Diario íntimo de Lulú Petite

Lulú Petite

EL GRÁFICO

Doctor Mystery

Querido diario: Hace unos meses, salí de viaje gracias a una invitación que parecía sacada de una película de espías. Un amigo médico, vamos a llamarlo Doctor Mystery, me invitó a Las Vegas. No era una escapada romántica ni un viaje de lujo. No, era un congreso médico.

Creo que ya había contado de esto, pero puse la mentirilla blanca de que el viaje había sido a la playa. A veces cambio detalles para no quemar a mis clientecitos. El plan era sencillo, pero drama nivel telenovela. Viajamos en el mismo vuelo, pero en asientos separados. Doctor Mystery con sus colegas, todos con cara de "vamos a salvar el mundo" mientras yo, la polizona, me camuflaba entre los pasajeros comunes y corrientes.

Llegamos al mismo hotel, pero en habitaciones distintas. Durante el día, mientras él estaba atrapado en largas sesiones de trabajo, yo me paseaba por los casinos, exploraba la piscina y disfrutaba del todo incluido. Básicamente, vivía la buena vida. En la noche, todo cambiaba. Nos encontrábamos y la pasábamos de maravilla.

Realmente toda una experiencia tipo novia o amante, con escena de drama, reconciliación y pasión incluidas. Fue un viaje rico.

Mystery coge rico. No te voy a mentir. La mayor parte del tiempo se la pasaba en lo suyo, supongo que entre la fiesta y el trabajo de filosofar sobre el futuro de la medicina, pero cuando llegaba al cuarto, nos olvidábamos de todo. Brincaba a mi boca, me arrancaba la ropa y me cogía riquísimo.

Tiene una buena herramienta y la sabe mover. Me abría las piernas, me metía los dedos, me besaba, me apretaba la piel, entraba en mí. Me cogía deliciosamente, como todo aquello que se hace en secreto, en las penumbras.

La adrenalina de saber que sus compañeros no tenían idea de mi existencia hacía que cada encuentro nocturno fuera aún más emocionante. Y así nos pasábamos las noches, haciendo el amor hasta quedarnos dormidos. Pero, claro, todo lo bueno llega a su fin y tuvimos que volver a la realidad.

He vuelto a ver a Doctor Mystery. Me gusta la idea de ponerle un siguiente renglón a los puntos suspensivos. Siempre es buena la aventura.

Ahora quién también me invita de viaje es Marco. Sí, el mismo Marco de Satélite, que también me invita de vacaciones.

Por cierto. Aún no me lo poncho. Creo que antes de decidir si viajo o no viajo con él, debería ver cómo coge. Me lo quedo de tarea.

Hasta el martes, Lulú Petite