Una desconocida en el living: la razón por la que Julianne Moore vendió su casa

Julianne Moore, 2015
REUTERS/Benoit Tessier

Hace unos meses, Julianne Moore se despertó en su encantadora cabaña de la comunidad de Hamptons de Montauk y se encontró con una mujer borracha desmayada sobre un sillón de cuero de la sala de estar.

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A partir de este inquietante episodio, la actriz y su esposo, el cineasta Bart Freundlich, no perdieron el tiempo y abandonaron la cabaña de Montauk para mudarse a un lugar más apartado: un complejo residencial en un acantilado, que alguna vez fue de Andy Warhol.

Enseguida la casa de Montauk salió a la venta a 2,85 millones de dólares, una cifra considerablemente menor que los casi 3,5 millones que pidieron hace unos años. De todas maneras, cuando hace unos meses la elegante cabaña de playa de casi cien metros cuadrados se vendió, la actriz triplicó el precio que pagó por la propiedad en 2007: un millón de dólares.

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Construida en 1940, la cabaña de ensueño que Moore habitó durante parte de sus veranos tiene tres cuartos, un baño, un toilette y una bañera de inmersión con patas. El escondite tiene un encantador estilo bohemio.

La actriz y su marido viven en Manhattan en una impresionante casa del siglo XIX en el corazón del West Village. La propiedad fue comprada en 2003 por 3,5 millones de dólares. Tiene un jardín trasero, seis habitaciones y pasó por dos importantes remodelaciones para hacer los espacios más funcionales y modernos.