Crítica de El exorcismo del demonio: con recursos ajustados pero bien utilizados, asusta y reivindica el género de terror

El exorcismo del demonio: con recursos ajustados pero bien utilizados, asusta y reivindica el género de terror
El exorcismo del demonio: con recursos ajustados pero bien utilizados, asusta y reivindica el género de terror

El exorcismo del demonio (The Vigil, Estados Unidos/2020). Dirección: Keith Thomas. Guion: Keith Thomas. Fotografía: Zach Kuperstein. Música: Michael Yezerski. Edición: Brett W. Bachman. Elenco: Dave Davis, Menashe Lustig, Malky Goldman, Lynn Cohen, Fred Melamed, Ronald Cohen. Duración: 88 minutos. Calificación: solo apta para mayores de 13 años. Distribuidora: Terrorífico Films. Nuestra opinión: buena.

Yakov (Dave Davis) es un joven de Brooklyn que vive entre la culpa por un cruento hecho del pasado y la falta de fe a la religión judía, que profesaba hasta el incidente. Sin embargo, apremios económicos lo llevan a aceptar ser el “Shomer” de un hombre que acaba de morir. Esto es -de acuerdo a una tradición religiosa creada especialmente para la ficción-, pasar la noche junto al cuerpo, en el rol de guardián de posibles entidades demoníacas que quieran pervertirlo.

Lanzada en 2020, El exorcismo del demonio fue el auspicioso debut de Keith Thomas en su doble rol de director y guionista, virtuosismo que luego se vendría a pique con la remake de Llamas de venganza y apenas asomaría un poco la cabeza gracias su participación en la serie El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro.

Sin embargo, que esta ópera prima haya llegado demasiado tarde permite redescubrir a un autor que sabe de suspenso, tanto en su construcción como en la inteligencia de abrevar en la esencia del género.

Una puesta en escena ajustada y precisa ubica casi la totalidad de la acción en el lúgubre y claustrofóbico living de una casa pequeña. Un cadáver siempre presente, el sonido y la composición al servicio del suspenso, y el uso de un celular como una atractiva forma de construcción del terror, todo funciona en la búsqueda por crear tensión. Incluso algunas decisiones estéticas más cercanas a un capítulo de La dimensión desconocida que a El exorcista.

Thomas elige, y elige bien salvo en el último tercio, cuando cae en su propia trampa y se ve obligado a llegar a una conclusión menos inspirada que el proceso que llegó a ella. Sin embargo, obviando este final poco inspirado, El exorcismo del demonio asusta y reivindica el género, con recursos honestos y el peso de una historia.