Yahoo Estilo ‘Despertares’ es de las mejores experiencias para los artistas: Isaac Hernández vuelve a México
Isaac Hernández, entre brincos, baile, música, escenarios, viaja por el mundo y continúa maravillando a la gente con su danza y sus movimientos que en el aire parecen suaves, pero requieren de una fuerza y destreza que pocos logran. Y pasa el tiempo, y él vive en distintos lugares del planeta y, aún así, el cordón que lo une a México, a sus colores y a su calidez, permanece intacto.
O tal vez intacto no sea la palabra más adecuada porque, en realidad, ese lazo se fortalece sin importar el tiempo, ni los otros lugares maravillosos que pisa el bailarín más querido por este país en este momento de la historia.
Ahora, después de años de pandemia, de lejanía, de quedarnos sin abrazos, Isaac Hernández y Despertares vuelven a México, al Auditorio Nacional, el próximo 6 de agosto.
“Una de las cosas más importantes para mí a lo largo de mi carrera ha sido tener esa continuidad y presencia con el público mexicano, entonces estoy feliz de regresar a bailar”, dice en entrevista con Animal MX.
El bailarín explica que el proceso de volver con Despertares a México ha sido tan emocionante, difícil, frustrante y complejo como todo lo que se planea en plena pandemia. “Pero me siento muy muy orgulloso de estar en donde estamos en este momento”.
Con un mucho de esfuerzo (y un poco de terquedad), Isaac Hernández regresa con uno de los espectáculos que reúne a los mejores bailarines de todo el mundo.
¿Cuál es la sensación generalizada entre los artistas que vienen con Despertares? ¿Les emociona México?
Siempre es muy emocionante. Desde la primera edición que hicimos en el Auditorio de esta producción, me acuerdo que muchos de los artistas no esperaban un recinto como el Auditorio Nacional y tampoco esperaban una respuesta del público como la que recibimos.
Es algo que se ha dado a conocer en toda la industria.
Muchos de los bailarines que han participado en ediciones anteriores tienen amigos que les toca ir en la siguiente edición y siempre tienen Despertares muy presente, como de las mejores memorias artísticas que han tenido, de sus mejores experiencias.
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Eso para mí siempre ha sido muy importante porque al final la carrera dura muy poquito a comparación de lo que es una vida, y está compuesta de momentos así, como los que se viven en esa noche.
Creo que el sentimiento general entre los artistas es emoción porque es un ambiente que solamente lo pueden vivir en México, no hay ninguna otra parte del mundo donde el público esté tan tan apasionado sobre el proyecto, que sientan tanta emoción por estar ahí, por ser parte de ello.
El público mexicano es mundialmente conocido por ser cariñoso y afectuoso con los artistas, eso no es muy común en nuestra industria, siempre es un entorno muy formalizado, dentro de un Opera House, y lo que vivimos en el Auditorio es lo más cercano a un concierto; para todos los artistas siempre es muy muy especial poder vivir esta experiencia.
Este año, por ejemplo, viene un un grupo en especial que está particularmente emocionado de estar en México, se llama Guetto Funk Collective, vienen de Ámsterdam y justo acaban de hacer un video con Jungle que ha estado rompiendo el internet porque son un grupo fantástico de bailarines de funk y vienen emocionados.
Cuando hablo con ellos o con amigos que los encuentran en Ámsterdam siempre dicen:, “¡Vamos a estar en México!” y es bonito saber que están tan emocionados de, finalmente, presentarse en acá.
¿Hay alguna pieza en particular de ellos que te haga querer bailar, que te contagie esta alegría?
Todo todo todo, la verdad. Hasta hace unos días que hablé con mi con mi stage manager, con mi jefe de producción, estaba considerando entrar al escenario como público para verlos bailar y tal vez sumarnos porque yo sé que todos los bailarines estamos muy muy ansiosos de verlos bailar.
Los vi por primera vez en internet durante la pandemia y me acuerdo que inmediatamente agregó algo a mi vida en ese momento… fue un momento de felicidad con el que no contaba que simplemente llegó a través de un video de 15 segundos de estos muchachos, entonces dije: “yo tengo que compartir esto, tenemos que vivir esto en vivo, lo tenemos que vivir en Despertares”.
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Desde entonces empecé a trabajar en que pudiéramos regresar, primero con Despertares para poder presentarlos al público mexicano, es algo que contagia libertad, felicidad, entusiasmo y creo que en estos momentos es más importante que nunca poder compartir estos sentimientos a través del arte.
En una entrevista hace unos años nos dijiste que todavía te sientes muy cercano a tu niño interior, que todavía es curioso, emocionado, ahora que tienes un bebé ¿cómo es la vida de ese Isaac Hernández niño que descubre y vive muy intensamente, pero con Mateo, tu hijo, a tu lado?
Es emocionante, es una maravilla, es un es un regalo muy muy especial poder vivir esa experiencia como ser humano. Ver crecer a una persona, desarrollarse y de repente reconocerte en ciertas cosas es muy bonito.
Creo que hicimos clic desde el principio y me gusta convivir con él en mi versión más juvenil, más amorosa de la vida.
Creo que al final de cuentas lo que hace que ese niño interior vaya desapareciendo de nuestra vida diaria es el paso del tiempo, la vida, los problemas y esas cosas y siempre trato de dejar esas cosas a un lado cuando estoy con Mateo, es simplemente estar presente, con él, y estar estar pendiente de cómo está cambiando y de cómo pasa el tiempo.
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Creo que en estos momentos tengo que ser más prudente con mis decisiones porque estoy entendiendo que conlleva una responsabilidad muy importante el ser padre, pero al mismo tiempo tengo una sensación de que he ganado lo más bonito que me pudo haber pasado en la vida.
¿Cuál fue la última canción de donde sea, de quien sea, de lo que sea, que te haya hecho querer bailar en la sala, en la bañera o en la cocina?
Justo ayer bailé un poquito aquí en la cocina de la casa porque me topé con una pieza de música que yo creo que no es lo que te esperas porque no es muy alegre, es medio melancólica, pero es preciosa preciosa. Es la “Meditación de Thaïs”, de Jules Massenet, y es preciosa.
Es una pieza que dura cinco minutos, es para violín principalmente y me encontré a una violinista coreana que se llama Bomsori, tocándolo y me fascinó, lo escuché una y otra vez una y otra vez.
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Pensé: “tengo que pedirle a Yuri Pozokov, un coreógrafo ruso, que me haga una coreografía con esta pieza”. Fue un poco accidente, pero eso justo me pasó ayer y esa es la última de la última pieza de música que me hizo bailar en la casa.
¿Y qué tanto bailan Tamara (Rojo, bailarina y pareja de Isaac) y tú en casa?
(Risas) Tratamos de que… bueno Mateo baila mucho. Tiene un pequeño piano con varias canciones y él baila y es bien bonito verlo moverse, porque nosotros nunca le dijimos nada, pero sí tratamos de que nos vea bailar de vez en cuando en la casa.
A veces lo agarramos entre los dos y bailamos. Supongo que la música y el baile están siempre presentes.
¿Cuál ha sido el paso más complicado de aprender, que te costó muchísimo y ahora disfrutas hacerlo?
Se llama doble revoltade y es un paso que da un poco de miedo porque es muy parecido a lo que hacen los patinadores en hielo, pero en lugar de hacerlo vertical tratas de encontrar un ángulo horizontal.
Me daba mucho miedo sobre todo porque caes en una pierna, mucha gente se ha lesionado haciendo ese paso, pero ahora es uno de los pasos que más me gusta hacer cuando bailo el Quijote, porque hay un punto en el que puedes parar la dinámica en el aire antes de caer y eso es lo que se siente bonito del paso.
