"Dance First", el biopic sobre Samuel Beckett, en la jornada final de San Sebastián

San Sebastián (España), 30 sep (EFE).- El Festival de San Sebastián termina hoy con la proyección fuera de concurso de la película "Dance First", un delicioso biopic sobre el dramaturgo Samuel Beckett, rodado en blanco y negro por el cineasta británico James Marsh, que protagoniza con maestría y doble esfuerzo el versátil actor irlandés Gabriel Byrne.

"Es la vida de un hombre que es un mito de una manera humana, pero con toques surrealistas", explicó Byrne en una rueda de prensa en la que compareció gran parte del elenco de la película, actores, producción y el guionista Neil Forsyth, principal "culpable" de que Marsh haya optado por la ficción, y no por un documental -que es su especialidad- para contar la historia de Beckett.

Para Byrne, "hubiera sido un error hacer una biografía convencional, predecible (...). Así, -dice- no sólo es muy original, sino que hace más fácil algo que me parece sumamente difícil de realizar".

El irlandés contestaba a las preguntas en inglés, pero sin usar el traductor: el secreto es que lleva tiempo estudiando español con un profesor de Bilbao, y además, es un gran admirador de la cultura española que "devora" las obras de Lorca, según pudo saber EFE.

Desde su admiración cuando es solo un joven aspirante a escritor, plegado a la inmensa sabiduría de James Joyce -divertidísimas escenas con su familia mientras cenan albóndigas, un día si y otro también-, a su dolor por la pérdida de su amigo Alfred Peron, arrastrado a la muerte por la Gestapo o sus relaciones con las mujeres, "Dance First" comienza la noche en la que consigue el Premio Nobel.

"Es un desastre", le dice a su esposa mientras, impertérrito, se levanta lentamente a por su premio. A partir de ese momento, la película es un delicioso relato marcha atrás de todos los momentos que le han hecho ser quien es, a partir de una intensa conversación, la más dura y descarnada posible, porque la mantiene consigo mismo.

Marsh explicó que Forsyth ya había trabajado sobre la figura de Beckett para la tele y se esperaba un biopic típico, "pero al leer el guion vi que era otra cosa, era subversivo. Hacer esta película ha sido una liberación (...) Era una biografía especulativa con viñetas cortas de su vida", evidentemente, lejos del documental.

La actriz Sandrine Bonnaire, que interpreta a la esposa en la edad más adulta, compartió la dificultad de este personaje lleno de matices que fue muy importante en la vida del dramaturgo, también por su capacidad de poner en evidencia sus contradicciones.

"Él era muy cruel con ella, tenía una doble vida, con otras mujeres, ella se cansa, según pasa el tiempo, pero le ama y siempre está con él, hasta el final. Es un personaje con mucha dignidad y fue maravilloso compartir matrimonio con 'éste' Beckett", dice Bonnaire con un guiño hacia Byrne.

El director precisó también que fue la fortaleza de los personajes femeninos una de las cosas que le empujaron a hacer la película. "Todas las mujeres que se le cruzan son cruciales, en su vida y en su carrera, empezando por su madre", apunta Marsh.

Aidan Gillen, que interpreta a James Joyce en la cinta, añadió que, aunque pueda parecer difícil interpretar a personajes reales, en realidad es muy interesante porque "el trabajo está hecho, las decisiones ya están tomadas".

Al final, después de la muerte de Suzanne, según el director, el biógrafo de Beckett con el que se entrevisto varias veces le destacaba el sentimiento del Nobel: "Él repetía 'la culpabilidad, la culpabilidad', y ese punto -concluyó- creo que fue clave en su vida".

(c) Agencia EFE