Depeche Mode insufla vida al Primavera Sound, con un concierto centrado en la muerte
Barcelona, 2 jun (EFE).- La música de Depeche Mode es atemporal y eterna, pero sus miembros no y tras la muerte el año pasado de Andy Fletcher, los otros dos componentes de la banda han compuesto un disco que mira la muerte de cara pero invita a disfrutar de la vida, el mismo propósito de la gira que este jueves ha hecho escala en el Primavera Sound de Barcelona.
Oscuro pero lleno de vida ha sido el concierto que los padres del rock electrónico han ofrecido en el escenario grande del festival, presidido por una "M" enorme, primera letra del nombre del disco y de la gira, "Memento Mori", es decir, recuerda que te morirás.
La imagen de una calavera con la palabra "enjoy" (disfruta) escrita en la frente ha subrayado el mensaje en las pantallas, mientras la banda tocaba "Enjoy the silence" y el público bailaba como si no hubiera un mañana.
El concierto había comenzado hora y media antes, con la aparición sobre el escenario del actual dúo, Dave Gahan y Martin Gore, acompañados de Christian Eigner a la batería y Peter Gordero al sintetizados.
Dave Gahan ha estado fantástico, cargado de energía contagiosa que ha repartido generosamente, recorriendo el escenario de punta a punta, dando vueltas sobre si mismo como una peonza y moviendo el culo con un estilazo muy aplaudido por el público.
El cantante ha sudado la camiseta, o en su caso, el chaleco de lentejuelas, y ha acabado el concierto con el rimel corrido y el público enloquecido bailando "Just can't get enough", "Never let me down" y "Personal Jesus".
Después no ha sido fácil salir de la explanada llena de gente, pero la organización está funcionando muy bien este año y las multitudes fluyen con orden y alegría, nada que ver con las aglomeraciones del año pasado.
En la hora punta, los accesos del Parc del Fòrum han absorbido riadas de personas en esta segunda jornada, muchas más que ayer, pero sin colas ni problemas destacados.
Una vez dentro, los asistentes han disfrutado de un cartel variado, escenarios con vistas al mar y una magnífica luna llena iluminando la noche.
"Estoy empezando a sentirme bien", han cantado los americanos Moldy Peaches, en la primera canción que, enfundados en sus característicos disfraces, han interpretado en su retorno a los escenarios.
Después de un letargo de 20 años, el conjunto americano ha vuelto a unirse y ha escogido Barcelona como su segunda parada, donde ha encontrado a un público que ha vibrado con unos cambios de registro y unas canciones que, pese al tiempo, siguen fieles a sus raíces rock y anti-folk tan características.
En otro escenario, la banda The Beths, originaria de Nueva Zelanda, ha desgranado sus canciones alegres y pegadizas, que se nutren del rock clásico para acelerarlo y darle un toque indie.
El conjunto, que el público ha ovacionado cuando se ha presentado, ha dado el toque veraniego y más clásico a la segunda jornada del Primavera Sound.
Por su parte, el inglés Robin Daniel Skinner, artísticamente conocido como Cavetown, ha aportado el intimidad al Primavera Sound con su sencillez musical e instrumental, que ha sabido dotar de complejidad con elementos del rock más clásico.
Mientras que la banda Lilium, instalada en el escenario de la entrada del festival, ha dado la bienvenida al flujo constante de nuevos visitantes con la fusión de sus raíces taiwanesas más tradicionales con instrumentos modernos, como el bajo.
A falta de los conciertos más trasnochadores y de la jornada final de mañana, con Rosalía como gran estrella, el Primavera Sound Barcelona 2023 está resultando una experiencia mucho más agradable que la del año pasado y la decisión de decrecer en Barcelona y compartir protagonismo con Madrid está pareciendo acertada.
Rosa Díaz
(c) Agencia EFE