Un divorcio ha sido la gran inspiración de Steven Spielberg

Es increíble cómo momentos claves de nuestro crecimiento y desarrollo pueden influenciarnos durante el resto de nuestras vidas. Y en el caso de Steven Spielberg, su carrera, cine y legado. Porque si bien el cineasta siempre se inspiró en su infancia y adolescencia para desarrollar su estilo cinematográfico -con elementos que van desde el desafío de hacerse mayor a la responsabilidad y la figura materna/paterna a través de lentes opuestos- nunca lo hizo tanto como en la película que podría llevarlo de nuevo al Óscar.

Porque a sus 75 años el rey Midas de Hollywood se abre en canal con The Fabelmans, su primera historia oficialmente semi biográfica donde recurre a su experiencia como hijo de padres divorciados para rendir homenaje a la influencia que, tanto ellos como el trauma de la separación, tuvo en su vida y su carrera. Porque quizás no se dieron cuenta, pero tanto el divorcio como la relación con cada uno de ellos -desde la adoración al papel de una madre soltera, al distanciamiento con un padre ausente- quedó plasmado para la eternidad en varios de sus clásicos cinematográficos.

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The Fabelmans se presentó en el Festival de Toronto con ovación por parte del público y la crítica, saliendo del certamen con la etiqueta asegurada de candidata al Óscar. El filme, que Spielberg dirige y coescribió junto a Tony Kushner a través de Zoom durante los primeros días de la pandemia de Covid-19, se centra en un adolescente judío llamado Sammy que lentamente reconoce que su familia está desmoronándose mientras desarrolla sus habilidades detrás de la cámara. Todo esto bajo el retrato personal de un protagonista que vive el bullying por su religión, la influencia artística de su madre, el distanciamiento con su padre y el peso del divorcio, tal y como lo vivió Steven Spielberg.

Esta película es una forma de traer de vuelta a mi mamá y a mi papá” dijo el cineasta al público en el Festival de Cine de Toronto cuando por fin dejaron de aplaudir. Su madre, Leah, murió a los 97 años en 2017, y su padre, Arnold, murió en 2020 a los 103. En la película son interpretados por Michelle Williams y Paul Dano respectivamente, representando justamente la relación dispar que tuvo con cada uno y que influyó directamente su cine.

Spielberg tenía 19 años cuando sus progenitores se separaron en 1966, culpando a su padre durante muchos años, distanciándose de él y reforzando la imagen de padre ausente que vimos en varias de sus películas. Sin embargo, el joven cineasta lo culpaba sin conocer la verdad detrás de la separación. Arnold la mantuvo en secreto para protegerlos de la opinión ajena, tanto a él como a la mujer que todavía amaba: y es que fue Leah quien rompió la relación tras enamorarse de uno de los amigos de Arnold.

Y aunque Steven descubrió la verdad más adelante, continuó sintiendo rencor hacia su progenitor durante un largo tiempo, aferrándose al ideal que tenía de su progenitora quien inculcó, apoyó e impulsó su vena artística. En una entrevista para 60 Minutes en 2012, el director comparó a su madre con Peter Pan, al cumplir más un rol de hermana mayor que de madre con él y sus hermanos. “Se negaba a crecer” dijo Steven, mientras describía a su padre como un adicto al trabajo (era ingeniero) que estaba ausente gran parte del tiempo. “Aunque mi madre era como una hermana mayor, la puse en un pedestal. Mi padre era mucho más terrestre, con los pies en la tierra. Y por esa razón me era más fácil culparlo a él que a alguien que yo ya admiraba”.

BEVERLY HILLS, CA - 4 DE NOVIEMBRE: El director Steven Spielberg y los padres Arnold Spielberg y Leah Adler asisten al 83º Consejo Ejecutivo Anual del Comité Judío Americano - Presentación del Medallón de las Libertades Americanas al Presidente Ronald Reagan el 4 de noviembre de 1989 en el Beverly Hilton Hotel de Beverly Colinas, California. (Foto de Ron Galella, Ltd./Colección Ron Galella a través de Getty Images)

Cuando la pareja se separó y Arnold Spielberg abandonó el hogar familiar influenciaron, sin saberlo, en las historias que el joven Steven estaba desarrollando en su cabeza: Encuentros en la tercera fase (1977) y E.T. El extraterrestre (1982). En ambas películas la figura paterna abandonaba a la familia, siendo una representación directa de las emociones y rencor que sentía el propio Steven. En la primera a través del papel de Richard Dreyfuss, que en su obsesión por los seres extraterrestres se ofrecía voluntario para el intercambio experimental, subiéndose a la nave alienígena y abandonando a su familia. Mientras en la segunda se trataba de una familia compuesta por tres hermanos y una madre soltera, con una figura paterna completamente ausente. Es más, la materna estaba representada con adoración y respeto. Pero no solo eso, la trama principal de ET partía justamente del vacío emocional que sentía el cineasta.

Un divorcio crea gran responsabilidad, especialmente si tienes hermanos porque nos cuidamos mutuamente” dijo en el 40 aniversario de la película este mismo año (vía Independent). Y entonces decidió dar un giro al final que venía desarrollando al cuestionarse si la historia debía tratar de ese niño, Elliot, necesitando “por primera vez en su vida, ser responsable de una forma de vida que llenara el agujero en su corazón”.

Tiempo más tarde, cuando la esposa de Steven, Kate Capshaw, incitó una reconciliación entre padre e hijo, el reencuentro terminó influenciando Atrápame si puedes (2002), La guerra de los mundos (2005) y Lincoln (2012). En todas ellas la influencia es bastante clara, sobre todo en las dos últimas. En la cinta de ciencia ficción de Tom Cruise con el rol de un padre divorciado, distanciado de sus hijos que forma una estrecha conexión y reconciliación a través de la supervivencia. Pero, en todas, con la representación de un padre que aparece como una figura firme pero en el fondo es justa y ama a sus hijos. Sobre todo en el caso de la última. “Fue el padre de una nación que necesitaba repararse y en cierto sentido, las películas que hice recientemente reflejan la relación positiva que disfruto con mi padre desde hace 20-25 años” dijo Spielberg.

Con el paso del tiempo, ese joven cineasta que sentía rencor por su padre, se fue dando cuenta que esa separación voluntaria “fue lo peor que pudo pasarle” pero, en cierto modo, le ayudó a darse cuenta que lo mejor vino después al “ver la luz y darme cuenta que necesitaba amarlo”.

BEVERLY HILLS, CA - 09 DE DICIEMBRE: El director Steven Spielberg y su madre Leah Adler asisten a la cena ADL Los Angeles en honor a Steven Spielberg en The Beverly Hilton Hotel el 9 de diciembre de 2009 en Beverly Hills, California. (Foto de Michael Kovac/WireImage)
BEVERLY HILLS, CA - 09 DE DICIEMBRE: El director Steven Spielberg y su madre Leah Adler asisten a la cena ADL Los Angeles en honor a Steven Spielberg en The Beverly Hilton Hotel el 9 de diciembre de 2009 en Beverly Hills, California. (Foto de Michael Kovac/WireImage)

Pensé que iba a ser mucho más fácil de lo que resultó ser. Conozco el material y he conocido a todos los personajes de toda mi vida, pero me pareció una experiencia muy intimidante”, dijo Spielberg en la conferencia de prensa en Toronto sobre la difícil tarea de plasmar sus emociones más personales ante la cámara. Por primera vez en su carrera, Spielberg se dio cuenta que se trataba de una historia que no le permitiría distanciarse personalmente. Porque los personajes tendrán otros nombres pero, al final, son las figuras más importantes de su vida. “Siempre he podido poner una cámara entre mí para protegerme y no pude hacerlo contando esta historia. El elenco sabe que esta fue, emocionalmente, una experiencia muy difícil. No todo, pero algo de eso fue muy, muy difícil de superar”.

Spielberg se abre al completo en esta película con su propia historia, experiencia y desarrollo personal hasta el punto de haber rodado de nuevo sus primeras películas de 8mm y plasmarlas en el filme como si fueran de Sammy. La crítica ha caído rendida ante el filme calificándolo como “un recuerdo cinemático que se convierte en un homenaje glorioso al arte y la familia (Deadline), “un homenaje amoroso” (Variety), “la mejor película del año” (New York Post) y “un retrato emotivo y complejo” (Vanity Fair).

The Fabelmans se estrena el 24 de noviembre.

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