Daredevil: Born Again | El simbolismo detrás del diablo de Hell's Kitchen

Tras un largo periodo de especulaciones, por fin es oficial el regreso de Daredevil (98%)a la pantalla chica, nuevamente de la mano de Charlie Cox como el Hombre sin Miedo y Vincent D'Onofrio como Wilson Fisk. Y es que con la aparición de Matt Murdock en Spider-Man: Sin Camino A Casa (92%) y She-Hulk: Attorney at Law (74%), además de Kingpin en Hawkeye (87%), los fans no perdieron tiempo en teorizar apasionadamente sobre el posible regreso del Diablo de Hell's Kitchen en un nuevo proyecto propio.

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El éxito obtenido con las tres temporadas del Daredevil (98%) de Netflix —particularmente entre la audiencia más fiel al material original de los cómics— encaminó a este personaje hacia convertirse en uno de los favoritos de la audiencia. Y sí, también es verdad que quizá el Diablo Guardián en ocasiones se vio opacado por la popularidad de los personajes principales del MCU, pero esto no mermó el apego de los fans hacia él, en especial con esta encarnación tan acertada y cuidadosamente tratada por el equipo de productores conformado por Allie Goss, Kris Henigman, Cindy Holland y Alan Fine, y, desde luego respaldados por los hasta entonces grandes nombres habituales detrás de las producciones de Marvel: Stan Lee , Joe Quesada y Jeph Loeb .

Con la llegada de Disney + la cancelación del universo Defenders en Netflix se concretó, y se puso fin a Daredevil, Jessica Jones (69%), Luke Cage (96%) y a la menos exitosa Iron Fist (19%). Una vez confirmada la reintroducción de Charlie Cox en las producciones del MCU, el fandom barajaba la idea de que quizá sería beneficioso para Marvel hacer uso del canónico multiverso y simplemente convertir el universo Marvel-Netflix en otra Tierra. Aunque al respecto aún se desconocen a fondo los detalles de este ansiado relanzamiento, el actor que da vida a Daredevil ha confirmado recientemente que esta serie se inclinará hacia un reboot narrativo.

La calidad mostrada en su primera adaptación televisiva no desentona con la que puede encontrarse en las páginas del cómic. Daredevil llegaría a publicarse por primera vez con su #1 (1964), y aunque contó con relativo éxito, este personaje nunca fue explorado tan a fondo hasta la llegada de Frank Miller con Born Again (1986) con lo que quedaría ligado definitivamente al simbolismo católico.

Desde entonces, el imaginario de Daredevil se ha encontrado repleto de este tipo de representaciones e imágenes narrativas, hecho que sin duda hizo destacar al cómic del resto. Por momentos, esta versión de Matt Murdock era análoga a la propuesta de DC Comics con Vertigo —tomando en cuenta los factores de la voz del relato y la calidad de la historia. Su mitología aborda temáticas crudas —gracias a la actualización del Comics Code Authority—, como el abuso de drogas, la sexualidad explícita, muerte y violencia, mismas que fueron vistas por los lectores como componentes de la historia que la dotaban de verosimilitud y relevancia en términos sociales. Asimismo, la faceta de Matt se encuentra mucho más acentuada que la de Daredevil rescatando su fragilidad humana y sus impulsos hacia el “pecado”. Al final del día el rostro del abogado de Hell's Kitchen es igual o mayormente icónico que la figura encapuchada de Daredevil, lo cual lo convierte en un personaje completo y complejo.

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Desde una estética noir, esta publicación fue más allá de la típica historia de un superhéroe. Los poderes de Daredevil provienen de un accidente con desechos radioactivos, cuando un joven Matt Murdock intentaba salvar la vida de un anciano, mismo que le haría perder la vista y también lo dotaría de super oído y de un sistema de radar sónico que sustituyó a su vista, de la misma forma agudizaría el resto de sus sentidos lo que le permitió poseer una agilidad y reflejos sobrehumanos además de una alta resistencia al dolor. Su dominio de diferentes artes marciales llegaría de la mano de Stick, su mentor y posterior enemigo. Sumado a lo anterior, suele hacer uso de su súper oído para saber si una persona está mintiendo o no, lo cual le es de utilidad en el ejercicio de su profesión.

Ya desde el nacimiento del superhéroe, su identidad quedaría ligada a ciertos elementos trágicos, como la muerte del padre de Matt a manos de la mafia. Los claroscuros narrativos acentuaban cada una de las pérdidas constantes en la vida de Daredevil y su alter ego, tanto personales como morales. Otro de sus dilemas recurrentes es la distinción entre la venganza y la justicia, así como las consecuencias que estas pueden traer a las personas que lo rodean.

Aunque gracias a su socio y amigo Foggy Nelson, su labor como abogado no suele interferir directamente con las actividades nocturnas de Daredevil, su campo de acción suele limitarse a las poco más de veinte cuadras que comprenden Hell's Kitchen y, gracias a la naturaleza de sus poderes, es muy probable que posea una memoria fotográfica detallada del área. En contraste, la vida sentimental de Matt Murdock y la de Daredevil sí se han visto interconectadas por sus parejas, en los cómics no sólo sus relaciones sentimentales con Elektra y Karen Page son tormentosas y trágicas, también se ha vinculado románticamente a Natasha Romanoff y a Milla Donovan, su exesposa, con estas mismas consecuencias.

Todos estos elementos vuelven a Daredevil el héroe trágico por excelencia, singularidad que se hace más notoria en el universo de Marvel Comics. Estas directrices cimentadas precisamente en Born Again colocaron a Daredevil dentro de lo más alto del panteón de superhéroes, puesto que su construcción y desarrollo de historia y personajes llegó a niveles nunca antes vistos en la editorial —quizá al apostar por historias más maduras y arcos significativamente más oscuros que no llegaban a convivir con lo fantástico de manera central.

Es aquí como la identidad católica de Matt Murdock daría un giro definitivo en el destino de Daredevil dentro y fuera las páginas del cómic. Con Born Again, se buscaría explorar los paralelismos del personaje con la figura de Jesucristo, y en muchos otros aspectos, con la vida penitente del católico practicante. Esto debido a que la identidad católica de los irlandeses, y por consecuencia la de los irlando-estadounidenses, siempre ha estado envuelta en tintes éticos y políticos.

Y es que habría que regresar en el tiempo hasta 1533, cuando el rey Enrique VIII contraía matrimonio con su segunda esposa, Ana Bolena, y rompía relaciones con Roma. Posteriormente, el poder de la naciente Iglesia Anglicana se posicionaría enteramente en el rey, con lo que Enrique iniciaría una serie de reformas que darían paso a una sanguinaria lucha entre las fuerzas de la corona y la hasta entonces basta población católica de Gran Bretaña.

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En su Acta de Supremacía, Enrique estableció una nueva iglesia anglicana en Irlanda llamándola la Iglesia de Irlanda. Sus intentos de convertir a la los irlandeses católicos sólo agravarían la confrontación, y, más tarde esta misma se vería agudizada con la llegada de su hija María —abiertamente católica—al poder, su sangrienta persecución de protestantes creó un sentimiento anticatólico y antiespañol entre los ingleses.

Para el siglo XIX, las tensiones continuaban con una población irlandesa que se negaba a pagar diezmo a una iglesia a la que no pertenecían. Ya en 1845, dentro del reinado de Victoria en Inglaterra, una plaga acabaría con el 40% de la cosecha de papas, base principal del alimento irlandés, crisis que se extendería durante cuatro años y significan una migración masiva de irlandeses que huían de la hambruna en sus tierras. Irlanda nunca olvidaría la indiferencia británica ante esta catástrofe.

En 1922, el Tratado Angloirlandés dividiría a Irlanda en dos, formando de facto a Irlanda del Norte, una colonia británica que implementaría a la fuerza tradiciones y leyes ajenas a las irlandesas. Más tarde, esto traería como consecuencia la formación del Ejército Republicano Irlandés, que se oponía activamente a la discriminación institucionalizada y a los asesinatos sistemáticos de católicos en el territorio de Irlanda del Norte. Algunas de sus facciones extremistas fueron responsables incluso de actos terroristas.

Debido a esta compleja y violenta historia, el catolicismo no podía ser tomado a la ligera en la construcción de un personaje como Daredevil. Los fighting irish, los que resisten y luchan, existen en el imaginario colectivo gracias a estos elementos históricos y desde esa visión se dio forma el trasfondo del boxeo en la vida de los Murdock.

Curiosamente, el personaje no fue concebido católico desde su origen, sino que se optó por representar a un superhéroe ciego, sin embargo, a la larga este enfoque no fue suficiente para conectar con los lectores. Hacía falta una pieza más para completar el engranaje de este personaje hasta llegar a su forma definitoria.

Born Again aborda los crueles hechos por los que transitaría Matt Murdock después de que Kingpin descubriera su identidad secreta. Esta revelación llegó de la peor manera posible, pues una Karen Page en el punto más bajo de su dependencia química cambiaría esta información por una dosis de droga —convirtiéndose así en una Judas. Pero aquel sería un plato frío de venganza para Fisk, pues este armaría maquiavélicamente una gran ofensiva en contra de la vida privada de Matt, desde hacerle perder su licencia como abogado después de ser acusado y sentenciado por corrupción, hasta su distanciamiento con Foggy. Tras presenciar cómo su edificio explotara frente a él, Matt conocería la verdad detrás de sus desgracias y finalmente se confrontaría con Kingpin siendo vencido por este y arrojado al río para morir.

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Este arco se presentó en tres números principales: Apocalipsis, Purgatorio, Paria, Renacido y Salvado. Con Kingpin actuando desde las sombras, Matt Murdock desciende al infierno físico, emocional y espiritual siendo llevado al límite y caería en un estado de perdición. Estos duros obstáculos de este irlandés luchador se encarnaron así en la mitología del personaje.

El paralelismo plasmado en esta “muerte” de Matt Murdock y está claramente inspirado en la pasión y resurrección de Jesucristo. Tras su primera caída en el río, la siguiente sería su pelea con un Santa Claus —cuya identidad era de un antiguo matón de Fisk—, donde este lo apuñalaría dejándolo al borde de la muerte. Ya en un estado agonizante, Matt llevaría hasta la casa de su padre, donde encontraría el viejo saco de boxear de este y al intentar golpearlo Matt caería rendido al fin. Así llegaría la muerte de Matt Murdock.

En esta ocasión la salvadora de Matt no sería otra que su madre, la hermana Maggie. Esta salvación se representaría en una viñeta que pasaría a la historia como una de las más icónicas en la mitología del personaje, la imagen evoca a la Piedad de Miguel Ángel, donde María sostiene el cuerpo de Jesús al descender de la cruz. Curiosamente, un año antes DC había hecho lo propio con la también icónica imagen de una Supergirl ya sin vida en los brazos de Superman, en la portada del #17 de Crisis en Tierras Infinitas. La resurrección espiritual de Matt Murdock tendría como resultado a un Daredevil más fuerte que nunca. El Hombre sin Miedo emergía del inframundo victorioso y en estado de gracia tras la penitencia de todos sus pecados.

Habría que mencionar que muchos de estos hechos eran un fiel reflejo del momento social de Estados Unidos, que enfrentaba una cruda política conservadora que tuvo como consecuencia la indiferencia hacia la pandemia de VIH/Sida, así como implementación de discriminación sistemática en todos los niveles institucionales a niveles nunca antes vistos. Todo en nombre de la relativa estabilidad económica provocada por el recorte de impuestos, pero el “mundo real” contaba todo lo que también se estaba perdiendo en la época.

De esta manera, el catolicismo de Matt entra en contacto con esta realidad exterior —y la histórica— repleta de injusticias y desigualdad social. La corrupción, violencia y abuso de poder de los que es víctima Matt, así como el resto de los personajes de Hell's Kitchen se unen a la alegoría espiritual. Ellos permanecen a la espera de un salvador que proteja cada uno de sus pasos por la oscuridad de este mundo, este guardián no es otro que Daredevil, alguien que no sólo conoce sus penas, sino que las ha vivido en cuerpo y alma. Matt está destinado a sufrir para ser el salvador que su comunidad necesita, ya no sólo por la culpa y la expiación católicas que son parte de su esencia, sino porque las personas de Hell's Kitchen lo necesitan y lo aclaman como su Diablo Guardián.

Cabe señalar que la tercera temporada del Daredevil (93%) de Netflix ya exploró ciertos de los elementos pertenecientes a Born Again, sin embargo, esta historia se alejó mucho de los hechos acontecidos en el cómic por lo que la nueva propuesta de Disney + no tendría problema para volver a plantear este arco sin parecer repetitivo en comparación a su predecesora. No queda más que esperar para conocer si finalmente Disney optará por acercarse de una manera más fiel a lo planteado por Miller.

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