Descubre el significado de escuchar ruidos que otros no pueden oír

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 7 (EL UNIVERSAL).- ¿Alguna vez has escuchado un pitido, zumbido o murmullo en un entorno completamente silencioso, mientras quienes te rodean aseguran no percibirlo? Este fenómeno, conocido como tinnitus o acúfenos, afecta entre el 15% y el 20% de las personas, especialmente mayores, según la Clínica Mayo. Aunque puede ser desconcertante, no se trata de una condición psicológica, sino de un problema relacionado con el sistema auditivo y en última instancia, con el cerebro.

¿Qué causa el tinnitus?

El tinnitus suele estar asociado a lesiones en el oído, exposición prolongada a ruidos fuertes o pérdida auditiva relacionada con la edad. Sin embargo, su peculiaridad radica en que los sonidos no provienen de una fuente externa, sino que son creados por el cerebro.

La doctora Angelique Van Ombergen, de la Agencia Espacial Europea, explica que los "sonidos fantasma" resultan de una sobreactividad en ciertas áreas cerebrales. Estudios de neuroimagen han demostrado que, cuando el cerebro pierde señales auditivas debido a daño en el oído, las áreas responsables del procesamiento del sonido comienzan a generar su propia actividad para compensar. Este fenómeno se asemeja al "dolor fantasma" que sienten algunas personas tras perder una extremidad.

Aunque el tinnitus puede ser persistente, investigaciones recientes ofrecen esperanza. Una técnica llamada neuromodulación utiliza corrientes de baja frecuencia para reducir la hiperactividad de las neuronas implicadas en el tinnitus. Este método no solo puede aliviar los síntomas, sino que también se ha explorado en el tratamiento de otros trastornos cerebrales, como la ansiedad y la depresión.

¿Qué significa para quienes lo padecen?

El tinnitus no es solo un desafío físico, sino también emocional. Los sonidos constantes pueden generar frustración, alterar el sueño y en algunos casos, contribuir al aislamiento social. Sin embargo, entender su origen puede ayudar a reducir el estigma y guiar a los afectados hacia un manejo más efectivo.

Aunque todavía no existe una cura definitiva, la ciencia avanza en la comprensión del tinnitus. Investigaciones actuales sugieren que la clave podría estar en reprogramar las conexiones neuronales del cerebro. Además, medidas preventivas como proteger los oídos de ruidos fuertes, controlar el volumen de los dispositivos de audio y mantener un estilo de vida saludable son esenciales para minimizar el riesgo.

En el misterio de los sonidos que nadie más oye, la ciencia nos recuerda que la mente y el cuerpo están profundamente conectados, abriendo camino a nuevas formas de abordar este fenómeno.