CRÍTICAS. Spielberg íntimo, Chalamet devorador y más estrenos en salas de cine
La semana del Día de Acción de Gracias produce el adelanto de lanzamientos que se efectúan normalmente dos días después y sirve también para el debut de algunas cintas con posibilidades reales en la cada vez más cercana competencia del Oscar, como lo demuestra la cartelera de esta semana.
THE FABELMANS
Director: Steven Spielberg
Reparto: Gabriel LaBelle, Michelle Williams, Paul Dano
Género: Drama
En las últimas semanas, el aclamado director mexicano Alejandro G. Iñárritu ha estado promocionando “Bardo”, una película estrechamente relacionada a su propia vida, del mismo modo en que lo hizo hace cuatro años el igualmente aclamado director mexicano Alfonso Cuarón con “Roma”. Y ahora, un director incluso más aclamado -pero estadounidense- sorprende con una cinta de enorme nivel (y fuerte candidata a llevarse el Oscar a la Mejor Película) que toma el mismo camino.
Estamos hablando de “The Fabelmans”, que se estrenó de manera limitada el pasado 11 de noviembre, que llega hoy de manera extensa a las salas de todo el país, y que, pese a cambiar los nombres de las personas en que se inspira -como lo hicieron los ‘compadres’ aztecas-, retrata evidentemente un periodo fundamental en la formación humana y profesional de su autor, correspondiente a su niñez y, sobre todo, a su adolescencia.
Más allá de lo que corresponde a sus extraordinarias habilidades artísticas, Steven Spielberg ha coqueteado frecuentemente con el ‘mainstream’ y, en ese sentido, las primeras escenas de la película parecen llevarnos por una senda plácida y hasta concesiva al mostrar las experiencias de una familia estadounidense bastante acomodada en la que todo parece marchar bien; pero el maestro es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que un relato que se mantenga siempre en esos cauces no resultaría fiel a la realidad, por lo que, poco a poco, va introduciendo elementos dramáticos que hacen no solo que todo sea mucho más verosímil, sino que responden en buena medida a sus propios recuerdos, aunque sin dejar nunca de lado el empleo de una puesta en escena clásica que distancia de algún modo al espectador de lo que se presenta.
Además, ese mismo lenguaje visual es responsable directo de la existencia de la que es desde ya una de las escenas más memorables en la historia del cine; no caeremos en ‘spoilers’, pero involucra un descubrimiento particularmente doloroso para el protagonista mientras prueba de manera simultánea el poder de la imagen, como parte de un filme que se disfruta inmensamente pese a sus 151 minutos de duración y que, sin dejar de lado algunas temáticas trascendentes -como el antisemitismo y las dificultades a las que se enfrenta cualquier joven cuya familia se muda constantemente-, apasionará sobre todo a los amantes de esta disciplina por lo que dice y muestra del séptimo arte desde la perspectiva de un realizador tan renombrado como este.
Tampoco hay que desestimar lo que sucede en el plano de las actuaciones, encabezado por una Michelle Williams soberbia que se pone en la piel de la atormentada madre de Samuel (el alter ego de Spielberg) y seguido por el prácticamente desconocido Gabriel LaBelle, quien, además de parecerse muchísimo a Spielberg, asume el rol estelar con una entereza digna del compromiso. Hasta los personajes más secundarios tienen intervenciones brillantes, como sucede con el tío Boris de Judd Hirsch y el John Ford de David Lynch, que aparecen unos cuantos minutos en la pantalla y se llevan de todos modos aplausos entusiastas.
BONES AND ALL
Director: Luca Guadagnino
Reparto: Taylor Russell, Timothée Chalamet, Mark Rylance
Género: Terror / Romance
El cineasta italiano Luca Guadagnino, que empezó a presentar sus largometrajes hace más de dos décadas, alcanzó recién la fama internacional hace cinco años con “Call Me by Your Name”, el drama romántico de temática LGBTQ que ganó un Oscar y que hizo igualmente conocido a su protagonista Timothée Chalamet, quien se convertiría luego en la estrella de la “Dune” de Denis Villeneuve.
Pero Guadagnino no es ajeno al género de terror ni al ‘gore’ extremo, como lo demostró al comandar el efectivo e implacable ‘remake’ de “Suspiria” que se lanzó en el 2018; y es ese interés en diferentes escuelas fílmicas el que lo lleva a obtener resultados sobresalientes en “Bones and All”, adaptación de una celebrada novela estadounidense que, además de reunirlo con Chalamet, le permite resaltar tanto el talento de Taylor Russell -una joven actriz canadiense que, sin haber alcanzando todavía el status de celebridad, impresionó profundamente a los críticos por su trabajo en el drama independiente “Waves”- como otorgarle un nuevo papel de lujo al gran Mark Rylance -justo ganador del Oscar al Mejor Actor de Reparto por “Bridge of Spies”-.
En el Festival de Venecia, además de llevarse el León de Plata a la Mejor Dirección, “Bones and All” recibió una ovación de pie que se prolongó a lo largo de 10 minutos, y hay quienes creen que podría (y hasta debería) terminar en la terna de nominadas a Mejor Película de los Premios de la Academia. Estoy de acuerdo con ello, aunque lo cierto -y esta es también una advertencia para los espectadore sensibles- es que, en medio de sus notables aspectos artísticos, la cinta se encuentra llena de momentos brutales y perturbadores que hacen honor a las actividades desarrolladas por sus protagonistas, dos jóvenes desesperados con un apetito insaciable por la carne humana.
En ese sentido, estamos ante una producción cuya intensidad escandalizará a más de un votante, pero que, por otro lado, funciona también como una historia de amor desarrollada contra viento y marea, una ‘road movie’ que sigue a sus personajes a través de un largo y generoso recorrido por los Estados Unidos y un homenaje creativo al clásico “Bonnie and Clyde”, acompañada por una puesta en escena de enorme vuelo visual y una banda sonora cautivadora en la que tiene mucho que ver Trent Reznor. Para mí, la combinación resulta irresistible; pero estoy completamente seguro de que no todo el mundo pensará lo mismo.
NANNY
Directora: Nikyatu Jusu
Reparto: Anna Diop, Michelle Monaghan, Sinqua Walls
Género: Terror /Drama
Cuando se lee el nombre de esta película y se sabe que se encuentra relacionada al género de terror, resulta fácil creer que se trata de un título intrascendente que se limita a remedar la línea establecida por producciones como “Halloween”, “When a Stranger Calls”, “Emelie” y, por supuesto, “The Babysitter”.
Sin embargo, “Nanny”, que se estrena de manera limitada este miércoles y se lanza en Prime Video el próximo 16 de diciembre, adopta un camino original desde el inicio mismo, porque su protagonista es Aisha, una inmigrante senegalesa indocumentada que, a pesar de ser víctima de unas limitaciones financieras que la han forzado a abandonar a su país y a su pequeño hijo para trabajar como niñera en la ciudad de Nueva York, se encuentra académicamente preparada y tiene una fuerte personalidad.
En ese sentido, Aisha (impecablemente interpretada por la senegalesa-estadounidense Anna Diop) está lejos de ser la villana de la historia o una víctima indefensa de los sucesos a los que se enfrenta, como suele suceder en los filmes que tocan el tema; de hecho, la primera parte de la cinta funciona enteramente como un drama social lleno de personajes complejos que responden a problemáticas realistas, antes de la irrupción de elementos sobrenaturales que responden a mitos propios de África Occidental.
“Nanny”, que se llevó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, es la ópera prima de Nikyatu Jusu, una directora y guionista nacida en Atlanta como resultado de la unión de dos inmigrantes de Sierra León. Se trata de una cineasta que ha venido mostrando interés en la problemática de las mujeres negras en la Unión Americana desde que empezó a hacer cortometrajes. Todo esto hace ya que la película sea completamente digna de interés y da cuenta de la autenticidad de la misma, pese a que el desenlace pudo estar mejor trabajado.
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.