“Fue un crimen”: Billy Crystal dio su opinión sobre la cachetada de Will Smith a Chris Rock en los Oscar
A la hora de definir el violento episodio que tuvo como protagonistas a Will Smith y Chris Rock y que sorprendió a todos los presentes en el Dolby Theatre de Los Ángeles durante la última ceremonia de entrega de los premios Oscar, Billy Crystal no se anduvo con rodeos. “Fue un crimen”, calificó quien en nueve oportunidades ofició como anfitrión de la glamorosa entrega.
Invitado al programa Quién está hablando con Chris Wallace de CNN+, Crystal analizó lo ocurrido sobre el escenario, y no tuvo reparos en criticar con firmeza a los dos protagonistas del escándalo. Primero, analizó la broma que Chris Rock hizo sobre la alopecia de Jada Pinkett Smith y la calificó como “no muy buena”. “¿Por qué meterse con ella? En ese momento, me pareció que el chiste había estado fuera de lugar”, expresó.
Y agregó: “Amo a Chris. Somos amigos y lo respeto mucho pero, sinceramente, sentí que lo que había dicho estaba mal”. El protagonista de Cuando Harry conoció a Sally contó que, como millones de personas en todo el planeta, estaba viendo la ceremonia en vivo y se sorprendió al ver a Will Smith caminando hacia el escenario, con un andar lento y una extraña sonrisa en sus labios.
“ Lo que sucedió luego fue algo horrible y es un crimen ”, disparó, sin medias tintas, sobre la fuerte cachetada que Smith le propinó al comediante, frente a las cámaras, molesto por el chiste que acababa de hacer sobre la alopecia de su esposa. Y agregó: “Afortunadamente, no lo golpeó con el puño cerrado”.
Sobre la reacción de Rock tras el incidente, expresó: “Creo que Chris se manejó lo mejor que pudo y se mantuvo firme. Fue un momento impactante en el que me preocupé mucho por el estado mental de Will. Yo estaba muy preocupado y conmocionado por las consecuencias de eso también ”.
En otra entrevista, concedida a Bob Costas en la serie de HBO Max Back on the Record, el actor había calificado el escandaloso hecho como “un incidente muy inquietante”. Y, además, rememoró su experiencia como anfitrión en la gran noche de Hollywood. “ Fue un ataque. Yo he tenido experiencias similares. En tres oportunidades, me arrojaron cosas ”.
“El increíble Gil Cates fue el productor de seis de las nueve ceremonias en las que oficié como anfitrión en la entrega de los Oscar. Juntos, en la preproducción del show, revisábamos el resumen del guion y él me decía: ‘Tal vez yo debería estar allí porque algo puede llegar a pasar’”, recordó.
Para Crystal, la presencia de un anfitrión sobre el escenario aporta un elemento de control al evento. “Me preparé para presentar la ceremonia. Realmente me preparé, para que tuviera cohesión. Entonces, cada vez que veo programas que no tienen presentador... Sí, es más rápido y quizá más fluido, pero no hay nadie allí para sacar provecho de nada y darle a la audiencia la sensación de que hay alguien a cargo”, enfatizó. En la última edición, no hubo un solo anfitrión; ocuparon ese rol las actrices Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes.
Como ejemplo, Crystal recordó un momento en que estaba presentando los premios Grammy. El comediante Jackie Mason, desde el escenario, hizo un comentario “incendiario”. Luego, subió Little Richard y continuó en la misma línea. En ese momento, Crystal fue enviado a calmar los ánimos, y decidió descomprimir la situación con un chiste.
Cuando Rock recibió el cachetazo de su colega, estaba solo en el escenario. Ante el estupor del propio presentador y de todos los presentes en el auditorio, Smith volvió a su asiento y gritó: “¡Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!”. Nadie supo que hacer y fue el mismo Rock quien tuvo sobre sus espaldas el peso de hacer avanzar el espectáculo, revelando el ganador de la categoría que debía presentar.
Apenas minutos después, Smith volvería a subir al escenario, para recibir el premio de mejor actor por su desempeño en Rey Richard: Una familia ganadora. El protagonista de Hombres de negro haría, en su discurso de agradecimiento, la única alusión a lo que acababa de ocurrir. Con los ojos llenos de lágrimas pidió disculpas a los presentes y aseguró que el amor a veces lleva a cometer locuras.
Tras varias idas y vueltas, las autoridades de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood decidieron prohibir la presencia de Smith durante una década en cualquier evento organizado por la entidad, incluidas las ceremonias de entrega de los Oscar.