“Me costó muchísimo aceptar que soy bipolar”: Selena Gomez explica cómo es vivir con el trastorno

Selena Gomez sabe cómo es la fama: desde los 15 años lidia con paparazzis, portadas en medios de comunicación, chismes por aquí y por allá y que su vida sea vista por millones de ojos. Sin embargo, hay algo de lo que no había hablado hasta ahora: cómo es vivir con trastorno bipolar y cómo, durante su proceso de diagnóstico, se dio cuenta que Taylor Swift es su única amiga en la industria del entretenimiento.

En una larga -y muy íntima- entrevista para Rolling Stone titulada “Selena Gomez no estaba segura de sentirse lista para contar esta historia” (“Selena Gomez wasn’t sure she was ready to tell this story”) la cantante, actriz y empresaria de productos de belleza relata cómo fue su vida desde pequeñita y cómo descubrió su diagnóstico psiquiátrico.

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A lo largo del texto, escrito por Alex Morris, Selena Gomez relata cómo entre los 24 y 25 años, atravesó períodos de manías y depresión.

“Seré muy abierta con todas acerca de esto: estuve en cuatro centros de tratamiento. Creo que comencé al inicio de mis 20, fue cuando todo comenzó a tornarse muy oscuro y comencé a sentir que no tenía control en lo que sentía, así fuera algo muy bueno o muy malo”.

Los períodos de manías y depresión podían durar semanas o meses. A veces no dormía durante días, convenciéndose a sí misma que debía comprarle a todos sus conocidos un auto nuevo. Luego un bajón tremendo de energía, de ánimo que iniciaba con depresión. En estos períodos se mantenía alejada del mundo.

Nunca intentó suicidarse, pero sí lo consideró durante algunos años. “Pensaba que el mundo sería mejor si yo no estuviera aquí“.

El diagnóstico de trastorno bipolar de Selena Gomez

Cuando cumplió 25 años, la cantante estaba buscando un estilo musical propio. Algo así como “su sello particular”, pero se sentía muy ajena al mundo de la música.

Eso hacía que no compartiera sus miedos abiertamente, porque las personas a su alrededor no estaban familiarizadas con lo que “la fama” conlleva.

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“Nunca encajé en el grupo de ‘chicas cool’ de las celebridades. Mi única amiga en la industria realmente es Taylor (Swift), y recuerdo sentir que yo no pertenecía, como si toda la gente alrededor de mí estuviera viviendo lo mejor de su vida y yo estaba en esta posición de sentirme muy feliz, pero ¿realmente lo estaba? ¿Todas estas cosas materiales me hacían feliz? No me gustaba quién era porque no sabía quién era yo misma“.

Escuchar voces… hasta un episodio de psicosis

En 2018, Selena comenzó a escuchar voces que se hacían más ruidosas, hasta que provocaron un episodio de psicosis.

De ese periodo, la artista recuerda muy poquito. Su familia la internó en un hospital y estuvo por varios meses en un episodio de paranoia.

Fue entonces que Selena Gomez fue diagnosticada con trastorno bipolar, lo que la ayudó a darle sentido a tooodo lo que había sucedido: sus períodos de manías y depresión, los episodios de psicosis y paranoia, las voces, sentirse como una extraña.

A partir de ese momento comenzó a tomar medicamentos y comenzó a sentirse un poquito mejor. Sin embargo, el efecto de la medicina la hacía sentir “como si yo no estuviera. No quedaba ninguna parte de mí“.

Fue hasta que salió del hospital y que llegó con una psiquiatra quien le recetó los medicamentos adecuados. “Ella me guió. Pero yo tenía que desintoxicarme de todos los medicamentos. Tenía que aprender cómo recordar algunas palabras. Me costó muchísimo a) aceptar que soy bipolar y b) aprender cómo lidiar con ello porque no es algo que se vaya”.

La verdad es que la entrevista que dio Selena Gomez a Rolling Stone sobre su trastorno bipolar, cómo lo descubrió y cómo es vivir con el diagnóstico, vale muchísimo la pena.

En algún momento, la artista dice que “no existe otro lado” en el proceso de recuperación, la psicosis puede volver y el trastorno bipolar es algo con lo que tendrá que vivir toda su vida.