Delaporte, el dúo que reivindica el poder curativo del techno sin buscar la fama

Sandra Delaporte y Sergio Salvi en el Tomavistas Extra 2022 Festival en Madrid en el 2022. (Photo By Ricardo Rubio/Europa Press via Getty Images)
Sandra Delaporte y Sergio Salvi en el Tomavistas Extra 2022 Festival en Madrid en el 2022. (Photo By Ricardo Rubio/Europa Press via Getty Images)

A Sandra Delaporte la podemos encontrar desconectándose en las montañas, ahí donde la neblina difumina el contorno de las cumbres y los minutos del reloj. También la podemos ver bailando cumbia, tomando tecito para cuidar su voz, hablando de lo maravillosas que son las vaginas y componiendo un álbum entero en el bullicio del tren. Y cuando la noche cae, la pista y ella se fusionan en un solo ser; es en ese instante cuando su último disco "Aquí y Ahora" nos invita a reír o llorar, pero siempre en movimiento.

Delaporte no solo encarna la visión creativa de Sandra, también se une con el talento de Sergio Salvi, un virtuoso músico y productor napolitano que además cuenta con un doctorado en ingeniería informática. Si de por sí esta combinación resulta extravagante, lo que sucede en el escenario es un subidón de energía para quien tenga la fortuna de coincidir.

El dúo ítalo-español lleva en alto la fiesta, ya sea en la tierra de la carnita asada (festival Pa´l Norte), en las salas vibrantes de Europa y próximamente en la CDMX, en el restobar “Departamento”. El techno se convierte en su marca distintiva, como el aullido de un lobo que anuncia su presencia con fuerza y ​​pasión.

Esto es un cambio en la puta vida, después de esto todo es para abajo”, dice un fan tras entregarse con sus mejores pasos. Si la música provoca tanto y específicamente el techno que hace Delaporte, ¿la vida es un baile o es eso que pasa mientras bailamos?

Para Sandra, nosotros somos bailarines de la vida y ejecutamos su coreografía igual que un pájaro o que una flor. Y así como hay etapas de primavera, también hay cierta oscuridad esencial para crecer. En sus palabras, venimos al mundo para honrarlo, celebrarlo y disfrutarlo en total plenitud. Es por eso que su álbum está impregnado de todos los matices que componen este viaje: desde las risas hasta el caos, el exceso y la calma, todo ello con un eje temático que nos invita a estar en el presente sin distracciones.

Llegar a ese estado de equilibrio no es tan fácil como parece. Madurar es incómodo porque nos obliga a cambiar, a desprendernos de viejos pensamientos y de personas que ya no nos están aportando. Casi nadie nos advierte que crecer es un trabajo emocional profundo que no siempre queremos o podemos hacer, como cuando sabemos que nuestra relación nos hace daño, pero nos aferramos porque “el amor todo lo puede”.

Todos, sin excepción (hasta la persona que ya está dada de alta en terapia) ha pasado por una relación tóxica y aunque en ocasiones puede seguir doliendo ese recuerdo, Delaporte quiere que verdaderamente lo dejemos atrás con “Me la Pegué” (dicho coloquial que se entiende en México como un “la regué”). Básicamente, es una canción que nos recuerda que la fantasía Disney no existe y que el amor no debe sentirse como una película de suspenso.

Podría parecer que este tema encajaría perfectamente en el repertorio de baladas de Jesse y Joy, pero la verdad es todo lo contrario. Son beats salvajes que salieron directamente del duelo de Sandra, de la capacidad de quitarse la venda de los ojos y querer sudar los problemas en la pista.

"Yo veo el amor como una amistad", comenta con firmeza. A pesar de que existe un patrón universal que nos impulsa a relacionarnos desde las inseguridades, dice que cuando amamos desde la libertad, la vida se empieza a sentir más genuina. Es ahí donde podemos encontrar más satisfacción por todo lo que nos pasa, porque amamos sin condiciones y entregándonos a su paso.

La canción es un sabio aviso para no cometer los mismos errores. “Los temas me han servido de reminders. Al final, la voz es un recordatorio de la verdad si la sabes utilizar bien. El resto de animales la tiene. La tenemos nosotros precisamente para retomar, volver a comprender la realidad; la verdad de lo que somos”.

He venido al mundo a cagarla y no pasa nada”, la frase resalta de un cuaderno y promociona el disco 'Aquí y Ahora'. Sin los errores, básicamente no tendríamos penicilina, ni ganas de mandar a nuestro ex bien lejos. Es cierto que dan cierta 'cruda moral', pero todo es más llevadero cuando nos sentimos acompañados por nuestros seres queridos o por algo tan terapéutico como escuchar nuestra música favorita.

De una salida con amigos, nadie regresa triste, ni tampoco de un atardecer bajo el sonido de las olas del mar o después de comer en casa de mamá. Y aunque es cierto que no todo es color de rosa, “El Techno Cura” es una oda a las cosas que parecen insignificantes, pero son el brebaje perfecto para curar el mal de amores o cualquier situación dolorosa.

Si pudiéramos describirla como un objeto, este tema es como un ancla que nos arraiga al presente y nos sitúa en el momento exacto en el cual disfrutamos a tope: ya sea con una pizza calentita, riendo o pasando el rato echados en el sillón.

Cuando bailo techno, yo no veo una mala cara”, Sandra comenta que a ella la ha curado de complejos. Es algo tan especial que la conecta con todo su cuerpo y le devuelve la intimidad que ha perdido por buscar fuera de sí misma. Más que movimiento y que una expresión colectiva, ella lo percibe como una especie de meditación individual donde se sumerge en los recovecos de su ser y expulsa las cargas.

La música que produce en Delaporte también le provoca algo similar. La disfruta de principio a fin, con la misma devoción y gratitud con la que domina la pista.

Yo creo que todos somos Jesucristo dentro de nosotros. Habrá gente creyente que pensará que estoy loca, pero de verdad pienso que todos somos eso y que todos somos dioses dentro”, afirma. “Creo que todos somos artistas y todos somos creadores”.

Delaporte lanzó su primer disco en 2017: “0ne” fue un álbum de seis canciones en inglés y español. (Foto: Stellar Agency/Cortesía)
Delaporte lanzó su primer disco en 2017: “0ne” fue un álbum de seis canciones en inglés y español. (Foto: Stellar Agency/Cortesía)

Sandra también reconoce que el techno es un fenómeno fascinante por su habilidad para entrelazar el pasado con el presente, fusionando lo ancestral con los sonidos electrónicos y las computadoras. El ritmo pulsante recuerda a la energía de las percusiones tribales que estaban hechas para venerar lo sagrado.

Me gustan mucho esos beats tan violentos y en el disco los he metido mucho porque me mueven, me motivan, me dan un placer físico y me hacen conectar con algo muy primitivo, que me hace liberar mucha ira y mucha ansiedad”.

Todo este relato es diversión pura y es una de las razones por las que Delaporte está resignificando el techno, porque más allá de la mala prensa, este dúo reivindica las entrañas del club: “Me doy cuenta de que cuanto más te gusta el techno, menos ganas tienes de drogarte porque entonces te lo pierdes todo. No estás consciente, no estás con todas tus facultades”.

Inclusión, diversidad y respeto son pilares en el ambiente club. Saltos más ruidosos y elásticos que otros, pero al final, el club es un puente. Es una comunidad para pasarla bien aún cuando nada nos haga sentido. No es propiamente un escape si nos devuelve las ganas de volver a nuestro origen y aceptar nuestro lado más vulnerable.

En el diccionario de Delaporte, precisamente nuestros defectos son nuestros “lobos”. ¿Pero qué tienen que ver con disfrutar el presente? Los “lobos” vienen a enseñarnos algo, pero para ello es importante domesticarlos. Aquellas sombras que nos acompañan todo el tiempo y nos nublan el camino tienen un propósito que no es sino el de evidenciar que tenemos el poder de dirigir nuestros pasos.

Conoce los lobos que te persiguen Con el tiempo, serán los perros que traen tus pantuflas Ámalos bien y sentirás que te besan cuando vienen a morderteKate Tempest, poeta

Este es uno de los poemas favoritos de Sandra, inspiración para canciones como “Besa” y “Los Lobos” en las que esta figura se presenta como reconciliación y caos. “Para mí eso es tan bestia, porque todo lo que crees que te muerde ahora, conócelo. Ámalo, mímate con ellos, vete de paseo con los lobos. Vete a esa intimidad. Vete ese lado salvaje, conócelo a ver qué es. El día que venga a morderte, el día que venga a hacerte daño, tiras”.

Iniciaron su carrera con covers, su canción “Cariñito” es una de las más escuchadas en Spotify. Supera las 5 millones de reproducciones. (Foto: Stellar Agency)
Iniciaron su carrera con covers, su canción “Cariñito” es una de las más escuchadas en Spotify. Supera las 5 millones de reproducciones. (Foto: Stellar Agency)

Quizás los defectos que creemos tener ni siquiera son reales, son más bien nuestros pensamientos que se imponen como verdad, consecuencia de exigirnos tanto o de tener tanta presión sobre los hombros.

Como mujeres, los estereotipos son clarísimos. Nuestro cuerpo es señalado y también nuestras decisiones también son cuestionadas.

En ese sentido, Delaporte tiene bien claro lo que defiende. En un mundo donde parece que las formas y tamaños de los cuerpos es lo más importante, “Fractal de Coños” pone el foco en lo poderoso que es el cuerpo femenino, independientemente de si decide dar vida o no.

“Es como sí, claro, todos se reproducen. No, perdona, no lo des por hecho, o sea, has nacido y ni lo agradeces. Estás vivo, ni lo agradeces y encima menosprecias a las personas que dan vida”.

“​​Hay una naturaleza perfecta que hace que un bebé nazca y que unas hormonas lo alimenten del pecho. Me parece tan hermoso y me parece que se visibiliza muy poco”, expresa.

“Salí del coño de mi madre, y mi madre, de su madre, y su madre, de otra madre: superpower”. Sí, somos una consecuencia de un fractal de coños. Coños que no tienen su propio mérito, pero al menos sí tienen una canción completa.

Sandra es el 50% de Delaporte, pero con eso basta para comprender el universo que habita dentro y las causas que apoyan. No han venido a demostrar nada a nadie, pero de paso lo han dicho todo.

“Lo que se vende sobre cómo es una mujer exitosa, a mí no me representa para nada. A mí no me gusta trabajar 24/7, ni me gusta ser inaccesible, ni me gusta ser borde, ni me gusta ser una persona difícil o complicada, ni me gusta sexualizarme”. ¿Para qué es una diva si, al fin y al cabo, ya nos hace pegar saltos?

Sacudir el cuerpo y la seriedad es parte intrínseca de este álbum, donde la ironía, las risas y la espontaneidad coronan el recorrido. Es un hogar para quienes no queremos sobrepensar. La chispa generadora del incendio de nuestros miedos, de cada cadena que nos ata a la conformidad.

No hay que ser ni como Rosalía, ni como Nathy Peluso ni como Dua Lipa, ni como Madonna. Tienes que ser como tú eres porque lo que tú eres es importante para el mundo”, reafirma.

Dos amigos o dos lobos libres que han venido al mundo a bailar a muerte. En última instancia, el silencio de las montañas y el estruendoso techno de Delaporte tienen más en común de lo que creemos. Nos enseñan que el verdadero terror no está en la ausencia del ruido, más bien, en no llegar a explorar lo que la vida nos ofrece.