El cubano Carlos Martiel gana un premio que visibilizará el arte latino en Nueva York
Nueva York, 7 sep (EFE).- El artista cubano de "performance" Carlos Martiel fue distinguido este jueves con el primer Premio de Arte LatinX Maestro Dobel que entregan esta marca de tequila y el Museo del Barrio de Nueva York, la principal institución cultural latina de Estados Unidos, donde ha sido invitado a presentar una exposición en 2024.
Con este galardón, el Museo del Barrio, que celebrará esta noche su gala anual, arranca sus propias celebraciones del Mes de la Herencia Hispana, que resalta cada otoño en el país el aporte de las comunidades latinas en el arte y la cultura, pero también en la economía y la sociedad en general.
En entrevista con EFE, Martiel (La Habana, 1989), destacó la "visibilidad amplificada" que supondrá el reconocimiento para los artistas latinos y dijo que en su caso le permitirá continuar su obra de una manera que no habría sido posible "por no tener los recursos".
Además de recibir una subvención de 50.000 dólares, el artista presentará en el Museo del Barrio un proyecto en la primavera del año que viene, y adelantó que será un "compendio" de obras nuevas y previas.
"El premio es un gran honor, y más siendo un artista de 'performance' que trabaja con su cuerpo", explicó Martiel, que se identifica como "queer" y afrolatino y a menudo se somete a dolor físico en actuaciones radicales con las que invita a reflexionar sobre los "oprimidos y marginados a través de la historia".
El artista, formado en la Academia Nacional de Artes Plásticas "San Alejandro" y en la Cátedra Arte de Conducta, de la exponente cubana del arte performativo Tania Bruguera, está radicado en Nueva York desde hace años y ha presentado sus "performances" y otras obras en museos de todo el mundo.
El director ejecutivo del Museo del Barrio, Patrick Charpenel, señaló que el jurado decidió otorgar este premio inaugural LatinX al cubano por explorar "de manera hermosa la complejidad y sutileza del racismo y la racialización, el género, la inmigración y el legado del colonialismo en las Américas", en una nota.
Martiel, que dejó su país en 2012, aseguró que la "necesidad de expresión" es lo que le llevó a ser artista: "Yo empecé a trabajar con mi cuerpo porque necesitaba expresarme, pero no podía hacer un trabajo evidente que me pusiera en determinados riesgos, así que decidí hacer un tipo de 'performance' mínima, sin palabras", dijo.
Actuaciones como las de la serie "Monumento", en Nueva York en 2021: en una ocasión, permaneció desnudo y esposado en un pedestal en el Guggenheim, y en otra, se presentó en el Museo del Barrio también desnudo y cubierto de sangre donada por grupos minoritarios o marginados por los "discursos supremacistas" en EE.UU.
U otras más extremas, como "Tierra de nadie", en la Galleria Continua de París, en 2022, en la que se mostró desnudo, con el pecho perforado con los mástiles de metal de ocho mini banderas, las de los países colonizadores de África.
"Ese es el poder de mi trabajo, con los pocos elementos que yo manejo se puede comunicar y decir cosas", apostilló.
Martiel sostuvo que salir de Cuba al mundo y residir en Nueva York ha sido una "gran experiencia" que ha transformado su vida en todos los sentidos ya que tiene "todo al alcance de la mano", lo que ha abierto su trabajo a nuevos temas y problemáticas más allá de los que le ocupaban en el "contexto" de la isla.
El artista dijo que sigue en contacto "desde la distancia con parte de la comunidad" artística de Cuba pero reconoció que será difícil volver a trabajar allí, como comprobó al volver para una exposición en 2014: "No tengo por qué encuartarme a lo que diga la instrucción, una organización o un gobierno".
La gala del Museo del Barrio, que recauda fondos e incluye una subasta, homenajea también este año a la artista cubano-americana Coco Fusco por su Excelencia en las Artes y al empresario mexicano Juan Beckmann, dueño mayoritario de los tequilas José Cuervo, por su Destacado Patrocinio de las Artes.
(c) Agencia EFE