Cristiano Ronaldo se sincera respecto al curioso apodo que tuvo durante su infancia
A lo largo de su vida, Cristiano Ronaldo ha forjado su personalidad a través de sus experiencias personales, pero también sobre la cancha, donde ha puesto a prueba su espíritu competitivo y su capacidad para procesar sus sentimientos, especialmente cuando las cosas no salen como él esperaba. Algo de lo que habló en una reciente entrevista, en la que de lo más sincero se refirió a la forma en la que ha aprendido a controlar sus reacciones cuando se trata de una derrota, pues según reveló, desde que era niño fue sumamente competitivo, lo que incluso le hizo que se ganara un curioso apodo entre sus amigos y vecinos.
Fue durante su participación en el podcast Los Amigos de Edu, de Edu Aguirre, que el futbolista detalló cómo desde que era un niño siempre tuvo un espíritu encaminado a la competencia y al querer ganar, por lo que en ocasiones era frustrante para él la derrota. "Yo simpre fui muy picado... Desde joven odiaba perder y lloraba, no aceptaba (la derrota), me iba a casa a llorar", compartió.
En ese mismo sentido, el guapo portugués reveló que, debido a estas conductas, se ganó a pulso un curioso apodo entre sus amigos y conocidos. "Hasta mis vecinos me llamaban 'El Llora', que era mi apellido ahí, había un señor ahí que me decía: '¿Cómo estás 'Llora'?, porque cuando perdía lloraba de rabia", agregó con cierta gracia.
Georgina Rodríguez visita boutique de novias y comparte la creación de su nuevo vestido
Cristiano Ronaldo y el lindo homenaje que hizo a su mamá por su cumpleaños 70
Sus hijos lo equilibran
En esa misma charla, el deportista reveló que a pesar de su edad, aún sigue conservando esa misma personalidad; sin embargo, la experiencia, los años y sus hijos lo han ayudado a ser más prudente a la hora de demostrar su frustración. "Era mi manera de ser, a lo mejor fue mi educación, fue creciendo en eso, pero poco a poco fui asimilando, fui mejorando...", compartió. "Sigo con esa mala hostia de perder, de estar el campo y hacer lo que hago, que no soy perfecto, admito que de vez en cuando exagero", agregó.
Y aunque sabe que en ocasiones sus sentimientos pueden ser desbordantes, ahora sane cómo controlarlos. "Es mi manera de ser y no voy a cambiar, porque al final mi motivación sigue siendo la misma, es porque tengo esos residuos de mala hostia del pasado, y espero seguir así, pero de una manera más equilibrada", compartió, para luego revelar que son sus hijas quienes lo ayudan a reflexionar al respecto. "A veces llego a casa y mis hijas me reprocha: 'Papá, porque has hecho eso... ¿por qué estabas hablando con el arbitro?", finalizó.