Dónde relajarse en el Caribe por precios bajos

Practicantes de kitesurf frente a la costa de la isla caribeña de Bonaire en enero de 2019. (Erik Freeland/The New York Times).
Practicantes de kitesurf frente a la costa de la isla caribeña de Bonaire en enero de 2019. (Erik Freeland/The New York Times).

Cuando hace frío en el norte del continente americano, es temporada alta en las regiones cálidas del sur, especialmente en el Caribe, ya que los “pájaros de la nieve” acuden en parvada a las costas más soleadas.

La temporada alta trae consigo precios elevados, pero los cazadores de gangas pueden conseguir un espacio en la arena si consideran el valor de los complejos turísticos de todo incluido que integran comidas y actividades en sus tarifas. Por ejemplo, el Iberostar Waves Costa Dorada, en República Dominicana, ofrece playa, piscinas y cinco restaurantes (habitaciones dobles desde 170 dólares la noche para dos personas). Liberty Travel, una agencia con sede en Montvale, Nueva Jersey, y conocida por su experiencia en el Caribe, recomienda a sus clientes el Grand Palladium Jamaica Resort & Spa por sus cuatro playas y múltiples opciones gastronómicas (desde 285 dólares la noche por una habitación doble).

Pero para aquellos que buscan una escapada personalizada, los siguientes destinos permiten a los viajeros aprovechar sus presupuestos este invierno.

Bonaire

Bonaire, una pequeña isla neerlandesa situada unos 80 kilómetros al norte de Venezuela, no es el lugar ideal para disfrutar de las clásicas playas de arena; la mayoría están llenas de corales y conchas. En cambio, esta isla ecocéntrica, rodeada por una reserva marina, es perfecta para los amantes del esnórquel, la natación y el buceo que buscan arrecifes de fácil acceso. (Los visitantes pagan un impuesto de entrada de 75 dólares, así como una tarifa de acceso a áreas naturales de 40 dólares, que les permite entrar al parque marino y al parque nacional de la isla).

Desde la costa se puede acceder a más de 50 de los aproximadamente 85 sitios de buceo del destino, lo que significa que los buzos certificados no necesitarán una excursión guiada en barco —un gran ahorro— para nadar entre corales cuerno de ciervo y bancos de peces tropicales. En playas como 1000 Steps (una exageración de los 67 escalones de piedra caliza que necesitas bajar para llegar a ella), tanto los buceadores como los que practican esnórquel pueden contemplar maravillas marinas y quedarse a ver la puesta de sol sobre el horizonte adornado de cactus.

Un buzo nada con una tortuga frente a la costa de la isla caribeña de Bonaire en enero de 2019. (Erik Freeland/The New York Times).
Un buzo nada con una tortuga frente a la costa de la isla caribeña de Bonaire en enero de 2019. (Erik Freeland/The New York Times).

Bonaire, que cuenta con pocos hoteles grandes, ofrece muchos espacios vacacionales de alquiler y pequeños complejos turísticos. Bamboo Bonaire, por ejemplo, tiene cabañas, con cocinetas y porches amueblados dentro de un exuberante recinto amurallado (habitaciones dobles desde 225 dólares la noche; las estancias de cinco noches o más tienen un 20 por ciento de descuento).

Tendrás que alquilar un auto para explorar la isla (Kayak ofrece rentas desde 34 dólares el día), incluido el Parque nacional de Washington Slagbaai en el extremo norte, una reserva de casi 4300 hectáreas que alberga playas ideales para nadar y estanques salados llenos de flamencos.

Cartagena, Colombia

En la costa norte de Colombia, Cartagena es una opción más urbana para disfrutar el sol. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el centro histórico de Cartagena está repleto de arquitectura militar de los siglos XVI al XVIII que evidencia su ubicación estratégica como puerto comercial caribeño a la altura de La Habana y San Juan, Puerto Rico.

Los amantes de la playa encontrarán alojamientos en Airbnb desde unos 70 dólares la noche en el distrito costero de Bocagrande, en una península al sur del casco antiguo. Los amantes de la cultura apreciarán un lugar más céntrico, como el Townhouse Art Hotel, un hotel boutique centrado en el arte con 11 habitaciones decoradas individualmente, un piano bar, dos piscinas y un salón en la azotea con vistas a la ciudad (habitaciones dobles desde 155 dólares la noche, con desayuno incluido).

Vale la pena dedicarle un día a Cartagena, una ciudad amurallada, para pasear por sus calles empedradas y apreciar la elegante arquitectura colonial pintada en tonos caribeños. Los recorridos a pie gratuitos de dos horas que ofrece Free Tour Cartagena (no olvides darle propina a tu guía) ofrecen un panorama general de las principales plazas e iglesias emblemáticas de la ciudad. Explora los pasillos y las baterías del Castillo de San Felipe de Barajas, una fortaleza militar española del siglo XVII situada en la cima del cerro de San Lázaro (entrada: 36.000 pesos, unos 8 dólares).

Si quieres divertirte, visita el barrio artístico de Getsemaní, a las afueras de las murallas de la ciudad vieja, conocido por sus músicos callejeros, murales, bares y restaurantes alrededor de la Plaza de la Trinidad.

Archipiélago de Guadalupe

Entre Dominica y Antigua, en las Antillas Menores, el archipiélago francés de Guadalupe consta de cinco grupos de islas (Basse-Terre, Grande-Terre, Marie-Galante, Les Saintes y La Désirade) que ofrecen caminatas por la selva tropical y los volcanes, esnórquel y buceo en arrecifes de coral protegidos, playas arenosas y surf. Los senderos, las playas y el Parque nacional de Guadalupe son de acceso gratuito.

Los vuelos de Miami a Guadalupe aterrizan en el Aeropuerto Internacional Maryse Condé de Guadalupe, que está conectado por un puente con la vecina Basse-Terre. Los ferris a otras islas cuestan entre 25 y 45 euros (entre 26 y 47 dólares aproximadamente) por trayecto. Rentar un auto es una forma cómoda de desplazarse (el precio promedio de alquiler es de 39 dólares al día, según Kayak).

Puedes encontrar alojamientos relativamente asequibles en una serie de complejos turísticos ecológicos y pequeños, como Les Galets Rouges, de 23 habitaciones, en Basse-Terre, con vistas al parque marino de la Reserva Cousteau y cerca de varias aguas termales (estancias mínimas de dos noches en habitación doble a partir de 550 euros, con desayuno incluido). En Les Saintes, que técnicamente consta de nueve islas, de las cuales solo dos, Terre-de-Haut y Terre-de-Bas, están habitadas, la casa de huéspedes Les Hauts de la Baie está cerca de la playa de Grand Anse en Terre-de-Bas (las habitaciones dobles cuestan en promedio 130 euros la noche, con acceso a una cocina compartida).

Entre las especialidades culinarias se encuentra el sándwich bokit, un bollo frito relleno de pescado, cerdo o pollo con salsa picante y que suele venderse por unos pocos euros en los puestos locales.

Placencia, Belice

En la costa sur de Belice, la tranquila ciudad costera de Placencia, en la punta de una península de 26 kilómetros de largo, te da acceso a la barrera de coral de Belice y a un centro urbano bohemio.

“El verdadero encanto de Placencia es su singular ‘calle principal’, que en realidad es una acera estrecha bordeada de bares y restaurantes coloridos que crean un ambiente caribeño, alegre y rústico”, escribió en un correo electrónico Rob Harper, copropietario de Namu Travel Group, una agencia de viajes con sede en Costa Rica especializada en América Central.

Entre los alojamientos vacacionales de alquiler en el antiguo pueblo pesquero se encuentra Bella Azul de Bella Vita Casitas (desde 198 dólares la noche), una cabaña para dos con uso incluido de kayaks, tablas de surf de remo y bicicletas. Alux House, una pequeña casa de huéspedes inspirada en el estilo colonial francés, cuenta con estudios diseñados para dos personas desde 105 dólares la noche. Los departamentos de Driftwood Gardens Guesthouse cuestan desde 65 dólares la noche para dos personas.

Ahorra dinero en las habitaciones para que puedas derrochar en una excursión de un día para hacer esnórquel en una de las islas cercanas (desde 125 dólares en Captain Jak's) o hacer senderismo y observar aves en el santuario cercano Cockscomb Basin Wildlife Sanctuary (desde 139 dólares con Viator). Rentar carritos de golf es otra forma popular de explorar la península (55 dólares al día en Barefoot Services).

San Juan, Puerto Rico

Según el Dollar Flight Club, un servicio de afiliación que muestra tarifas aéreas baratas, San Juan es una de las mejores ofertas de la región, con vuelos redondos desde Atlanta a partir de los 138 dólares.

Al aterrizar, los viajeros pueden ver fácilmente por qué la capital de Puerto Rico es tan barata. Las playas y el centro colonial de San Juan están a poca distancia del aeropuerto.

Entre las opciones de alojamiento, el Viejo San Juan ofrece una serie de hoteles con encanto, como el Gallery Inn, que cuenta con 22 habitaciones con acceso a 15 patios y vistas a las murallas de la ciudad en un edificio declarado Monumento Histórico Nacional (habitaciones dobles desde 170 dólares). Más cerca de la playa, Hibird, en el distrito costero de Condado, ofrece habitaciones con piscina en la azotea y un club de playa a unos cinco minutos a pie del hotel (suites tipo estudio con cocineta integrada desde unos 188 dólares).

Mientras que muchos destinos caribeños ofrecen experiencias en la naturaleza, el punto fuerte de San Juan es su historia y cultura. Un recorrido a pie por el Viejo San Juan es una buena manera de conocer su pasado colonial (Patria Tours maneja itinerarios de dos horas y media por unos 51 dólares, incluida la entrada al Castillo de San Cristóbal, que según el Servicio de Parques Nacionales es la fortaleza más grande de América).

Encontrarás más cultura en el cercano barrio de Santurce, donde hay murales callejeros vibrantes, el Museo de Arte de Puerto Rico (entrada: 15 dólares) y el Museo de Arte Contemporáneo (8 dólares). Quédate después del anochecer para beber, bailar y probar comida callejera como las empanadillas y las alcapurrias en La Placita de Santurce, una plaza pública que está más animada aún los fines de semana.

c.2025 The New York Times Company