Daniela Castro y el duro golpe que afectó su capacidad para llorar

Daniela Castro recibió un duro golpe en 2009 que le generó un bloqueo para llorar en la vida real. Para llorar en las telenovelas recuerda lo que le pasó.   (Photo by Michael Buckner/Getty Images)
Daniela Castro recibió un duro golpe en 2009 que le generó un bloqueo para llorar en la vida real. Para llorar en las telenovelas recuerda lo que le pasó. (Photo by Michael Buckner/Getty Images)

Victoria Ruffo es la reina del llanto en las telenovelas mexicanas. Pero no es la única actriz que en la televisión tiene a las lágrimas como sello distintivo de sus personajes en melodramas. Ahí están los casos de Erika Buenfil y Daniela Castro como dignas representantes de lo que implica romperse y rasgarse las vestiduras en la ficción. Sin embargo, fuera de cuadro, Castro presenta una afectación emocional para llorar. No puede hacerlo, o le cuesta mucho lograrlo de manera genuina, debido a un duro golpe en su vida privada: la muerte de su madre.

En los 90’s protagonizó dramas exitosos como Cadenas de amargura (1991), Triángulo (1992) y Cañaveral de pasiones (1996). Para la siguiente década desapareció un tiempo de las pantallas por dedicarse a su familia. Retornó en 2007 con Pasión y en 2009 con Mi pecado, siendo esta última un trabajo especial para ella por el doloroso proceso que estaba atravesando detrás de cámaras.

Antonieta Arellano, su madre, fue hospitalizada mientras Daniela grababa la telenovela. La actriz debió fragmentarse en tres para estar al tanto de sus hijos, la salud de su mamá y cumplir con los llamados. Entró en crisis cuando los médicos que la trataban le informaron que la señora tenía los días contados.

"Yo tenía a mi mamá con cáncer y yo estaba grabando. Le habían dado 20 días, entonces dije 'dejo la telenovela'. Ella me agarró la mano y me dijo 'de ninguna manera, tú no dejas ninguna telenovela, tú vas para adelante". Fue muy duro porque yo me iba muy temprano para ver a mi mamá, porque sabía que en el día iba a estar sin ella", declaró en entrevista al programa Cuéntamelo ya! en 2020, poco antes de la pandemia.

Con certeza médica de que no había posibilidades de prolongar la vida de su madre, Daniela tuvo escasas tres semanas para estar al lado de ella. Por eso quiso terminar su participación en Mi pecado sugiriéndole al productor Juan Osorio que mataran a su personaje de Rosario Pedraza. De último momento no pudo colocar esa propuesta sobre la mesa porque le prometió a su progenitora cumplir con ese compromiso.

"Esa es la experiencia más difícil de impotencia, de dolor, de saber que estás comprometida en un proyecto que está teniendo éxito, que llevas un protagónico, porque yo era protagonista de los grandes y Maytesita era protagonista de los chavos, y que no puedes botar. Todo lo que viví antes y que aprendí no me permitió decirles 'hasta aquí llego, mátenme, yo quiero estar con mi mamá'".

Luego de varias semanas hospitalizada, Antonieta Arellano falleció. Esa partida, que ya en sí fue terrible, trajo para Daniela dos consecuencias: una gran culpa por no haber pasado más tiempo con su mamá y un bloqueo mental para llorar en situaciones que lo propician o lo ameritan.

En diciembre de 2021 murió su padre, el músico Javier Castro, integrante de la dinastía musical Los hermanos Castro. Ese duelo lo tomó con otra forma de ver las cosas. La lección del tiempo que no pudo pasar con su madre la llevó a aprovechar a su papá hasta el final. A dos años de su deceso, ella habla de él sin ápice de mortificación o tristeza porque lo disfrutó.

Así lo hizo visible en el programa Montse y Joe con Montserrat Oliver y Yolanda Andrade cuando le recordaron pasajes junto a su padre. No obstante, al hablar de su mamá la voz le cambia, se alenta. Todavía le duele. Ese episodio le lastima aún y todavía repercute en su persona con relación al llanto.

"En la vida real soy como más contenida. Desde que murió mi mamá como que me vino un bloqueo fuertísimo y ahora me cuesta llorar. Sé que si tengo que llorar en la novela, pues lloraré. Me acordaré de cosas y lo haré".

La ocasión más reciente en que pudo aproximarse a las lágrimas fue en el velorio de su tío Benito Castro, quien falleció en septiembre de este 2023. Conmovida atendió a la prensa. Con la voz quebrada, rota, compartió su sentir. Sin embargo, y tal como lo padece desde 2009, llorar le resulta difícil en la realidad. En la ficción sí lo hace, y recurre al recuerdo de su madre para conseguirlo.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Fallece “El Wiko" de Caborca, quien se hiciera viral por el video “Afedo, cámate, pofavo”