El primero de nosotros: un debut emotivo para una historia fuerte y aleccionadora
Este lunes por la noche, en la pantalla de Telefe, comenzó una de las ficciones más esperadas del año: El primero de nosotros. Benjamín Vicuña, Paola Krum, Luciano Castro, Jorgelina Aruzzi, Damián de Santo y Mercedes Funes son los protagonistas de esta historia que, en su primer capítulo, logró conmover y emocionar con la crudeza de su sinopsis.
Todo comienza con la presentación de estos seis amigos que deberán enfrentar una dura realidad juntos. “La vida es una carrera llena de obstáculos, haya salido el sol o esté lloviendo, cada vez que salgo a correr me enfrento a mis pensamientos, el aire me pega en la cara y sin que pueda evitarlo corro agitado por ellos. Pienso en el destino, pienso en la gente que quiero, porque en este camino de la vida nunca estamos solos”, anuncia la voz en off de Santiago Luna (Vicuña), un psicólogo de 41 años, separado y padre de una adolescente de 16 cuya vida cambiará en un segundo.
“Somos fuertes y somos frágiles, tengo en claro que cada uno de nosotros corre su propia carrera tratando de llegar a su meta ideal. A veces no sabemos quienes somos ni todo lo que podríamos llegar a ser, pero la carrera de la vida tiene eso, no se detiene. El tiempo es como un tren del que no podemos ni queremos bajar”, continúa reflexionando el hombre, que pocas horas después será diagnosticado con un tumor cerebral terminal .
El grupo se completa con Jimena Rauch (Krum), una mujer muy desenvuelta que está a punto de casarse, Nicolás Torres (Castro), un hombre libre al que se lo ve disfrutar de relaciones pasajeras y un buen estilo de vida, Valeria Perell (Aruzzi), quien está determinada a ser madre soltera y se frustra al enterarse de otro intento fallido de inseminación, Ignacio “Nacho” Reinoso (de Santo), esposo y padre de dos hijos atormentado por una verdad que ni él termina de asumir, y Soledad González (Funes), casada con un hombre que no se hace cargo del hogar y madre de un niño pequeño.
En el grupo que tienen en WhatsApp, Los sospechosos de siempre, acuerdan juntarse a cenar para pasar un buen rato. Después de una velada llena de chistes y anécdotas de aquellas que se repiten siempre, Luna comienza a sentirse mal y termina desmayándose en el restaurante.
Todos sus amigos lo acompañan hasta el hospital, en donde se enteran de la triste noticia. Luna sufrió una “cefalea como estallido severa, de comienzo agudo” que termina en un diagnóstico devastador tras una resonancia magnética: un tumor cerebral.
La doctora Karina Pereyra (Carola Reyna), es la encargada de comunicarles a todos lo que sucede: Santiago tiene un tumor en el cerebro. Desconsolado, el grupo se pregunta los pasos a seguir. Si bien la recomendación por la edad del paciente, la zona en donde se encuentra el tumor y las características que tiene indican que deberá someterse a una operación, todos deben tener en claro que se trata de una enfermedad terminal y que es muy difícil hablar de cuanto tiempo puede quedarle.
Mientras Santiago duerme en la terapia intensiva, sus amigos lloran y se consuelan entre sí antes de regresar cada uno a su hogar para vivir el duelo en la intimidad. Grupo Soporte es el nuevo grupo de WhatsApp en donde están todos menos Luna y que servirá no solo para mantenerse informados, sino también para consolarse entre ellos.
La doctora Pereyra es clara con Luna: estos tumores pueden estar desde siempre y manifestarse de repente. Los médicos intentarán que viva el mayor tiempo posible, pero el diagnóstico es complicado.
Tras juntar fuerzas, Jime, Nico, Nacho, Vale y Sole visitan a su amigo en el hospital. “Que de algo sirva toda esta mierda que me está pasando”, les dice Santiago desde la cama, antes de contarles el sueño que tuvo la noche anterior. “Corría y corría, iba sonriendo porque sabía que estaba corriendo gracias a ustedes. Me di cuenta que todos tenemos metas por cumplir, sueños”, relata. “Independientemente del tiempo que tengamos, poder ser la mejor versión de nosotros mismos. Si esta es mi carrera, les pido que me acompañen. Váyanse de acá pensando que quieren para sus vidas, piensen que se pueden morir mañana. Si yo voy a ser el primero de nosotros, les pido que no me abandonen hasta llegar a la meta”, culmina.
Un comienzo sólido para una historia difícil
El primer episodio de El primero de nosotros tiene todo lo que se necesita para introducir una historia de forma concisa y certera: presentación de sus personajes y primer paneo de sus características personales, ciertos rasgos de comedia y por supuesto, drama.
Los guionistas -Ernesto Korovsky, Romina Moretto, Micaela Libson y Juan Ciuffo- tienen una difícil tarea: contar una historia compleja y que carga una emotividad muy fuerte, apostando al lado humano de los personajes y manteniendo la esencia y las historias personales de cada uno de los miembros del grupo, en medio del dolor que supone la trama principal de la tira. A juzgar por lo que se vio en el primer capítulo, este balance está logrado.
La intención de contar una historia cruda pero real, contemporánea y con la que muchos podrán relacionarse, es clara. Es ficción, pero como se debatió en los últimos días luego de conocerse que una de las mentes detrás del argumento fue la de Gerardo Rozín, tranquilamente podría ser una historia verídica.
En su debut en la pantalla chica, El Primero de Nosotros sentó las bases de un relato que hará emocionar al público y que lo llevará a replantearse la importancia de vivir cada día al máximo. Como si esto fuese poco, la ambiciosa historia tiene todos los rasgos para convertirse en una de las ficciones favoritas de este 2022.