CRÍTICAS. Brad Pitt contra Bad Bunny, una comanche contra el Depredador y más estrenos de cine

Los cielos del Sur de California siguen nublados, pero la humedad ha alcanzado niveles insospechados, por lo que no cae mal meterse en una sala de cine con aire acondicionado o prender el ventilador frente a tu sillón favorito con la finalidad de ver una nueva película. Esta semana, hay varias posibilidades para pasarla bien en esas condiciones, y una de las más interesantes se encuentra en casa.

BULLET TRAIN

Director: David Leitch

Reparto: Brad Pitt, Joey King, Aaron Taylor-Johnson

Género: Acción / Comedia

El hecho de que Brad Pitt -que, a estas alturas, sabe elegir muy bien sus roles- estuviera al frente de lo que lucía desde el principio como una cinta desbocada de acción me llevó a tener grandes esperanzas en “Bullet Train”, la superproducción que se encuentra ya en salas, aunque no sabía bien qué pensar de la elección de David Leitch como director, porque si bien su trabajo en la primera “John Wick” y “Atomic Blonde” fue notable, y lo que hizo en “Deadpool 2” no estuvo tampoco mal, los resultados de “Hobbs & Shaw” fueron absolutamente decepcionantes.

Aquí, el astro de Hollywood se pone en la piel de Ladybug, un asesino a sueldo que, tras aceptar una misión destinada a apoderarse de un maletín en un tren bala que va de Tokio a Kioto, descubre que el mismo vehículo se encuentra lleno de colegas suyos procedentes de diferentes partes del mundo, entre ellos “The Wolf”, un personaje de breve duración que le vuelve a dar a Bad Bunny la oportunidad de interpretar a un narcotraficante mexicano y demostrar que no tiene habilidades histriónicas evidentes, tal y como sucedió en “Narcos: México” (aunque, en este caso, la historia de vida de su interpretado es tremendamente colorida… y sangrienta).

“Bullet Train”, que se basa en una exitosa novela del escritor japonés Kōtarō Isaka y que estuvo en el centro de una polémica por haber cambiado a la mayoría de sus personajes japoneses por figuras (y actores) de otros países, trata de imitar los diálogos extensos y humorísticos de Quentin Tarantino y Guy Ritchie, lo que la hace lucir de algún modo como una película de los ’90. Pero como estas líneas (escritas por el guionista Zak Olkewicz) son mucho menos divertidas y efectivas que las de sus mentores, las 2 horas y 16 minutos que dura, acompañadas por toda una serie de ‘flashbacks’, se hacen a veces eternas.

Afortunadamente, la historia central se desarrolla a bordo de una sola locación (el tren), lo que le da cohesión narrativa al trabajo y permite de paso el desarrollo de unas escenas de acción cuyo despliegue es plenamente contemporáneo. A fin de cuentas, se trata de un divertimento de verano que no le caerá mal a quienes gusten de aventuras violentas pero intencionalmente caricaturescas, y que Pitt eleva con su inagotable carisma, pero que no debería terminar ocupando ningún lugar especial en la historia del cine.

PREY

Director: Dan Trachtenberg

Reparto: Amber Midthunder, Dakota Beavers, Dane DiLiegro,

Género: Ciencia ficción / Acción

“Prey”, la esperada precuela de la saga de “Predator”, se lanza este viernes en la plataforma de pago de Hulu, sin pasar por las salas de cine. Y eso es una auténtica pena, porque se trata no solo de una gran película, sino una de las mejores entregas (quizás la mejor) de una serie cinematográfica que, como lo saben bien sus fans, ha tenido momentos dignos de olvido.

Lo logra no solo con el despliegue de unas escenas de acción y de efectos especiales que lucen particularmente convincentes, sino también con el planteamiento de una historia sumamente original que nos traslada al siglo 18 para presentarnos a una joven comanche que se enfrenta inesperadamente al letal extraterrestre mientras lidia con las tradiciones irremediablemente machistas de su pueblo (al menos bajo una mirada actual).

En este caso, la historia que se cuenta es de lo más simple, lo que, en lugar de ser un problema, termina beneficiando enormemente a una cinta que no pierde el tiempo en discusiones sobre el origen del invasor y que privilegia el movimiento -plasmado a través de peleas con coreografías impresionantes-, sin que eso impida la implementación de un sentido de autenticidad que le debe mucho a las colaboraciones con representantes reconocidos de esta comunidad indio-americana, entre ellos la productora Jhane Myers y, por supuesto, Amber Mithunter, la impresionante actriz que le da vida a Naru, una guerrera por derecho propio que tendría que convertirse desde ya en un personaje emblemático del género.

Como Predator (o Depredador, si así lo prefieren) es ya un monstruo clásico del cine, el director Dan Trachtenberg (“10 Cloverfield Lane”) -quien tuvo la idea original de todo esto, aunque el guion es de su amigo y colaborador Patrick Aison- no cambia por completo el aspecto ni las habilidades de la criatura; pero se las ingenia para ofrecer detalles novedosos incluso por ese lado y, lo que es más importante, filma con un estilo trepidante que se siente a la vez inesperadamente naturalista.

BODIES BODIES BODIES

Directora: Halina Reijn

Reparto: Amandla Stenberg, Maria Bakalova, Pete Davidson

Género: Comedia negra / Slasher

Cualquier estreno procedente de A24 causa interés en los cinéfilos, porque estamos hablando de una casa productora y distribuidora cuyo alcance ha crecido de manera descomunal en los últimos años, pero que sigue manteniendo su enfoque en el cine de estilo independiente y se ha convertido en una de las proveedoras más prestigiosas de títulos de género, como lo prueban estrenos de la talla de “Hereditary”, “The Witch”, “Under the Skin” y “Enemy”.

En ese sentido, no podía dejar de llamar la atención el lanzamiento de “Bodies Bodies Bodies”, que se encuentra ya en salas selectas y que, desde sus avances mismos, daba cuenta de un estilo de terror mucho menos crudo que el que suele distinguir a A24 y mucho más orientado hacia la comedia, lo que le brindaba desde entonces un indudable aire de ligereza, pero generaba también interés por las posibilidades que eso ofrecía.

Tras verla, podemos decir que no se trata de una de las mejores películas de su compañía, pero sí de una apuesta considerablemente entretenida e ingeniosa que puede ser disfrutada sin el temor de tener después interminables pesadillas y que, por su temática y su evidente accesibilidad, promete atraer a un gran grupo de jóvenes que se sientan mucho más identificados con estos personajes que con los de “Nope” o “The Black Phone”, por mencionar solo dos filmes recientes de alto perfil que se inscriben igualmente en los terrenos del miedo.

Esta es, además, una cinta que debes ir a ver sin que nadie te haya contado el desenlace, porque eso arruinaría por completo la experiencia de una historia en la que -esto no es un ‘spoiler’- varios jóvenes privilegiados y una extranjera de origen humilde (interpretada por Maria Bakalova, nominada al Oscar por “Borat Subsequent Moviefilm”) se reúnen en una mansión con el fin de pasarla bien, pero cuyos planes cambian radicalmente tras el inesperado descubrimiento de un cadáver.

Más allá de la creatividad mostrada por la directora holandesa Halina Reijn en la filmación de una película que sucede mayormente en medio de un apagón -con el empleo casi constante de linternas y luces de celulares por parte de los personajes-, el guion de la estadounidense Sarah DeLappe se encuentra lleno de cuestionamientos a la conducta de la ‘Gen Z’ que no se sienten forzados ni necesariamente moralistas, incluso cuando el relato mismo -que se inicia con un largo beso de una pareja interracial de lesbianas- posee numerosos elementos de carácter inclusivo.

EASTER SUNDAY

Director: Jay Chandrasekhar

Reparto: Jo Koy, Brandon Wardell, Tia Carrera

Género: Comedia

Jo Koy, el comediante estadounidense de ascendencia filipina que se ha vuelto popular por sus programas especiales en Comedy Central y Netflix, obtiene su primer papel relevante y protagónico de cine en “Easter Sunday”, una cinta orientada a las risas que, evidentemente, debería haberse lanzado hace varios meses (la Pascua fue en abril), pero que, luego de ser pospuesta, se acaba de estrenar finalmente a lo grande y de manera exclusiva en salas de cine.

Lo primero que habría que decirle a los interesados en ver esta película es que, en ella, Jo Koy (que se llama en realidad Joseph Glenn Herbert, Sr.) deja completamente de lado la irreverencia y las bromas sexuales de sus rutinas habituales para ponerse al servicio de una historia que no es del todo inofensiva -lleva aquí la clasificación de PG-13-, pero que ha sido hecha sin duda alguna con el deseo de expandir su audiencia y de colocarlo en un ámbito familiar.

Y esto de la familiar no se queda ahí, porque el tema principal de la cinta es la familia, en este caso, la familia filipino-estadounidense del protagonista, Joe Valencia (Jo Koy), un comediante en apuros que viaja desde Los Ángeles hasta San Francisco con su joven hijo para celebrar la fecha que le da nombre al filme y que, una vez allí, además de enfrentarse a las diferencias aparentemente insalvables que existen entre los miembros del clan, se ve enredado en un enredo criminal que promete desde el comienzo no ser realmente peligroso.

El cuidado que ponen el director Jay Chandrasekhar (que es de origen indio) y los guionistas Ken Chen y Kate Angelo para mantener los trámites en cauces apacibles es tanto que los resultados se encuentran completamente desprovistos de garra, dejando una clara sensación de oportunidad perdida. Pese a ello, la dinámica entre los personajes no deja de ser divertida, las alusiones a la comunidad que se presenta son bastante originales, y hay además por ahí un invitado de lujo al que vale la pena ver en acción.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.