El día que el duque de Edimburgo pidió dinero a la clase política

Isabel II y el duque de Edimburgo credit:Bang Showbiz
Isabel II y el duque de Edimburgo credit:Bang Showbiz

Cuando el Reino Unido se despidió del consorte más longevo de su historia, lo único que se le pudo reprochar de las siete décadas que había pasado caminando siempre un paso por detrás de su esposa fueron las bromas de dudoso gusto que realizaba con bastante frecuencia, incluso en las ocasiones solemnes en las que el protocolo desaconsejaba tales frivolidades.

El duque de Edimburgo era un hombre con un aspecto severo y quienes le conocían sabían que siempre tenía a punto un comentario mordaz con el que poner a cualquiera en su sitio, pero su personalidad directa y poco amiga de la pompa también fue la que le convirtió -según todas las fuentes no oficiales- en el miembro más popular de la familia real británica entre el personal de palacio, que le adoraba precisamente porque era el más abierto y amable de puertas para adentro.

La sombra del príncipe Felipe sigue siendo muy alargada incluso después de su muerte y este martes su nieto Guillermo ha recibido un recuerdo de lo mucho que aún se le quiere en ciertos círculos durante su visita a la Misión de Belfast Este en el Centro Skainos de Irlanda del Norte, en el marco de su gira para lanzar una iniciativa destinada a ayudar a las personas sin hogar.

El reverendo Brian Anderson, que preside la junta directiva, le explicó que su abuelo había hostigados a los políticos y los funcionarios civiles para que donaran el dinero necesario para financiar el coste del edificio durante una visita a la ciudad en 2008. Cuando le mostraron los planes para construir el centro Skainos, Felipe quedó muy impresionando y preguntó por qué no se habían comenzado las obras. La respuesta, que no había fondos suficientes, no le gustó nada, y en seguida se dirigió a todos los presentes en el acto oficial para pedirles que contribuyeran.

"Hubo un improperio de por medio, pero no voy a repetirlo. Y tres semanas después apareció todo el dinero", añadió Anderson.

"Eso suena mucho a mi abuelo", reconoció Guillermo sin poder contener la risa, para añadir justo después que siempre le gusta escuchar anécdotas sobre Felipe.