Así debes cuidar tu boca, según los odontólogos, para evitar que la mascarilla afecte a tu salud oral

Halitosis, tinte en los dientes, caries, retraso en tratamientos… Los odontólogos cuentan qué podemos hacer para que este nuevo accesorio obligatorio perjudique lo menos posible a nuestra salud bucodental

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Si el uso es el adecuado, la mascarilla no tiene por qué empeorar tu salud bucodental. Los odontólogos recuerdan que además de extremar las medidas de higiene bucal, hay que cambiar de cepillo y limpiar más el baño. (Foto: Getty)

Distintas protecciones, diferentes diseños, tejidos, saber para quién está indicado, cómo afecta a nuestra piel, cada cuánto hay que cambiarlas…no paran de llegarnos datos sobre el buen uso de las mascarillas, este nuevo accesorio del que todo el mundo habla y que ya forma parte de nuestro día a día. Pero ¿nos hemos planteado cómo afecta a nuestra boca, dientes, encías, labios, lengua... En definitiva, la mascarilla, ¿puede afectar a nuestra salud bucal?

“El uso de mascarilla como está indicado en esta nueva realidad, sí que afecta a nuestra salud oral. Está incluso acentuando el descuido de nuestra higiene bucal, cosa que puede traer consecuencias negativas”, indica el odontólgo Iván Malagón.

El efecto más desagradable

El mal aliento es una de las primeras consecuencias que trae consigo el uso de las mascarillas, y es que según apunta la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), el 30 por ciento de la población adulta padece o ha padecido en alguna ocasión halitosis o mal aliento (aquí tienes una curiosa forma de evitarlo). La otra consecuencia es la desmineralización del diente y la caries (la enfermedad oral más prevalente), que en más del 90 por ciento no son visibles hasta que llegan en un estado avanzado, lo que dificulta su tratamiento que, en la mayoría de los casos supone pérdida de tejido dentario.

“Las caries son una de las enfermedades infecciosas más comunes y la prevención es la mejor protección. Si las caries se detectan a tiempo se pueden tratar sin dolor, preservando tejido dental sano”, explica el doctor Carlos Pascual, especialista en Medicina Oral por la UCM y colaborador de Compromiso y Seguridad Dental.

La falta de aire de las bacterias es la respuesta

“Las consecuencias de este estado de alarma que nos obliga a usar la mascarilla nos hace descuidar de alguna manera nuestra higiene cotidiana. No sólo porque necesitamos un extra de higiene y ahora, por ejemplo, no es tan accesible el baño de los restaurantes o de las oficinas, sino porque nosotros mismos somos los que no priorizamos esta parte del cuerpo que ahora no se ve, aclara el odontólgo Iván Malagón.

Actualmente se habla mucho de los tratamientos más demandados después de la cuarentena, focalizándonos en qué hay que hacer respecto a lo que se ve de nuestro cuerpo para sacarle partido (pestañas, ojos, etc.), dejando de lado la importancia de la atención al cuidado de la salud bucodental.

No estar visible no significa no prestarle atención, todo lo contrario, hay factores del uso de la mascarilla que afectan a nuestra salud bucal, por lo tanto tiene que ser objeto primordial de nuestro cuidado”, añade Malagón.

En qué afecta a nuestra boca

En la boca tenemos muchas baterías saprófitas (son parte de la flora bacteriana, parte del ecosistema del propio tejido), y que aprovechan para activarse cuando se tiene las defensas bajas. Es decir, se hacen patógenas, cobran patología. Hay muchas baterías saprófitas que son ‘GRAM negativas’. Esto significa que son anaerobias, que aprovechan las circunstancias de la cavidad bucal sin aire.

“Si por llevar mascarilla hablas menos, abres menos la boca (tienes menos exposición al aire), como puede ocurrir al dormir, favoreces que muchas de estas bacterias saprofitas aprovechen este estado de anaerobia (falta de aire) para provocar algunas patologías: como determinadas caries, enfermedades periodontales debido al sarro y la placa dental, mal aliento, incluso el cambio de tinción en los diente (esto es porque esas baterías saprofitas son cromófilas, pueden llegar a teñir)”, explica Malagón.

Además, cuando usamos la mascarilla se quedan atrapados restos de saliva y al secarse, pueden generar un olor desagradable. De hecho, el Instituto de Salud Carlos III (Isciii) asegura que la secreción de saliva y el mal aliento están relacionados.

“Cuando hablamos de mascarillas quirúrgicas, que son las recomendadas para la población general, su vida útil es de 4 o 5 horas. Si superamos esa indicación, se satura y deja de filtrar y el olor fuerte se incrementa. Para evitarlo hay que darle el uso para el que están programadas", explica la doctora Carmen Martín Carreras-Presas, secretaria de la Junta de Gobierno del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM).

Toma nota, unas baterías saprofitas hacen que pueda provocar mal aliento, otras baterías saprófitas pueden provocar patologías y otras pueden provocar el cambio de color de los dientes. Punto clave para prestarle atención, porque todo esto afecta a las patologías en dientes, lengua, encías, boca, etc. Por eso, con indican los expertos, no dejes de usar la mascarilla, pero ten en cuenta estos factores, extrema la limpieza y no descuides tu salud oral.

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Tabaco, alcohol, azúcar son tres enemigos de la salud bucal y los factores que deberías controlar para minimizar los daños en tus dientes. (Foto: Getty/iStock)

Un extra de higiene

La importancia de la higiene en todo momento es clave, pero ahora, en tiempos de Covid, mucho más. Este virus se concentra especialmente en la nariz, la boca, la garganta y la laringe, por ello, su alta capacidad de contagio.

Es muy importante la rutina de higiene oral. Además, tener el cepillo libre de bacterias y virus ayuda a disminuir el contagio con los cepillos de las personas que están cerca. Si encima se fuma y se ingiere alimentos y bebidas perjudiciales para nuestra boca, temiendo en cuenta la falta de aire de las bacterias, es un factor clave para que provoquen problemas. La higiene es fundamental.

Deja de lado modas nefastas para los dientes

Sin embargo, no todo es negativo, porque gracias al uso de la mascarilla que nos tapa la boca, evitaremos modas y vicios nefastos para nuestra salud, como los adornos en los dientes al estilo Rosalía o uso del diastema. Gracias a que la boca no será foco de miradas, estas modas tan dañinas no serán utilizadas.

Acude a tus revisiones

Aunque la boca esté tapada tras este nuevo accesorio, existe un peligro en el retraso de tratamientos y visita al dentista. Esto es un grave error. Los tratamientos y la visita al odontólogo debe seguir. El retraso de los mismos, pueden traer consciencias muy negativas para nuestra salud.

Ten en cuenta estos consejos, porque la salud oral es más importante de lo que se cree y la mascarilla no es un parche ante posibles problemas estéticos. Todo lo contrario, debe ser un recordatorio diario de lo importante que es la salud oral para nuestra salud general.

“Tantas horas de utilización y su obligatoriedad afecta a nuestra boca. Por ello, es básico conocer de qué manera influye y saber los consejos de uso para no ponernos en riesgo. Es importante recordar que la salud empieza por la boca y ahora más que nunca debemos ser conscientes de prestar atención a ello. No tapes los problemas con la mascarilla. Su uso obligatorio debe llamar la atención a nuestras rutinas diarias de higiene”, concluye el odontólogo.

Consejos de salud e higiene bucodental en tiempos de coronavirus

Desde SEPA (Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración) nos recuerdan cuáles son las medidas que nos ayudarán a evitar contraer o propagar el coronavirus:

  1. Nunca compartir el cepillo de dientes. Esta es una forma habitual de transmisión de virus. Por la misma razón, las cabezas de los cepillos de dientes deben mantenerse separadas unas de otras.

  2. Cambiar el cepillo de dientes regularmente, al menos cada tres meses e, incluso, antes si las cerdas se desgastan. Esto ayuda a garantizar que se esté cepillando los dientes de manera efectiva. Un cepillo gastado no puede hacer bien su función. Además, cambiar el cepillo regularmente también ayudará a prevenir la propagación de bacterias. Y si se ha tenido coronavirus (o hay sospecha de que se pueda tener), hay que cambiarlo por uno nuevo.

  3. Limpieza bucal. Hay que cepillarse diariamente con una pasta dental con flúor: a última hora de la noche y, al menos, otra vez durante el día, como mínimo. Y realizar la limpieza interdental todos los días (con cepillos específicos o hilo dental), además de usar un enjuague bucal. A menudo se acumulan residuos alimenticios entre los dientes. Estos espacios interdentales son un escondite ideal para las bacterias, facilitando la aparición de enfermedades como son las caries y la periodontitis. Se deben emplear solo enjuagues bucales que contengan: yodopovidona 0.2-1 por ciento, cloruro de cetilpiridinio 0.05-0.1 por ciento, peróxido de hidrógeno 1 por ciento y/o aquellos que contienen aceites esenciales y alcohol; los enjuagues bucales deben usarse puros, sin diluir.

  4. Cerrar la tapa del inodoro antes de la descarga de la cisterna. Si se almacena el cepillo de dientes en cualquier lugar cerca del inodoro, cada vez que alguien tira de la cadena parte del aerosol saldrá volando del inodoro y caerá sobre el cepillo. Diversos estudios sugieren que el virus se puede propagar a través de la materia fecal. Por lo tanto, es imprescindible asegurar que el cepillo de dientes esté a una distancia segura del inodoro y cerrar la tapa antes de descargar la cisterna.

  5. Limpia tu baño regularmente. Es el lugar habitual en el que se almacenan los cepillos y donde se procede a la higiene oral. Por lo tanto, es importante que las superficies de su baño se limpien regularmente con un producto de limpieza a base de cloro (lejía).

  6. Visita al dentista. Mantener visitas regulares a tu dentista siempre será importante, aunque durante este período de incertidumbre se hayan tratado sólo las urgencias, ya se puede ir reservando citas para las revisiones habituales tomando todas las precauciones recomendadas.

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