Detrás de la verdad es un flojo drama policial que encuadra, sin mucha imaginación, la crisis de los opioides en los Estados Unidos

Detrás de la verdad, con Hilary Swank, uno de los estrenos del jueves 28
Detrás de la verdad, con Hilary Swank, uno de los estrenos del jueves 28

Detrás de la verdad (The Good Mother, Estados Unidos/2024). Dirección: Miles Joris-Perayfitte. Guion: Miles Joris-Perayfitte, Madison Harrison. Fotografía: Charlotte Hornsby. Edición: Taylor Levy, Damián Rodríguez. Elenco: Hilary Swank, Olivia Cooke, Jack Reynor, Dilone, Hopper Penn, Norm Lewis, Madison Harrison. Calificación: Apta para mayores de 13 años con reservas. Distribuidora: Digicine. Duración: 90 minutos. Nuestra opinión: regular.

Cuando se estrenó la miniserie Mare of Easttown (2021), su creador Brad Ingelsby explicó en varias entrevistas que el germen de su historia surgió a partir del interés por una ciudad, su comunidad y los problemas que la afectaban: drogadicción, desempleo, violencia doméstica, suicidio adolescente. Era la región de Drexel Hill en Pensilvania -rebautizada Easttown para la ficción-, donde el propio Ingelsby se había criado, cuya población estaba representada por el personaje de Mare, interpretado por Kate Winslet. El guionista explicó que para “vender” esa historia a una cadena fue necesario incorporar el elemento policial como atractivo, el crimen como señuelo. Por ello, si bien lo que importaba era la historia de vida del personaje (convertida ahora en policía), la presencia de un asesino era lo que la hacía factible de realizarse. Esa misma estrategia parece haber puesto en marcha el guionista y director Miles Joris-Perayfitte en Detrás de la verdad -titulo efectista para el más ambiguo “The Good Mother”-, donde el marco de acción se sitúa en la ciudad de Albany en 2016, en plena crisis de los opioides.

Marissa (Hilary Swank) es una escritora talentosa que languidece como editora en el diario local, sumergida en el limbo del alcoholismo. En un simulacro de reunión de redacción, su hijo mayor y oficial de policía, Toby (Jack Reynor), le comunica la muerte de Michael (Madison Harrison), su hijo menor, durante un presunto tiroteo callejero. Michael era el hijo pródigo, el talentoso, convertido en drogadicto y delincuente por la dependencia de los analgésicos y las malas compañías. En el funeral reaparece Paige (Olivia Cooke, de Game of Thrones), la novia embarazada de Michael, y Marissa se enfrenta al duelo y a un lento proceso de reconciliación con su pasado, su maternidad y sus propias adicciones. Hasta aquí la historia se sumerge en el espacio frío y desangelado de la ciudad de Albany, ensaya cierta imaginería visual alrededor de los testimonios confusos sobre el tiroteo, de la memoria fragmentada de Marissa y de la verdad sobre el crimen de Michael. Si bien los personajes adolecen de ciertos matices, Swank y Cooke intentan profundizar en un vínculo complejo, atizado por rencores y secretos.

Detrás de la verdad (Digicine).
Detrás de la verdad (Digicine).

Pero Joris-Perayfitte empuja la narrativa del thriller al centro del relato de manera torpe y poco verosímil. Una valija con heroína adulterada, la sospecha que envuelve a un dealer amigo, idas y vueltas sobre la autoría del crimen que resulta predecible de entrada. La película se desliza a los tumbos en una zanja de absurdas vueltas de tuerca, olvidando personajes que parecían importantes (una madre que da testimonio sobre la muerte de su hija), manipulando motivaciones y coincidencias, todo para construir una intriga que no resulta más que una trampa. La propia estética lúgubre y deudora del noir de los comienzos se empantana en actuaciones esquemáticas y resoluciones caprichosas que arruinan las expectativas del comienzo. La mala fortuna de Detrás de la verdad prueba que el policial es un género complejo cuando se lo toma en serio y una carcasa errática cuando se lo resuelve con efectismos y poca pericia.