Con Todos Menos Contigo | Top de críticas, reseñas y calificaciones

Con Todos Menos Contigo es simplemente una lectura de química de 103 minutos de duración, y sus estrellas pasan la prueba con una calificación lo suficientemente buena como para ignorar algunas de las calificaciones más bajas de la película. Es un regreso satisfactorio al género por parte de Gluck, un prometedor debut en el guión de un largometraje de Wolpert y una primera aparición intrigante de Sweeney y Powell. (...) Puede que no sean los próximos Meg Ryan y Tom Hanks (todavía), pero esta pareja, y su gran anuncio de turismo australiano, estarán bien para salir por la noche.

Con Todos Menos Contigo se une a un subgénero de comedias románticas donde el desafío no es tanto unir a la pareja, sino encontrar formas creativas de separarlos. Principalmente, esta diversión bajo el sol en Australia (porque, bueno, allí es verano) sirve como escaparate para Sydney Sweeney y Glen Powell, quienes amablemente cumplen con las demandas del ejercicio, incluso si el guión solo ocasionalmente sigue su ejemplo.

En última instancia, si estás hambriento de una comedia romántica y quieres ver gente guapa en lugares bonitos, Con Todos Menos Contigo podría ser suficiente una vez que llegue a la transmisión. Pero, con un mejor guión y un par de protagonistas más igualados, esta podría haber sido una entrada decente a un género que solía ser mucho más común de lo que es ahora. Tal vez el mundo necesite que llegue un nuevo Gerry Marshall y le muestre a la gente cómo se hace una comedia romántica.

Ciertamente cumple con la definición de la película que se propone ser, y resultará un visionado fácil y sin desafíos para cualquiera que busque algo que ver de fondo. Pero no hay nada de la réplica de Howard Hawks, nada del brillo astuto de Nora Ephron, nada del romance dulce y autocrítico de Richard Curtis, y apenas, para usar la frase de Shakespeare, una “escaramuza de ingenio” para cualquiera de él. Cuando lo mejor de una película es la secuencia de créditos finales que rompe la cuarta pared, no estás en buena forma.

Junto con el sólido trabajo de personajes de Powell y Sweeney, el mayor activo de la película son las formas visuales creativas que Gluck encuentra para subvertir las expectativas de los espectadores de una comedia con clasificación R. (...) Estos momentos cómicos contrastan perfectamente con los momentos románticos de la película, grandes y pequeños, que también son subversiones de tropos gastados.

Si bien Con Todos Menos Contigo no abre nuevos caminos cinematográficos, es una película contagiosamente sincera y fácil de ver. A pesar de sus encantos inherentes, Sydney Sweeney y Glen Powell luchan por encontrar el equilibrio entre sí en el acto de apertura, pero los momentos en los que surge su química cómica evocan verdaderas risas. Desafortunadamente, la configuración cliché y corriente obstaculiza la primera mitad, pero el segundo y tercer acto son lo suficientemente dulces y tontos como para convertirla en una comedia romántica divertida, aunque formulada.

El director Will Gluck, quien también emparejó a Justin Timberlake y Mila Kunis con un efecto desastroso en la desagradable Amigos con beneficios de 2011, no puede convertir a sus protagonistas en más que modelos de trajes de baño (...) Algunas de las comedias románticas más interesantes necesitan personajes llenos de bichos raros para hacer su magia: Sólo tú, Adicto al amor, Tienes un correo, La boda de mi mejor amigo, Mientras dormías. – pero estos dos siguen siendo aburridamente normales, más del tipo que se refiere al otro como “este bicho raro” en Instagram que de hacer algo genuinamente extraño.

... Con Todos Menos Contigo puede no ser lo suficientemente divertida o memorable como para hacer que las comedias románticas vuelvan a importar por sí sola, pero podría acercarnos un poco más a ese objetivo precisamente porque no se carga con ninguna cruz que soportar. Esto no es más que una frivolidad pasada de moda con estrellas recién creadas y un elenco de reparto de gran nivel. El desdentado guión de Gluck e Ilana Wolpert se redime por su fina atención al detalle…

Si Con Todos Menos Contigo ni siquiera puede comprometerse plenamente a ser una comedia obscena (lo que podría haberla salvado incluso si hubiera fracasado en el frente de Shakespeare), me cuesta ver cómo sobrevivirá a su paso por el cine (...) Todo esto huele a potencial desperdiciado, un intento chapucero de atraer al público de las comedias románticas que sólo sirve para insultarlos, especialmente cuando ya existen otras versiones mejores de la misma historia.

Lo mejor que se puede decir sobre todo lo que rodea a Powell y Sweeney en Con Todos Menos Contigo es que en su mayoría tienen el buen sentido de avanzar la trama rápidamente y luego dejar que las estrellas brillen. Bea y Ben no son necesariamente los personajes dibujados más dinámicamente, pero al menos van más allá de los arquetipos de la reina de hielo milenaria y el novio del golden retriever gracias a los giros enérgicos de los artistas. Esta comedia romántica es divertida y juguetona cuando se sumergen físicamente en la ficción en evolución de su relación.