Estuvo en Cuestión de Peso, bajó 27 kilos y todos lo recuerdan por ser idéntico a Cristian Castro: la nueva vida de Juan Ignacio Romero
Juan Ignacio Romero tenía 24 años cuando un amigo lo incentivó a anotarse en un reality. No era aquel que estaba acostumbrado a ver, donde las estrategias de juego eran lo primordial para ganar una suma de dinero entre un grupo de participantes. Por lo contrario, en este programa se ganaba si perdías... peso. En 2017, el joven viajó desde su Rojas natal, a 200 kilómetros de Capital Federal, para ingresar a Cuestión de Peso, y su vida dio un giro total. A cinco años de aquel momento, en diálogo con LA NACIÓN reveló el gran aprendizaje de su paso por el ciclo, que lo llevó a tener una nueva experiencia en los medios.
Hasta el momento que se posó frente a cámara para contar cómo era su vida, Juan no había dimensionado que su peso había comenzado a generarle problemas en el día a día. Fue un amigo muy cercano quien le sugirió anotarse al reality en el que un gran número de participantes, acompañados y guiados por un equipo interdisciplinario de profesionales, pudieron hacerle frente a la obesidad. Aquellas experiencias fueron las que inspiraron a cientos de personas a querer ingresar al certamen.
“Yo no lo quería reconocer. Usaba toda ropa negra y ancha”, recuerda sobre aquel momento en el que el peso pasó ser un tema del que no hablaba, pero adentrado en aquel silencio comenzó a vivir cambios, no solo en su físico sino en su actitud. Por ejemplo, rememora que utilizaba el pelo largo para tapar su rostro y pasar desapercibido.
Estuvo en Cuestión de peso y hoy es personal trainer: “Mi misión es ayudar”
Con el paso del tiempo, hoy Juan detecta que el momento en el que comenzó a notar un aumento en su peso fue alrededor de los 20 años. Hasta ese entonces describe que su imagen no era un conflicto para él ni para el resto, como por ejemplo en la escuela, donde era atacado por su orientación sexual. Puntualmente, tras una ruptura amorosa, cambió su relación con la comida, con la que acompañó el dolor que sentía por el alejamiento de la persona a la que quería. “Me volqué a la comida. Fue ese el detonante, me refugié ahí y no solucioné nada”, recuerda. A partir de ese momento, comenzó su cambio físico que duró al menos cuatro años, hasta que ingresó al programa, que en aquel entonces conducía Fabián Doman por eltrece.
El proceso de selección para Juan fue muy rápido: a tan solo 15 días de mandar su casting en formato video tuvo la noticia positiva que esperaba. Dejó su Rojas natal para comenzar un cambio, que con el tiempo clasificaría como el más acertado de su vida. “Cuando estaba adentro me di cuenta de que tenía una enfermedad porque me dijeron que tenía obesidad grado 1. La palabra obesidad para mí fue muy fuerte, ahí me cayó la ficha”, señala el joven de ahora 29 años, al que luego de exhaustivos controles médicos dentro del certamen se determinó que tenía elevación de ácido úrico, lo que le causó preocupación y se motivó aún más por cumplir con su objetivo.
En aquel entonces, su ingreso marcó en su remera distintiva un peso de 106 kilos y para su alta debía bajar alrededor de 20 kilos. Las primeras semanas fueron cruciales para él, ya que lo acompañaba el gran temor de no bajar el porcentaje requerido para quedar fuera de la ronda de eliminación de cada viernes. Cabe recordar que cada participante debía descender un cierto porcentaje por semana. Sin embargo, el riguroso seguimiento de las instrucciones lo llevaron a tener una constancia y seguridad en él, que lo condujo a los resultados que esperaba.
Al momento de la emisión del ciclo en el que participó, el auge de las redes sociales comenzaba a verse, y ese fue un aspecto un tanto duro que debió enfrentar. Los comentarios negativos que los usuarios hacían sobre él fue un escollo que tuvo que superar para que no le afectaran las opiniones que, con saña, hacían sobre él. Sin embargo, el cariño que le brindaron fue más fuerte y el reconocimiento en la calle suplía aquel agobio virtual. Ahora, con el transcurrir del tiempo, es habitual para él leer diversas palabras sobre su persona, pero ya no lo hace con dolor, sino que puede llevar la situación con tranquilidad, sentimiento que pudo alcanzar con el apoyo psicológico del staff del ciclo.
La vida después de Cuestión de peso: cambio de rumbo, de físico y de actitud
Juan recibió el alta en Cuestión de Peso con el pesaje que le establecieron los profesionales. Su vida había cambiado completamente. No solo era conocido en su Rojas natal, donde anteriormente supo destacarse por algunos trabajos que realizó relacionados con la actuación, sino que su rostro ya era popular en diversos puntos del país. Quizás su parecido físico con el popular cantante Cristian Castro fue un condimento que sumó a la visibilidad que tuvo en el certamen y lo diferenció del resto.
Pero la vida de aquel joven de 24 años cambió en muchos aspectos. “Me costó un poco adaptarme a mi nuevo cuerpo. Por ejemplo, entraba a un local y pedía un talle que no era. Mi cabeza tenía la imagen de mi cuerpo anterior”, recuerda sobre ese momento en el que no dimensionaba lo que atravesaba. En ese entonces, por fuera del certamen, continuó aplicando todos los aprendizajes que cosechó durante sus meses como participante.
Con las herramientas que aprendió, siguió con el descenso de peso, con una guía de los profesionales. “No es que salís del programa y te sueltan la mano. Teníamos consultas semanales, y yo como estaba en Rojas tenía un gran diálogo con ellos. Seguí bajando de peso, llegué a pesar 79 kilos”, recuerda sobre aquel momento, en el que tuvo una advertencia de Romina Pereiro, nutricionista del ciclo, quien le destacó la importancia de controlar la baja, ya que se puede volver insostenible.
“Uno se motiva tanto que quiere más”, asegura el joven que a pesar de querer continuar con el descenso de peso, escuchó a la profesional y actualmente mantiene su volumen controlado por profesionales, combinado con los aprendizajes adquiridos, como así también su rutina diaria de actividad física. Hoy Juan volvió a tener seguridad en él y su figura formó gran parte de aquel cambio rotundo de actitud.
Cuestión de Peso no solo se trató de un reality que lo ayudó a cambiar su propia visión de él mismo, sino que en ese proceso pudo conocer a personas que como él buscaban esa transformación. “Armamos un grupo hermoso. El programa me dio amigos como Nadia (Moridigo), Gonzalo (Branchesi), Xiomara (Moreira) y Nacho (Rodríguez), que fuimos a visitarlo a Gualeyau, donde vive. Con la mayoría me llevé bien, eso era lo bueno, compartíamos mucho. Y con los profesionales también hablamos”, afirma sobre la relación que supo forjar con sus compañeros.
Actualmente, tiene su emprendimiento de indumentaria en su Rojas natal. La gran popularidad que ganó durante Cuestión de Peso lo mantiene con diversas apariciones en programas de televisión, por el parecido físico con la estrella de la música latina. Sin embargo, siente que las puertas del mundo del espectáculo, para el cual se preparó durante su juventud con diversas clases de teatro, no están del todo abiertas para él.
Las razones puede ser variadas, ya que como punto de partida es un número acotado quienes llegan a cumplir su sueño de brillar en la actuación, y formar parte de importantes producciones audiovisuales. Pero para Juan, además de este aspecto, podría sumarse una cuestión más: el escándalo que protagonizó por una relación amorosa que tuvo con un familiar de una famosa figura argentina.
“Siento que me cierran algunas puertas por lo que pasó”, asegura Juan, quien lamenta no poder haber hablado con la joven que directamente quedó involucrada. Asimismo, señala que su intención no fue generar ese escándalo, sino que “prácticamente lo obligaron” a hablar sobre esta relación que había mencionado a un productor, solo una vez en el casting de reality. Hoy, sabe que su inexperiencia en los medios lo llevó a ser protagonista de aquel momento, que no olvida y por el que espera poder dejar todo en claro con la famosa.