El descanso: la eterna corrida de Cameron Diaz, el misterio revelado de la falsa casa de ensueño y la posibilidad de una secuela
Una mujer que rompe con su novio porque la engaña, un hombre que se fija siempre en las chicas malas, una joven que se enamora sola y no puede terminar de despegarse de su ex -que va a casarse con otra-, un padre viudo al que le cuesta volver a creer en el amor y un cambio de casas -y de país- que les da a todos la oportunidad de mezclar y volver a repartir. El descanso, el film de Nancy Meyers que reunió en 2006 a Kate Winslet, Cameron Diaz, Jude Law y Jack Black trascendió la categoría de comedia romántica para convertirse en esa película que sí o sí hay que ver a fin de año. De la eterna corrida de Diaz sobre la nieve y la breve aparición de Dustin Hoffman al misterio confirmado por Law sobre la adorable cabaña inglesa de Iris, los secretos de un clásico de Navidad.
Con perspectiva femenina
Solteras y sin planes para las vacaciones, Iris -una periodista de Surrey- y Amanda -una editora de videos de Los Ángeles- deciden, a través de una aplicación, intercambiar casas durante el receso de fin de año. Además de alejarse de los problemas y encontrarse con ellas mismas, las dos vuelven, sin darse cuenta, a confiar en el amor: Iris se enamora de Miles, el divertido amigo y compinche de Amanda, mientras que Amanda vuelve a sonreír -y a poder llorar- gracias al adorable Graham, el hermano de Iris. “El descanso está escrita y dirigida desde la perspectiva de una mujer, lo cual la hace muy diferente. Es simplemente una gran idea”, resumió Rufus Sewell, quien le da vida a Jasper en una entrevista.
El descanso llegó a los cines el 8 de diciembre de 2006 en Estados Unidos y el público acompañó la propuesta: recaudó, a nivel mundial, alrededor de 205 millones de dólares, una cifra muy superior a su presupuesto inicial, estimado en 85 millones.
¿El fin de la ilusión de la casa de ensueño?
Hace algunas semanas, Jude Law volvió a poner el film en el centro de la escena: en una entrevista que concedió a la radio de la BBC, destruyó la esperanza de miles de fans al asegurar que la acogedora cabaña de campo del film en realidad nunca existió. La dura realidad rompió el corazón de miles de amantes del film, quienes creyeron que la cabaña que se puede visitar a través de una aplicación de internet para alquiler casas era efectivamente el lugar donde se rodó la película.
“La encuentro simplemente, honestamente, gloriosa”, disparó Law cuando le preguntaron por la película de 2006. En ese momento Kerry Godliman, otra de las invitadas, aseguró que la cabaña de Iris es “la casa de sus sueños” y señaló que se puede usar Airbnb para alquilarla. Lejos de mantener la ilusión de la comediante, Law terminó con sus fantasías: “Esa cabaña no existe”, reveló.
Law se dispuso, entonces, a contar cómo surgió ese espacio. “Nancy Meyers, que es un poco perfeccionista, recorrió toda la zona y no encontró la típica cabaña de caja de chocolates que estaba buscando, así que alquiló un campo, lo dibujó y pidió a alguien que lo construyera”, reveló. De inmediato, sumó otro dato desconocido: “Esto es lo gracioso, nosotros filmamos aquí en invierno y cada vez que entraba por esa puerta, cortábamos. Los interiores los filmamos en Los Angeles tres meses después”, agregó. “Lo siento, reventé la burbuja”, se disculpó entre risas.
La cabaña que se utilizó para hacer las escenas de interior se levantó en cuatro días, según The Telegraph. Sin embargo, los decoradores se tomaron dos semanas más para darle el toque antiguo y auténtico. “Fue realmente un proceso asombroso porque las personas que vivían allí no podían creer que gente de Hollywood viniera y construyera esta cabaña. Hicieron un trabajo magnífico. Construimos la carretera, el muro a su alrededor y pusimos los árboles”, contó Meyers a ComingSoon.
Si bien las escenas de la hermosa casa de campo se rodaron en Los Ángeles, el resto de los lugares que recorren Amanda y Graham en Inglaterra son reales y están en Surrey y Oxfordshire. El pub donde se reencuentran es un bar llamado The White Horse, mientras que Cornwell Manor es en realidad una enorme finca en Chipping Norton que no se puede visitar pero sí alquilar para bodas y fiestas.
Una corrida eterna
Tanto al comienzo de la película como sobre el final, Amanda corre por la nieve con unos elegantes tacos, un pesado sacón negro con el interior de corderito y un abrigado suéter blanco. Esas largas escenas -la segunda dura un minuto-, llevaron siete días de intenso trabajo. En una nota que le concedió a la revista Vulture, Diaz reveló que la escena en el libro original no existía. “Toda esa escena tardó una semana en filmarse. Eso ni siquiera estaba en el guion”, recordó y aclaró que en el texto apenas había “cuatro líneas de descripción”.
La estrella de Hollywood, entusiasmada, dio más detalles de aquel desafío. “Solo usaron dos tomas, pero filmamos como diez conmigo corriendo en diez campos diferentes. Y todo eso con ese saco de lana y cachemira de Valentino y un suéter de cachemira con cuello alto”, sumó. “Literalmente, estaba muy en forma al final de esa semana. Probablemente corría siete millas por día con esos tacones a través de barro y colinas. Fue muy divertido”, cerró sin perder la gracia.
Un film a medida de sus protagonistas
Para los personajes principales de El descanso, Nancy Meyers no recurrió a extensos castings. Tampoco le mandó el libro a varias celebridades ni realizó audiciones. Ya desde el proceso de escritura, la directora sabía que quería a Kate y a Cameron en el proyecto. “Creo que un guionista te mentiría si dijera: ‘No pienso en nadie cuando escribo’. No puedo imaginarlo, sabés que alguien tiene que decirlo y hacerlo. Es natural empezar a fantasear sobre quién va a estar en la historia”, explicó.
En relación a Diaz, Meyers la catalogó como una “gran actriz”. “Es realmente una niña y los niños obviamente la adoran. Parecía absolutamente la elección correcta para una chica de California”, aseguró. En igual sentido explicó la elección de Winslet. “Si estás escribiendo sobre una mujer de 30 años en Inglaterra, obviamente pensás en Kate Winslet; ella es simplemente una de las más grandes actrices”, agregó.
Otro de los grandes aciertos del film fue la inclusión de Jack Black, quien venía del mundo de la comedia. “A Jack simplemente lo amo, hasta la muerte”, confesó Meyers. “Es hilarante”, agregó. “Fue terriblemente difícil mantener la cara seria en cada escena que hicimos”, confesó Winslet luego del rodaje. Además de confesar que en parte aceptó participar de una comedia romántica para que lo viera su mamá, el actor contó lo que significó para él trabajar con la protagonista de Titanic. “No puedo creer que me pagaran solo por mirar fijamente a Kate Winslet”, bromeó. Jude Law fue, por su parte, el encargado de enamorar al público con su fama y su estirpe de galán. “Obviamente él es hermoso y muy apropiado para el papel”, confesó Meyers en el detrás de escena.
Dos invitados especiales
Mientras Iris y Miles recorren el videoclub, aparece en escena Dustin Hoffman. ¿Cómo llegó una de las más grandes estrellas de Hollywood a ser parte de una ínfima escena del film? Según relatan en el video oficial que muestra el detrás de escena de la producción, el protagonista de Kramer vs. Kramer y Tootsie estaba almorzando cerca. Al darse cuenta de la cantidad de cámaras, entró a la tienda para ver qué estaba sucediendo y allí se encontró con Nancy Meyers. La buena onda de Hoffman quedó inmortalizada en la película.
Otra estrella conocida aquel entonces que también se prestó para una breve aparición fue Lindsay Lohan. La actriz aparece en el avance de la película que Amanda edita al comienzo de El descanso, y ese brevísimo papel fue también gracias a que conocía a Meyers: ella fue quien la dirigió en Juego de gemelas, la película que la lanzó a la fama. “La llamé y le dije: ‘Tenés que hacer esto por mí’, y ella fue muy amable al respecto, estuvo totalmente presente”, recordó la misma escritora.
Presencia de lujo
Además de los cuatro protagonistas, El descanso cuenta con la participación de Eli Wallach. El legendario actor le dio vida a Arthur, un famoso escritor de guiones de Hollywood que vivió la época dorada del cine y que se cruza de casualidad con Iris. De inmediato, la leyenda de la industria y la periodista construyen una entrañable amistad. Wallach cumplió 90 años en el proceso del film y para todos a su alrededor fue un verdadero privilegio trabajar con él.
“Estar cerca de alguien con tanto conocimiento y tanta sabiduría fue maravilloso”, aseguró Cameron Diaz. “Eli fue casi como un abuelo extra que nunca tuve. Él simplemente nos contó tantas historias increíbles”, agregó Winslet. La estrella británica, además, reveló en una entrevista con Collider que Eli era mucho más vivaz que Arthur, su personaje, y que en varias oportunidades Meyers tuvo que pedirle que se comportara, cuando la cámara se encendía, como una persona más mayor. Wallach murió en 2014, a los 98 años.
¿Habrá una segunda parte?
Si bien muchos fans se emocionaron al escuchar rumores sobre una posible secuela -y más información sobre lo que sucedió con aquellas dos adorables parejas- hace un tiempo la misma escritora y directora recurrió a su cuenta de Instagram para aclarar el asunto. “Tantos mensajes directos sobre esto, lo siento, pero no es cierto”, explicó Nancy Meyers y terminó con la ilusión de cientos de seguidores.