Coup de Chance, de Woody Allen, ya tiene calificación de la crítica
Woody Allen es una de las figuras más complicadas dentro de la industria. Por muchos años, él se creó una gran reputación como director gracias a su tipo de comedia existencialista y sus neuróticos personajes, y aunque ya entonces había superado ciertas controversias sobre su vida personal, hace unos años todo volvió con más fuerza. El creador ya no es aceptado de manera general, pero no ha dejado de trabajar y ciertos festivales de renombre todavía le permiten el paso, como el Festival de Cine de Venecia donde acaba de estrenar Coup de chance con bastante éxito.
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Las altas y bajas de Woody Allen
El director comenzó su carrera en la industria totalmente enfocado en las rutinas cómicas, pero pronto dio el paso a la pantalla grande tomando referencias de películas y creadores que inspiraron su carrera. Ya con Robó, Huyó y lo Pescaron (90%) su estilo quedó muy claro, así como la curiosa fuerza que tenía el ponerse a sí mismo como protagonista de sus historias. Con el paso de los años, sus formas se fueron perfeccionando y poco a poco exploró nuevos matices de la comedia y se acercó a otros géneros y fórmulas.
A pesar de su toque tan independiente, y de que su nombre siempre ha mantenido su fuerza en estos circuitos, Allen también ha encontrado el éxito comercial y hubo un tiempo en el que actores de renombre deseaban formar parte de alguno de sus proyectos. Aunque sus últimas cintas se sentían algo repetitivas para la crítica, el público lo seguía amando igual y todos creían que su fama era intocable, en especial si había sobrevivido al escándalo provocado por su matrimonio con Soon-Yin Previn, hija adoptiva de Mia Farrow, ex pareja de Allen.
Para muchos críticos, la etapa de oro de Allen se dio a finales de los setenta y hasta mediados de los ochenta con cintas como Dos Extraños Amantes (98%) y Hannah y Sus Hermanas (93%), pero el director volvió a tomar impulso años más tarde con títulos como Poderosa Afrodita (77%), La Provocación (76%), Vicky Cristina Barcelona (81%), Medianoche en París (93%) y Jazmín Azul (91%), por la que Cate Blanchett se hizo de un Oscar a Mejor Actriz. La misma noche que la actriz se presentó para recibir el premio, la hija adoptiva de Allen, Dylan Farrow, lo acusó de abuso sexual por medio de una columna especial.
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Aunque el golpe comercial y de popularidad no fue muy duro en ese momento, cuando el movimiento MeToo cobró fuerza en Hollywood, la figura de Woody Allen se vio afectada de manera permanente. A su vez, esto le hizo muy difícil trabajar en Estados Unidos y el director prefirió seguir trabajando en Europa. Es justo en París donde se desarrolla su más reciente película llamada Coup de chance (80%), una historia sobre infidelidad y crimen protagonizada por Lou de Laâge, Melvil Poupaud y Niels Schneider.
¿Qué dice la crítica de 'Coup de Chance'?
Owen Gleiberman de Variety:
El título de "Coup de Chance" significa "golpe de suerte" y se refiere al tema que se abre paso a lo largo de la película. Alain sigue insistiendo en que todo en la vida es suerte. Jean dice que no hay suerte, que la hacemos nosotros. La verdad se encuentra en algún punto intermedio. Y la forma en que esto se desarrolla en la película es absorbente, emocionante y descaradamente satisfactoria. La pregunta que cabe hacerse ahora es: ¿Tendrá suerte Woody Allen con “Coup de Chance”? Ha hecho la que es fácilmente su mejor película desde “Blue Jasmine” (hace 10 años), tal vez desde “Match Point” (hace 18 años). Es su largometraje número 50 y dice que puede ser el último. ¿Debería lanzarse en Estados Unidos? Como cultura, no me sorprendería demasiado que nos encontráramos debatiendo si ha llegado el momento de darle a Woody Allen, como cineasta, otra oportunidad.
Stephanie Bunbury de Deadline:
Woody mantiene una insistente despreocupación, mezclada con algunas ligeras reflexiones filosóficas sobre el papel del azar en nuestras vidas (...) Coup de Chance no es buena, pero puede que tenga suficiente material familiar del largo catálogo del director para complacer a aquellos que realmente desearían estar viviendo en 1953, un tonto 2023 o cualquier año en WoodyWorld. Ha dicho que esta será probablemente su última película; es posible que salga en lo más alto. Si eso sucede, será un hombre realmente afortunado.
Robbie Collin de The Telegraph:
Los temas e ideas aquí son familiares del thriller de Allen Match Point, ambientado en Londres en 2005, pero si bien el color local a veces puede parecer igual de desgastado aquí, resulta una cinta mucho más brillante y placentera. Tal vez el proceso de traducción ayudó a perfeccionar el guión (Allen ha dicho que permitió a sus actores reformular sus líneas como mejor les pareciera) o tal vez la premisa simplemente se adapta mejor a la comedia, con los esfuerzos de Jean por poner fin a la aventura y su madre. Los espionajes de los suegros son cada vez más ridículos. Un giro de última hora permite que la mala suerte ría al último, y (al menos en Venecia) derribó la casa. Dada su forma reciente, por lo demás sombría, es posible que el propio Allen simplemente haya tenido suerte con esto, pero el encanto y el brillo aquí son reales.
Ben Croll de The Wrap:
Si Allen alguna vez hará otra película es, a partir de ahora, una incógnita. “Coup de Chance” no es un triunfo al final de su carrera, pero es bastante amable, está finamente elaborado y llega a una conclusión deliciosa. A lo largo de 50 películas, es posible que Woody Allen se haya quedado sin nada nuevo que decir, pero con esta película histórica logró encontrar una nueva forma de expresarse.
Caspar Salmon de The Daily Beast:
Está claro que Allen sigue trabajando porque le gusta estar en un set de filmación; no puede haber otra explicación para que siga haciendo la misma película con rendimientos tan lamentablemente decrecientes (...) nada puede contrarrestar la falsificación sofocante y aburrida de esta película...
Zhuo-Ning Su de Awards Daily:
Como una alegre cara B de Match Point, Coup de Chance aborda la naturaleza absurda del azar y la coincidencia desde un ángulo cómico. Es menos sofisticada que la protagonizada por Jonathan Rhys Meyers/Scarlett Johansson, pero Allen avanza a un ritmo igualmente rápido e imagina una sorpresa en el tercer acto que es igual de efectiva. La fotografía de la leyenda del director de fotografía Vittorio Storaro, tres veces ganador del Oscar, es exuberante y suntuosa en todas partes. En todos los aspectos, este es un momento divertido en el cine.
Chris Vognar de Rolling Stone:
Coup de Chance es una película bastante ligera y menor, pero para un estadounidense de 87 años que trabaja en un segundo idioma, no puede evitar parecer impresionante; sin duda, es tan buena como cualquier cosa que Allen haya hecho desde Blue Jasmine de 2013 (...) la cinta tiene un buen ritmo y está representada en escenas en su mayoría cortas y nítidas; y tiende a pasar rozando la superficie, utilizando sus personajes para exponer puntos filosóficos dentro de un esquema más amplio.
Jo-Anne Titmarsh de Evening Standard:
...seamos realistas, el realismo social nunca ha sido lo de Allen. Es mejor sentarse y disfrutar de la tradicional farsa que ha inventado. Poupaud realiza una gran actuación como el villano de la obra, al igual que Valérie Lemercier como la madre de Fanny y la futura Jessica Fletcher. Coup de Chance nunca iba a deslumbrar pero tampoco decepciona del todo. Siempre que te gusten las películas muy de Woody Allen.
Xan Brooks de The Guardian:
...la película resulta ser lo mejor que ha logrado Allen en al menos en una década (...) Las actuaciones sólidas y creíbles lubrican las ruedas durante los ruidosos cambios de marcha de la cinta y sirven para distraer la atención de sus ocasionales momentos de inverosimilitud. Implícitamente, también nos invitan a hacer la vista gorda ante algunos errores menores de continuidad.
Leslie Felperin de The Hollywood Reporter:
Hay una cantidad moderada de suspenso sobre cómo irán las cosas para Fanny, Jean y Alain que Allen maneja con cierto estilo. El problema es que es más o menos el mismo estilo que ha tenido durante mucho tiempo y, aparte del hecho mencionado anteriormente de que está en francés, se siente como el mismo de siempre en todo momento, hasta el final "sorpresa" cursi y predeciblemente "aleatorio", a propósito del tema del azar sobre el que los personajes siguen hablando en todo momento.
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