Diez razones para volver a enamorarse de Diez cosas que odio de ti, una comedia “de secundaria” perfecta
1. En Argentina, 10 cosas que odio de ti se estrenó sin mucha publicidad y podríamos decir que de forma casi abrupta en agosto de 1999. Todavía había varios cines en la calle Lavalle y la película ocupó una de las salas del Trocadero, que en otras décadas había tenido sus momentos de gloria y majestuosidad palaciega, pero que por ese entonces ya estaba dividido en seis pantallas. Otro estreno repentino de ese jueves fue el thriller de ciencia ficción El piso 13, pero esa es otra historia.
2. En Argentina, 10 cosas que odio de ti no tuvo -en el momento de su lanzamiento- el alcance que sí había tenido, por ejemplo, Ni idea algunos años antes. Hoy en día ambas películas son consideradas aquí, allá y en todas partes, como dos de los grandes exponentes de los noventa de las comedias de colegio secundario (high-school comedies). Las dos, además, se basan en literatura previa: Ni idea en Emma, de Jane Austen, y 10 cosas que odio de ti, en La fierecilla domada, de William Shakespeare. Las dos, además, se convirtieron años más tarde en series de TV, esa señal -entre otras cosas- de permanencia en la memoria colectiva.
3. La sinopsis sobre la película que pueden encontrar por ahí, con unos clics, dice: “Las hermanas Stratford son muy distintas. La guapa y popular Bianca nunca ha salido con un chico, pero lo está deseando, y Kat, su hermana mayor, es arisca y con mal genio. Su padre no dejará que Bianca tenga novio hasta que Kat consiga uno.” Quizás no invite a ver la película, pero las películas son siempre el “cómo”, no el “qué”.
4. 10 cosas que odio de ti es una de esas películas en las que salió todo bien, en la que los elementos se combinaron de forma ya no química sino más bien alquímica, con algo de magia, con un resultado muy superior a la suma de los elementos, o a lo esperable de esos elementos. Es una película cuyo director -Gil Junger- nunca volvería a ofrecer algo similar en cuanto a perdurabilidad y, además, fue el primer guion para cine del dúo formado por Karen McCullah y Kirsten Smith, que poco después escribirían Legalmente rubia (¡ah, esos años de abundancia de comedias en el cine!). Uno vuelve a ver la película hoy en día y siente esa fluidez y esa gracia que tienen las películas bendecidas por el azar, o que vendieron su alma al diablo en aras de obtener los secretos del ritmo y de la permanencia.
5. Fue uno de los primeros protagónicos de Heath Ledger, el actor australiano que murió en 2008 en pleno auge de su carrera. Hasta hoy, es el único caso de premiado posmortem con el Oscar en la categoría de mejor actor (fue por su Guasón en Batman: el caballero de la noche de Christopher Nolan). En 10 cosas que odio de ti Ledger se convertía en un compilado de los mejores exponentes de cuanta comedia de secundaria se hubiera hecho desde los años 70 hasta el final del siglo, con carisma, energía y hasta canto y baile. Y una simpatía rústica arrolladora.
6. Fue uno de los primeros protagónicos de Julia Stiles en un papel que le calzaba a la perfección: filosa, energética, agresiva. Y una antipatía rústica arrolladora que después mutaba en calidez. Entre Stiles y Ledger, además, había una química inmediata que se notaba en la mirada, ese recurso que los grandes actores manejan con sutileza en la fugacidad de un instante.
7. Estaba también Joseph Gordon-Levitt en el principio de su carrera, y tanto él como los otros actores y actrices secundarios interactúan con esa eficacia y esa precisión para la comedia que parecieran provenir de un rodaje en el que todos se llevaron bien. Y dicen que fue así nomás: un rodaje feliz, de gran camaradería en un verano inolvidable en el estado de Washington, en Seattle y alrededores, sobre el Pacífico.
8. 10 cosas que odio de ti es una película de fines de los 90 en la que aparecen de formas insolentes y humorísticas comentarios feministas y también raciales, con epicentro en la clase de literatura. Y es una película de un tiempo en el que los chistes se sentían más sueltos, menos atados a un programa de “lo que hay que decir”. En ese sentido, la directora interpretada por la impar Allison Janney es un personaje para atesorar y recordar cuando vemos tanta corrección política que con su peso ahoga a tantas comedias actuales.
9. 10 cosas que odio de ti es una de esas películas de los 90 cuyos CDs podían llegar a convertirse en un éxito de ventas, como sucedió por ejemplo con el de American Pie, del mismo año. Los noventa: década de grandes éxitos en las bandas de sonido que se vendían en forma física. Recordemos Titanic o, antes y localmente, Tango feroz, que para comprarlo la gente iba regularmente a Musimundo a preguntar si ya habían llegado las nuevas copias “desde Canadá”.
10. Una canción presente en 10 cosas que odio de ti fue “I Want You to Want Me”, originalmente de Cheap Trick pero en esta ocasión en un cover de Letters to Cleo. Con esa canción se terminaba la película, con Letters to Cleo “tocándola” en una terraza muy alta, en un acto de algo así como fantasía más cierto arrojo presupuestario. En 1999 estas cosas costaban mucho más caras que hoy, porque no se filmaban con drones sino con helicópteros. La cantante de Letters to Cleo contaba en una entrevista que les habían dicho que se esforzaran para que saliera bien en el primer intento porque cada vez que despegaba el helicóptero se gastaba una fortuna. Un cierre así quizás hoy se haya convertido en un -en otro- rasgo de un cine que ya no volverá.
Diez cosas que odio de ti está disponible en Disney+ y en alquiler en Google Play