¿En qué consiste la operación estética a la que se ha sometido Amanda Bynes?

La actriz de 37 años había tratado de evitar en lo medida de lo posible atraer hacia ella la atención de la prensa desde el último bache que sufrió hace unos meses en el largo proceso de recuperación que puso en pausa indefinidamente su carrera interpretativa.

Ahora ha regresado voluntariamente a las redes sociales para confirmar que ha pasado por el quirófano para someterse a una blefaroplastia y atajar los rumores más extremos que ha escuchado en los últimos tiempos acerca de su cambio de aspecto. Este procedimiento sirve para eliminar el exceso de piel o grasa de los párpados; se puede realizar por motivos únicamente estéticos, para reducir el aspecto de párpados caídos o las bolsas de los ojos, pero también permite corregir problemas de salud serios para el paciente.

Esta es la primera vez que habla abiertamente de su decisión de recurrir a la cirugía plástica. En el caso de Amanda, se ha tratado de una intervención pensada para alterar su apariencia y hacerla sentir más a gusto en su propia piel porque no estaba nada contenta con los pliegues de piel que se le formaban en las comisuras de los ojos.

"Ahora me siento mucho mejor conmigo misma y estoy muy contenta de haberme operado de blefaroplastia, es una de las mejores cosas que he podido hacer", ha explicado a sus fans.

En su opinión, esta intervención ha contribuido a darle un aire más juvenil que ella trata de mantener en las fotos que comparte con el mundo tratando de posar siempre bajo una luz natural que no acentúe demasiado sus facciones ni proyecta sombras poco favorecedoras.

Lo que no ha querido confirmar ni desmentir es si realmente se está preparando para rodar un nuevo proyecto como actriz, tal y como se aseguró en septiembre. Su último compromiso relacionado con su trayectoria profesional -una aparición en una especie de Comic-con para nostálgicos de los 90- se canceló abruptamente a principios de año.