'Solo asesinatos en el edificio' tiene toda la razón para ser la serie sorpresa de la temporada de premios

Por si no lo sabías, Solo asesinatos en el edificio está de moda. Después de dar la campanada como una de las gratas sorpresas del streaming en 2021, la serie de comedia y misterio de Disney+ se encuentra generando conversación semanal a raíz de su nueva temporada actualmente en emisión. Un éxito que la compañía del ratón no ha pasado desapercibido, renovándola sin siquiera esperar a terminar de emitir todos los capítulos. Pero la guinda al pastel la han puestos los Emmy al nominarla a seis premios, donde destaca como la gran favorita a llevarse el galarón de Mejor Serie de Comedia.

'¿Y 'Ted Lasso' y el bombazo que generó el año pasado?' se preguntarán algunos. Pues no resulta descabellado imaginar que los votantes de la Academia la bajen del pedestal, porque Solo asesinatos en el edificio tiene todas las papeletas para dar la sorpresa. Y bien merecido lo tendría.

Oliver (Martin Short), Charles (Steve Martin) y Mabel (Selena Gomez), en la imagen de 'Solo asesinatos en el edificio'. (Foto por: Craig Blankenhorn/Hulu)
Oliver (Martin Short), Charles (Steve Martin) y Mabel (Selena Gomez), en la imagen de 'Solo asesinatos en el edificio'. (Foto por: Craig Blankenhorn/Hulu)

Solo asesinatos en el edificio compite con grandes favoritas como Ted Lasso y Hacks, además de Barry, Curb your enthusiasm, La maravillosa Sra. Maisel, Lo que hacemos en las sombras y Abbott Elementary. Y si bien a primera vista podríamos pensar que Ted Lasso tendría las de ganar al haber arrasado en 2021 y estar ante unos premios que suelen ser muy tradicionales cuando se les mete un éxito en la cabeza, su segunda temporada bajó el listón que había marcado con la primera, mientras la serie de Disney+ se erigió como una oferta fresca que nadie vio venir. Además, cuenta con la ventaja de estar presente en la conversación televisiva a raíz de su segunda temporada. Una estrategia que a Disney+ le podría salir redonda al haber programado la emisión con el plazo de votaciones de los Emmy (la votación termina el 22 de agosto y la serie emitirá su último episodio el 23).

Pero, ¿por qué Solo asesinatos en el edificio tiene toda la razón para ser la serie sorpresa de la temporada de premios? Pues vamos a ello.

La serie, emitida en España por Star Original en Disney+, se estrenó sin hacer demasiado ruido a finales de agosto de 2021, pero poco a poco se fue convirtiendo en una de las revelaciones del año, una comedia de suspense que enganchó a los espectadores y los mantuvo en vilo durante diez episodios llenos de enigmas, giros y mucho sentido del humor. Fue un mayor éxito del esperado, gracias en parte al boca-oreja.

Solo asesinatos en el edificio cuenta con uno de los repartos más llamativos y distinguidos de la televisión reciente. Los legendarios Steve Martin (que creó la serie junto a John Hoffman) y Martin Short hacen equipo con el icono millennial Selena Gomez, formando el trío estrella de la temporada televisiva. Nadie imaginaba que estos tres actores tan distintos funcionarían tan bien juntos, pero ahí está la serie como prueba de que, a veces, la combinación más inesperada puede ser la ganadora. La química salta a la vista.

Martin, Short y Gomez interpretan respectivamente a Charles, Oliver y Mabel, tres de los inquilinos del Arconia, un mítico edificio de Manhattan en el que tiene lugar un asesinato en extrañas circunstancias. La víctima en cuestión es Tim Kono, un joven vecino que esconde una historia de secretos, delitos y relaciones que nuestros protagonistas tratarán de desenmarañar para dar con la persona que acabó con su vida. Motivados por su pasión por el true crime y en el caso de Charles y Oliver, porque no tienen nada mejor que hacer tras haber dejado sus mejores días atrás, el trío se pone en marcha para investigar por su cuenta un crimen que la policía ha declarado como suicidio y crear su propio podcast para contar la historia.

A partir de ahí, Solo asesinatos en el edificio desarrolla una enrevesada trama en la que, siguiendo las normas del género, los sospechosos se van acumulando en un divertido juego de adivinación para el espectador. Enhebrar teorías y conjeturas forma parte del atractivo de este whodunit en el que las pistas falsas y los giros argumentales van sucediéndose en un tablero con cada vez más piezas y jugadores, donde las reglas van cambiando sobre la marcha.

Solo asesinatos en el edificio (Craig Blankenhorn; 2021 Hulu)
Solo asesinatos en el edificio (Craig Blankenhorn; 2021 Hulu)

Pero, ¿qué diferencia a Solo los asesinatos del edificio de otras series criminales del montón? En primer lugar, su refrescante aproximación al misterio clásico en la línea de Agatha Christie, Alfred Hitchcock, Se ha escrito un crimen o El juego de la sospecha (Cluedo), con un espíritu moderno y autoconsciente que la hermanan con la reciente y aclamada Puñales por la espalda de Rian Johnson, y que además recoge la obsesión actual por los documentales y los podcasts de true crime.

En otras palabras, la serie mezcla lo clásico y lo moderno con habilidad y grandes resultados, estableciendo un puente entre las generaciones que representan sus tres protagonistas. Y todo desde la comedia y con un guion sólido, construyendo una historia divertidísima en la que los ingredientes están perfectamente medidos para hacer pasar un rato estupendo frente a la pantalla. Si hay una palabra perfecta para describirla es inspirada.

Otro elemento clave de la serie es su emplazamiento. Aunque sea un tópico manido, el Arconia es un personaje en sí mismo. El edificio donde tiene lugar la acción (una construcción emblemática de la Gran Manzana llamada en realidad The Belnord) se desvela como una especie de 13, Rue del Percebe a la neoyorquina, un lugar habitado por vecinos a cada cual más excéntrico y peculiar, que forman un hilarante microcosmos de personalidades. La irresistible atmósfera del Arconia nos invita a sumergirnos en sus apartamentos y pasillos junto a Charles, Oliver y Mabel para descifrar junto a ellos el misterio, haciendo que la serie sea una experiencia reconfortante y acogedora (a pesar de las muertes).

Pero por supuesto y por encima de todo, la mayor baza de Solo los asesinatos en el edificio reside en sus personajes y la bonita amistad que se crea entre ellos. Por un lado tenemos a Charles-Haden Savage (Martin), actor en horas bajas que protagonizó una popular serie de detectives en los 90, y Oliver Putnam (Short), un director de Broadway que hace tiempo que no consigue levantar ningún proyecto; dos viejas glorias del mundo del espectáculo buscando desesperadamente la manera de seguir siendo relevantes a pesar de su edad. Y por otro nos encontramos a Mabel Mora (Gomez), una joven misteriosa y huraña que vive en el apartamento sin terminar de su tía y era amiga de la víctima.

Unidos por la investigación y su amor por el true crime, y a pesar de que chocan constantemente, los tres desarrollan una dinámica deliciosa desde que su primer encuentro en el ascensor junto a la víctima poco antes de su muerte, hasta el impactante final de la temporada, en el que el mayor placer no proviene de averiguar quién es el asesino (tranquilos, no haré spoilers), sino de haber sido testigos de la creación de una amistad preciosa entre tres personas que necesitaban urgentemente sentirse vivas.

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Decir que el reparto de Solo asesinatos en el edificio es estelar es quedarse corto. Y a las pruebas me remito, con Martin Short y Steve Martin nominados en la misma categoría a Mejor Actor de Comedia gracias a interpretaciones impecables, con las que se reafirman como los genios del género que son. Los dos están brillantes abrazando y actualizando la tradición de la comedia física del cine clásico, a la vez que construyen dos personajes para la posteridad. Además, en un ejercicio similar al de Jane Fonda y Lily Tomlin en Grace y Frankie (aunque las series en sí no tengan nada que ver), Solo asesinatos vuelve a poner en primera línea a dos actores mayores, volviendo a insuflar vida a sus carreras en una nueva era de esplendor y visibilidad, sobre todo en el caso de Martin, que no se ha prodigado mucho en la pantalla en los últimos años.

Y mención aparte merece el reparto secundario, lleno de nombres ilustres. Solo asesinatos tiene las mejores estrellas invitadas, desde el cantante Sting interpretándose a sí mismo como vecino del Arconia y sospechoso del asesinato, a Tina Fey como la implacable dueña de un imperio de podcasts, Amy Ryan como la entrometida pero adorable vecina que toca el fagot o Nathan Lane como el amigo y rival de Oliver en Broadway, pasando por el golpe maestro de tener a Jane Lynch como la doble de escenas de riesgo del personaje de Steve Martin. Pura genialidad.

En su recta final, la seri dispara su ingenio, experimentando con el formato (hay un episodio mudo) y explotando cada vez más la comedia y el slapstick, hasta culminar en dos magníficos capítulos finales que coronan la temporada con un clímax tan trepidante como divertido.

La primera temporada de Solo los asesinatos en el edificio nominada en los Emmy representa el triunfo de las series bien hechas, un producto elegante y exquisito que no necesita recurrir a provocaciones vacías para llamar la atención y se apoya principalmente en el talento de sus actores y en el arte de construir un buen misterio. Su fórmula secreta es sencilla: una historia creada con mimo e inteligencia, unos personajes con los que apetece quedarse y ese espíritu auténticamente neoyorquino que la reviste de clásico. La serie cerró su primera temporada por todo lo alto, desvelando la identidad del asesino de Tim Kono, pero dejando muchos cabos sin atar del misterio y rematando con un gran cliffhanger de cara a una segunda temporada que si bien ha perdido el elemento sorpresa, se las está ingeniando para seguir gustando.

Solo asesinatos desprende chispa y personalidad, con diálogos espléndidos, ritmo y un reparto en estado de gracia. En definitiva, ha sido un soplo de aire fresco, sobre todo para los que nos adentramos en ella sin expectativas muy altas, una serie engañosamente ligera que, sin esperarlo, se ha erigido como favorita en los Emmy. Y aquí no hay misterio que valga, a veces una serie triunfa simplemente porque es buena.

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