Los detalles jamás contados de la millonaria estafa que sufrió Naanim Timoyko de parte de la prima de su exesposo Juan Alberto Mateyko
Cuenta que se hartó, que se siente defraudada, que abusaron de su bondad y su confianza, y a través de los años nadie quiere hacerse cargo de la deuda que tienen con ella. Esta vez Naanim Timoyko asegura que no piensa callarse. Y vuelve a alzar la voz para dar a conocer más detalles de lo que considera a la distancia una estafa lisa y llana que tiene una historia en la que ella cuenta que actuó con solidaridad y humanidad, y le pagaron con falsas promesas, mentiras y olvidos...
Corría julio de 2000 en la Argentina y la economía luego de la Ley 23.928 de Convertibilidad del Austral establecía una cotización de nuestra moneda en el mercado donde 1 peso equivalía a 1 dólar. En ese contexto, Naanim escuchó un pedido de ayuda de Nelly Betty Labarba, prima hermana de Juan Alberto Mateyko, por entonces su marido, y nada menos que la madrina de su hijo Juan Bautista.
-¿Naanim, me podés dar una mano? Tenemos una deuda importante en el frigorífico que estamos obligados a saldar urgente. Necesito algo más de cien mil dólares, en un mes cobramos un juicio y te lo devuelvo sin falta..., le dijo Nelly, con quien tenía muchísimo más que una amistad, la consideraba familia, compartían jornadas, paseos, vacaciones, el día a día, festejos de cumpleaños, y celebraciones tan íntimas como las de Navidad y Año Nuevo, que siempre se celebran con los seres más queridos.
-Olvidate, dalo por hecho, yo te presto cien mil y le voy a decir a una gran amiga, que vos conocés, a ver si te puede completar lo que falta. Ningún problema..., respondió Naanim sin dudar un instante en prestarle la plata por el cariño y respeto que sentía por ella.
-Para que te quedes tranquila, firmamos un documento, así evitamos dudas y futuros problemas..., subió la apuesta Nelly, agradecida. Así comenzaba la puesta en escena de un final que no parecía anunciado, pero...
“Jamás dudé ni se me pasó por la cabeza que nunca más me iba a devolver el dinero. Confiaba en ella ciegamente, ponía las manos en el fuego. Hoy me arrepiento, me doy cuenta que me equivoqué, pero aunque muchos opinen que es tarde, voy a luchar y me van a escuchar todos los que estuvieron implicados porque no me voy a callar un solo nombre”, afirma con energía y muestra a LA NACIÓN el documento a través del cual entregó el dinero en confianza, representada por la contadora Beatriz Leonor Navarro, hermana de su amiga, la otra aportante, porque Naanim estaba de viaje por Miami acompañando a su por entonces marido, Juan Albeto Mateyko, por cuestiones de trabajo.
El contrato de mutuo acuerdo (préstamo en el que una persona o grupo entrega a otra/s dinero o bien de consumo para que se sirva de ella y devuelva luego otro tanto del mismo género y cantidad) que celebraron decía:
“Entre Frigorífico La Estrella S.A., con domicilio en Colón 876, Avellaneda, representado en este acto por Ángel Barucca, Florindo Alfredo Barucca, Jorge Passalacqua y Delia Leonor Barucca de Troiano, en su carácter de Directores de la misma, y por la otra parte la Sra. Beatriz Leonor Navarro, convienen lo siguiente: 1°) La Sra. Beatriz Leonor Navarro da en préstamo en este acto al Frigorífico La Estrella S.A. la suma de U$S 129.000 (Dólares ciento veintinueve mil) que se reciben en este acto, sirviendo el presente de suficiente recibo. 2°) Frigorífico La Estrella S.A. se compromete a reintegrar dicha suma dentro del plazo de 60 (sesenta días a partir de la fecha. 3°) Se pacta un interés del 2,5% mensual hasta la fecha del respectivo pago. De común acuerdo se firman dos ejemplares de un mismo tenor y a un solo efecto a los 29 días del mes de julio de 2000 en la ciudad de Buenos Aires”.
Los directores del frigorífico firmaron, pero nunca saldaron la deuda contraída. Entre ellos estaba Ángel Barucca, esposo de Nelly Betty Labarba -quien le hizo el pedido a Naanim-, prima hermana de Juan Alberto Mateyko, íntima amiga de la actriz y madrina de su hijo Juan Bautista. Como se aclaró, la por entonces vedette se encontraba de viaje en Estados Unidos, por eso firmó en su representación la contadora Beatriz Leonor Navarro, hermana de la otra persona que prestó parte del dinero. Desde entonces, para Naanim comenzó un largo calvario de reclamos para que se cumpliera con los pagos acordados en el documento con nulos resultados.
Naanim se lleva las manos a la cara en claro signo de arrepentimiento de quien no espera semejante frustración: “Era la prima hermana de Juan Alberto (Mateyko) y la madrina de mi hijo la que me pedía ayuda, cómo iba a desconfiar. Teníamos una relación muy, muy cercana. De pasar todas las fiestas juntas, ella me acompañaba en los viajes. Me contó el problema que la familia tenía en el frigorífico en una de esas debacles que pasó en la Argentina. No me especificó los detalles, pero necesitaba algo más de 100 mil dólares. Sabía que yo tenía ese dinero porque había vendido un departamento. Otra amiga mía aportó el resto. Primero me dijo que me lo devolvía en un mes, después en dos. Me aclaró que enseguida tenía que cobrar otro juicio y nos devolvía el dinero. En ese momento estaba el 1 a 1, no me resultaba o no parecía tanto dinero. Ahora, me agarro los pelos”, explica.
De inmediato brinda más detalles: “Nos empezó a devolver a cuentagotas, mil un mes, dos mil otro. Apuramos un poco y me contestó ‘estamos por cobrar el juicio que te comenté y saldamos lo que falta’. Con esa excusa nos pedalearon cinco años. Me pedía que no nos presentáramos en la convocatoria de acreedores porque iba a tardar mucho y ‘nosotros les queremos pagar antes’. Fue pasando el tiempo, mi amiga había desestimado el tema, yo la llamaba todos los meses. Me insistía con que ya cobraban lo del juicio, que su abogado le decía que era inminente. Por último, me deriva al abogado de ella, Florindo Barucca, hermano de Ángel, su esposo, ambos firmantes también del acuerdo, con el que seguí y hoy sigo hablando porque quedó encargado del tema. Hasta ahora, este hombre nos atendió muy bien con la promesa de que nos iba a pagar pero nunca sucede. El tema es que el frigorífico presentó convocatoria de acreedores, todos los que se presentaron cobraron y nosotros por creer en promesas de pagos no lo hicimos, fuimos piadosas y nos quedamos sin nada. Nelly, mi amiga, si así la puedo seguir llamando, prima hermana de Mateyko, murió durante la pandemia, Angel Barucca, su marido, tiempo después. Pero sé que las deudas se heredan, por eso seguí hablando con Florindo Barucca, otro de los directores de la empresa, quien no me puede negar que me reconoció la deuda. Le dije que iba exponer todo esto y me respondió que ya a nadie le importa. Eso me indignó. Él me pidió que no exponga a los hijos. Encima quiere imponer condiciones. Lo que le contesto es que no me voy a callar más, me cansé de su manoseo. Espero de su parte una solución, que se comunique conmigo. A él le molesta que se hable porque concurre a un boating muy famoso y no quiere que se lo cuestione y se arme escándalo. Él y sus hijos tienen varias propiedades, deberán responder”, detalla Naanim más que dolida.
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Consultado Florindo Barucca por LA NACIÓN respecto a la deuda mencionada, contestó: “¿Sabe los años que pasaron de todo eso? Ya ni me acuerdo. El frigorífico se vendió, ya no existe. Ya le dije a ella que no se podía pagar porque la empresa quebró y la deuda la contrajo el frigorífico, ya se liquidó todo, en 2016 ocurrió la quiebra.
—Timoyko dice que no se presentó a la convocatoria de acreedores por pedido de ustedes ya que le habían prometido que iban a cumplir con el pago de la deuda contraída.
—No fue así, nadie le dijo que no se presentara. Lo que pasa es que no tiene elementos ahora. Me disculpa, pero no quiero recordar nada eso, ya me había olvidado. Fue un muy mal momento, no fue culpa mía, me enteré de que en un programa de televisión habló de esto, eso es muy bajo.
—El documento que ella tiene en su poder está firmado por usted, Florindo Barucca, y otros directores del mismo apellido, uno de ellos de nombre Ángel, marido de la mujer que le rogó a Naanim que le prestara el dinero con la promesa de devolvérselo al mes siguiente...
—No se pudo devolver la plata, no es que no se quiso, la empresa quebró. No sé que busca esta chica...
—Que le devuelvan el dinero.
—¿Y quién le va a devolver? Si los firmantes están todos muertos, salvo yo, y no tengo un mango. No tengo propiedades, estoy viviendo en la casa de mi hijo. Que ella haga lo que quiera, yo no quiero volver a vivir eso. En su momento, en el frigorífico teníamos un juicio pendiente con el Estado, si lo cobrábamos, pagábamos, pero de lo que nos debían no recibimos nada, eso pasó. Hoy lo único que quiero es vivir en paz.
Naanim no quiere resignarse, sigue sintiendo impotencia cada vez que recuerda lo sucedido. En especial, aquel momento cuando le comentó a su por entonces esposo, Juan Alberto Mateyko, que le había prestado plata a su familiar de sangre, su prima hermana: “A Juan le había comentado el contador que estaban teniendo problemas con el frigorífico. Recuerdo que me dijo ‘no le prestes plata si te pide’. Pero cuando me lo cuenta ya era tarde. Yo ya le había dado el dinero. Después no se hizo cargo de nada. Solo me comentó: ‘menos mal que no hablaste mal de mis sobrinos, los hijos de Nelly’. Pese a todo repito, en ese momento yo confiaba ciegamente en ella, ponía las manos en el fuego, nunca creí que no me lo iba a devolver. Después ella vendió una casa que tenía en Caballito y no me atendió más el teléfono. Ahora no me queda otra que seguir luchando, contando mi verdad, reclamando por lo mío porque también es plata que les pertenece a mis hijos”.
Más allá del reclamo, mientras tanto, Naanim Timoyko cuenta que la sigue peleando, trabajando como el primer día: “Estoy muy contenta en Crónica TV en El Run Run del Espectáculo con los divinos de Fer Piaggio, Lío Pecoraro y Raúl Martorel, amigo de toda la vida. Y sigo haciendo mi programa de tango, ahora en la 92.7, la 2 x 4, los domingos de 23 a 1 de la madrugada, junto a Nélida Rodríguez y gran equipo de profesionales. Me hace muy bien, recibo hermosas devoluciones de los oyentes que me ayudan a seguir creyendo que hay gente buena, aunque yo me haya cruzado en mi vida con otra que me defraudó y cómo”.