilla propia consagrada y donde los asistentes podían quedarse a dormir. Marta nos cuenta que su madre llevaba un bonito ramo que ofreció a la Virgen, depositándolo en la capilla.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)

La celebración comenzó de lo más animada. Un grupo de mariachis esperaba a todos los invitados en el patio de columnas del palacio, donde se sirvió un aperitivo. "Después de eso servimos la cena, la cocina del Palacio pertenece al chef Diego Fernández, del Restaurante Regueiro, en la localidad asturiana de Tox, con dos soles Repsol. Estaba todo buenísimo", asegura la wedding planner. Y, como en todas las bodas, hubo baile. Contaron con la música del DJ Javi Bodas. "De forma improvisada escogimos Dream a Little Dream para iniciar el baile que, por supuesto, no habían preparado, y mi madre al momento se preparó una coreografía y cogió a mi padre de la corbata", narra divertida. La fiesta fue todo un éxito.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)
Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)

El poder de la decoración

Cuando las parejas optan por organizar una gran fiesta para celebrar su aniversario, es importante prestar atención a los detalles. Marta nos explica que trataron de hacer un guiño a aquella boda de 1974 iluminada por decenas de velas, al tiempo que se unían a las tendencias más solicitadas por las novias. "El salón del palacio tiene vigas de madera y paredes de piedra con grandes espejos, así que preparamos unos velos de tul, y una lámpara de lágrimas, vegetación en el techo y algo de iluminación en color cálido. La última moda es realizar decoraciones con las mesas serpenteando y así lo hicimos. En el centro de  la S marcamos la presidencia con cascada de hortensias granates y rosas rojas, mi madre fue bailarina y era un guiño a la cola del traje de flamenca", explica. Una impresionante decoración que contó con la colaboración de flores Leymar.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)
Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)

Tampoco faltaron los candelabros llenos de velas, el amaranto beis simulando la cera que cae, bases de musgo y rosas o minutas con forma de abanico que fueron obra de As de bodas, como el resto de la papelería. Marta nos explica que para los marcasitios apostaron por una opción de lo más original. Colocaros unos lazos en las copas con los nombres de los invitados. Un detalle muy especial que se pudo ver cuando todos alzaron sus copas para brindar.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)

Detalles con guiños a toda una vida de matrimonio, a aquel primer día (el que marcó el inicio de esa nueva vida) y que rozan lo moderno. Porque sí, medio siglo da para mucho y, como es lógico, la relación cambia y evoluciona, igual que las tendencias. Es por eso que, a la hora de organizar todos estos detalles, conviene reflexionar, pensar en cómo ha sido todo y crear una decoración a medida y tan personalizada (si es lo que la pareja quiere) como la de las bodas actuales.

Bodas de oro decoración Vintage bodas
(Cristina Cañibano)
Bodas de Oro
(Cristina Cañibano)

Celebrar siempre, a pesar de todo

Es la pareja la que deberá marcar qué quiere y el tipo de celebración que desea. Pero si buscan algo diferente, sorprendente o un poco "a lo grande", contar con un profesional del sector suele ser una buena idea. No solo para descomplicarse, sino para que ese aniversario sea un bonito recuerdo, igual que lo fue el día de la boda. Pero cuando le pedimos un consejo a Marta, ella tiene claro que lo más importante de todo es celebrar, sea como sea. "Hay que celebrarlo todo en la vida, de una forma más íntima o de una forma más compleja, pero celebrar, brindar por los años de convivencia, por todos los momentos que nos ha tocado vivir. Celebrar lo bueno y recordar lo malo. En familias en las que, como la mía, hemos tenido varios casos de cáncer, celebrar es el mejor premio que nos puede dar la vida, sean 10, 25 o 50", concluye. Y no podemos estar más de acuerdo.