Desapariciones y la fama fácil: realidades de México que Amat Escalante muestra en su nueva peli

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En su nueva película Perdidos en la noche, el cineasta Amat Escalante aborda la relación que surge entre las desapariciones de personas en México y las nuevas formas de alcanzar “la fama” a partir del internet y las redes digitales.

Con su quinto largometraje, el director cuenta la historia de Emiliano, quien busca a su madre desaparecida como consecuencia de su activismo contra una minera que daña su comunidad. 

Las indagaciones del joven le llevan a la casa de verano de una familia excéntrica, conformada por una exactriz de telenovelas, un artista visual y la hija de ambos, una chica de unos 20 años. 

“Emiliano quiere saber si esta familia tiene algo que ver con la desaparición de su madre, de eso trata la película, pero también que el artista visual quiere usar la situación de Emiliano como inspiración para un proyecto artístico con la idea de ayudarle a encontrar a su mamá”, dice Amat en entrevista con Animal MX

El cineasta reflexiona cómo a través del internet y las redes sociales se perciben y abordan episodios violentos como las desapariciones de personas en México.

“Con el internet hay una interacción muy peculiar y nueva, incluso de sentirse famoso; toda esta nueva idea de la nueva fama, que está también representada en esta familia y que de alguna forma todos tenemos la posibilidad, la ilusión, de ser incluidos en un mundo que posiblemente no existe, o si existiera no pertenecemos exactamente, que es muy similar a la forma en que también consumimos y percibimos acontecimientos de los que no somos parte”, menciona Amat Escalante.

Dostoievski y la injusticia

Durante la pandemia de COVID, el cineasta aprovechó para leer libros que había postergado durante años. Entre esos recorrió toda la obra del ruso Fiodor Dostoiewski, considerado el padre de la literatura psicológica.

Esa atmósfera influyó en la construcción de su película, con personajes enfrentados a situaciones morales, complejas espiritualmente, con misterio y sorpresa.

Amat no considera que Perdidos en la noche sea una obra ‘dostoievskiana’, pero reconoce que contiene la carga de las notas tomadas en ese tiempo de lectura.

Escalante suele trabajar con actores y actrices no profesionales y esos intérpretes completan la propia historia que va construyendo de forma simultánea.

Y aunque en Perdidos en la noche eligió trabajar con actrices reconocidas como Bárbara Mori, Esther Expósito, Juan Daniel García y Fernando Bonilla, esa retroalimentación también modificó la imagen inicial que él mismo tenía de los personajes.

Su cine suele ser relacionado con la violencia. Vive y trabaja en Guanajuato, una de las entidades que encabezan los índices delincuenciales en México. Pero más allá de la violencia, el cineasta precisa que el concepto con mayor peso en su obra es la injusticia, extraída a su vez de su entorno.

“Cuando las cosas están tan desiguales, en automático es que hay injusticia; tendrías que estar muy ciego o muy inconsciente en México para sentir que estamos en un lugar justo”.

  • En Los Bastardos (2008), cuenta la historia de 2 migrantes mexicanos en Los Ángeles que en su búsqueda de ganar dinero aceptan asesinar a la esposa de un hombre.

  • En Heli (2013), el cineasta retrata la lucha de una familia por protegerse en medio de la guerra contra las drogas y la corrupción policial.

  • En La región salvaje (2016), retoma elementos fantásticos de terror para mostrar las represiones morales masculinas que derivan en violencia.

“Sigo haciendo películas de una forma que salen tan de mí, de mi imaginación, que son muy libres en ese sentido, para bien y para mal, y es muy difícil no hablar de esa injusticia que veo. Me encantaría como a todo mundo que se fuera eliminando. Para mejorar algo que se tiene que señalar”, menciona el director.

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La importancia del humor en el cine… y la vida

Amat advierte que el tema de las desapariciones no cubre por completo su nueva película, sino que contiene matices que permiten valorar los claroscuros.

“El humor es importante, así como en la vida. No necesariamente los chistes, pero sí lo irónico de la vida. Si eso se abandona o se niega, deja de ser una situación muy real. La realidad tiene esas contradicciones, del humor y de lo irónico”, explica.

Inesperadamente, agrega Amat, las personas que ven su película también ríen y se divierten con lo que dicen y hacen los personajes. Un balance que siempre procura encontrar. Por ejemplo, como lo hizo con su película Heli (2013), que muestra la crudeza de la guerra contra el narcotráfico en México. 

“La película contrasta eso con el humor y la belleza. Cuando hace ese contraste, el dolor cobra fuerza también gracias a ser nutrido de la belleza, como la belleza también se ve más al lado del horror. Es importante ese balance cuando yo hago estas películas”, señala.

Amat Escalante
El financiamiento es difícil para Amat por los temas que trata en sus películas. Foto: Cortesía.

Los retos de hacer películas en México con el sello “Amat Escalante”

Para hacer el cine que quiere, Amat Escalante ha pagado el costo de que sus películas no siempre estén disponibles para verse tanto por el financiamiento para su realización como por los espacios para su distribución.

Por ello, ve su trabajo realizado en la serie Narcos -de Netflix- como “una beca” que le significó ganar dinero por su oficio. Antes, explica, solo obtenía los recursos necesarios para vivir durante el tiempo que le lleva hacer más películas.

“Yo feliz sigo haciendo estas películas, no es por dinero, es por pasión. En gran parte lo que ha cambiado mucho el panorama son estas plataformas como Netflix, HBO, Apple, Amazon, que me dan la oportunidad de poder invertir más tiempo, paz mental y poder dedicarme todos estos años a hacer mi película, a pesar de que no es una película financiada por ninguna plataforma“, menciona.

Buena parte de los recursos para hacer cine en México provienen de incentivos fiscales del gobierno hacia empresas que financien producciones cinematográficas.

El esquema ha derivado en una mayor producción de filmes, sin embargo, deja en manos privadas la inversión de recursos hacia proyectos que empatan con sus valores e intereses.

En 2003, cuando Escalante hizo su primera película sin fondos gubernamentales (Sangre) se hacían alrededor de 30 a 40 películas al año, ahora son alrededor de 200.

Para mí siempre ha sido difícil el financiamiento por los temas que trato. Hay empresas o individuos que pueden otorgar hasta el 10% de sus impuestos a una película. Ahí lo que sucede es que las empresas que más dan son muy conocidas, por ejemplo Bimbo o Coca-Cola, no van a querer involucrarse en películas arriesgadas como las mías”, explica Amat.

Si bien el esquema abre la puerta a más producciones, también deriva en una especie de filtro sobre los temas abordados en el cine nacional.

“Estas empresas, compañías, bancos, deciden qué financiar y qué no y eso va dándole una forma al cine actual. Se agradece que existe eso, si no, no habría tantas películas y tanto trabajo; pero es algo que yo he notado en mi tipo de películas, que son libres y que no he tenido que convencer ni responderle a nadie en particular. La desventaja es la parte económica, pero no me importa tanto”, señala.

Una carrera llena de reconocimientos internacionales

Entre los premios internacionales que ha recibido, están el galardón a Mejor director en el Festival Internacional de Cine de Cannes de 2013, por Heli; Mejor director por La región salvaje en Festival Internacional de Cine de Venecia de 2016, y Mejor director tanto por Sangre (2006) como por Los bastardos (2008) en el Festival Internacional de Cine de Bratislava, Eslovaquia.

Es común decir que las películas del mexicano son más fáciles de ver en el extranjero que en su propio país. El cineasta confiesa que al principio él mismo negaba esta realidad, pero ahora sabe que, por ejemplo, su película La región salvaje no se puede ver en ninguna plataforma, tampoco en formato DVD o Blue-ray. 

Necesité ayuda de Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro para que me apoyaran a que una de las empresas de cine la sacará, porque al último momento me dijeron que no, lo cual nos afectó mucho, fue una semana antes del estreno”.

En el caso de Perdidos en la noche, con la productora Pimienta Films —encargada de la distribución de la película Roma, de Alfonso Cuarón— confía en que tendrá un mayor acceso para las audiencias, con una fórmula de exhibición basada en salas independientes y comerciales, además de la distribución en plataformas digitales.

Perdidos en la noche estará disponible en cines a partir del 14 de diciembre.

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