Los cuatro deslumbrantes looks de la reina Máxima durante su encuentro con la reina Letizia en Ámsterdam
Esta semana, los Países Bajos fueron sede de un encuentro de coronas. El miércoles, el rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima recibieron a sus pares españoles, el rey Felipe VI y la reina Letizia. La visita de estado comenzó con una ceremonia de bienvenida en la plaza Dam, continuó con un banquete en el Palacio Real y finalizó con una recepción en el Museo STRAAT de Ámsterdam.
Durante los dos días que duró la visita de los reyes de España, la reina Máxima, en su carácter de anfitriona, se lució con cuatro outfits muy diferentes, que reflejaron su personalidad y estilo a la perfección. La monarca se robó todas las miradas con looks que incluyeron desde vestidos, hasta faldas, pasando por tocados, stilettos y guantes. También hubo mucho brillo, una imponente corona y un prendedor que lleva años en el joyero de la familia Orange.
Reina Máxima: elegante, sofisticada y en color rojo
Tal y como estaba previsto, los reyes de España llegaron a Ámsterdam durante la mañana del miércoles. Ese día, se realizó un acto de bienvenida en la plaza Dam donde dijeron presente ambas parejas. Para oficiar de anfitriona, la reina Máxima eligió un look monocromático de dos piezas de Natan Couture, su casa de modas predilecta, en un tono rojo oscuro.
La monarca lució una delicada blusa de mangas largas de gasa con una pollera de tiro alto. Para el calzado, usó sus clásicos stilettos y añadió un par de guantes y un clutch rojo, con un gran detalle en dorado, de Sarah’s Bag. No obstante, hubo dos piezas que hicieron que el look tuviera su toque personal y estilo propio.
Por un lado, la reina llevó una pamela de Fabienne Delvigne y se recogió el cabello en un rodete bajo, para que el accesorio fuera el gran protagonista. Asimismo, sobre su blusa se colocó un prendedor en forma de libélula, que ya usó en otras ocasiones, y él cuál pasó por varias generaciones de los Orange.
Un vestido de reina y la joya más importante de los Orange
Al caer la noche del miércoles tuvo lugar un banquete de estado en honor al rey Felipe VI y la reina Letizia en el Salón Cívico del Palacio Real. Allí, además de los reyes, también dijeron presente la princesa Beatriz, la princesa Margarita y la princesa Amalia, futura reina de los Países Bajos. Para el evento real, la reina Máxima se lució con un vestido celeste pastel, de línea A. Se trató de un diseño de hombros caídos, con una confección en tablas en la parte superior y una voluminosa caída, de la firma Jantaminiau. Aunque las pulseras y pendientes brillantes realzaron la pieza, fue la corona la que desvió toda la atención.
Como se trató de un evento real, Máxima lució una de las tiaras de su colección. Eligió la “Stuart”, la cual, además de ser la pieza más valiosa del joyero de la casa Orange, tiene una particularidad: es desmontable y se adapta según la ocasión. Puede ser una tiara más pequeña y discreta o convertirse en una enorme corona. Esta vez, la reina optó por la segunda opción.
Esta pieza guarda consigo una importante historia. Su piedra principal es un diamante de casi 40 quilates que, de acuerdo a los archivos históricos, fue adquirido en 1690 por Guillermo III, príncipe de Orange y María II, quien pertenecía a la dinastía Stuart (Estuardo). De allí el nombre que lleva.
En 1897, la reina Guillermina -bisabuela del rey Guillermo Alejandro- pidió que la piedra se incorporara a una tiara para su coronación. Johann Eduard Schurmann & Co. fue el encargado de realizar la modificación y añadió 900 pequeños diamantes a su alrededor. Si bien la princesa Beatriz nunca usó esta corona durante su reinado, se convirtió en una de las piezas preferidas de la reina Máxima.
El look total pink de la reina Máxima
Durante las primeras horas del jueves, Máxima y Letizia compartieron la misma agenda. Visitaron el LAB6, un espacio que ofrece actividades de deporte y cultura para jóvenes de 12 a 23 años, y dijeron presente en el Festival de Cine Español. Para este tramo de la visita real, la reina de los Países Bajos eligió un total pink de la firma Claes Iversen.
La madre de las princesas Amalia, Alexia y Ariane se lució con un elegante abrigo en dos tonos de rosa con un cinturón ancho con hebilla plateada. Asimismo, sumó unos stilettos de gamuza y unos guantes, todo en nude, y un clutch de brillantes en rosa. En cuanto a las joyas, siguiendo la línea del resto del outfit, llevó pulseras y anillos de plata y unos pendientes en forma de gota. A diferencia de sus dos estilos anteriores, esta vez optó por dejarse el cabello suelto y sumar una vistosa vincha confeccionada con la misma tela que el tapado.
Vestido verde y un vistoso moño en el hombro
La visita de estado de los reyes de España finalizó con una recepción en el Museo STRAAT de Ámsterdam, que contó, además, con la presencia de la princesa Amalia. Para la despedida, la reina visitó una vez más de Jantaminiau: un vestido de manga corta con un tramado verde y nude y un vistoso moño, de la misma tela, sobre el hombro izquierdo. Sumó una chaqueta en tono verde musgo y un clutch haciendo juego, con los stilettos nude de Gianvito Rossi.
Así como usó una pieza diferente, también cambió el cabello. La argentina se realizó un recogido bajo hacia el costado con un broche y dejó un mechón de pelo suelto, para que luciera el moño del vestido. Esta vez optó por menos accesorios y solo incluyó unos pendientes colgantes en tonos verdes y unas delicadas pulseras de plata.
Siete días, cuatro looks, dos vestidos y una tiara. Esta semana, la reina Máxima se vistió de rojo, celeste, rosa y verde, con estilos muy distintos, pero que reflejaron su personalidad y evidenciaron por qué es una de las monarcas más fashionistas.